El cambio en la disposición de las empresas a dejar que los empleados trabajen desde casa, el presente estudio refleja una imagen parcialmente contradictoria en la relación que existe entre trabajo y ocio. A primera vista, por ejemplo, los resultados sobre la pregunta de qué ha cambiado desde que se trabaja desde casa durante la pandemia del COVID-19 parecen contradictorios. El 28% de los encuestados en los países europeos afirma que la cantidad de trabajo que hay que hacer (carga de trabajo) ha aumentado, y para el 25,2% las horas de trabajo también. Al mismo tiempo, el 36% afirma que ha alcanzado un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal y más tiempo para la familia y los amigos.
Test de estrés trabajando desde casa
El estrés tiene muchas causas, y el estudio europeo Bienestar y trabajo desde casa 22’ trata de establecer un mapa con una selección de factores de estrés. Entre los participantes, el 37% declaró sentirse estresado en diversos grados. Entre otros, se mencionaron como factores de estrés a comer en casa (8,7%), una mala conexión a Internet (17,2%) y la constante accesibilidad (19,7%). Por otro lado, la falta de trato social con los compañeros es un factor de estrés para el 35,3% y la ausencia de separación entre la vida privada y la profesional para el 30,3%. Por el contrario, son menos los que señalan como factores de estrés el ruido ambiental (15,9%) y la mala remuneración (9,3%).
El bienestar a través de la automedicación
Trabajar desde casa también está cambiando la disposición de optimizar, no solo el propio bienestar y la salud física y mental con suplementos sin receta, sino también de aumentar la capacidad de concentración y promover la relajación. Está surgiendo una tendencia a la automedicación entre la población europea que trabaja desde casa. El 34,4% de los encuestados asegura haber tomado suplementos sin receta (por ejemplo, melatonina, productos legales de cáñamo, extractos de plantas, vitaminas, té calmante) para mejorar su bienestar desde el comienzo de la pandemia, el 18,2% para aumentar la concentración y el 13,4% para recuperarse.
Espacio de trabajo
Con el fin de profundizar en el bienestar de los encuestados, también se les preguntó por el lugar en el que trabajan en casa. Según la encuesta, el 12,1% ha trasladado su espacio de trabajo al dormitorio, el 31,8% tiene un despacho privado y el 35,7% trabaja desde el salón. En los ocho países, el espacio medio para trabajar desde casa es de 20,32 m². Con 15,35 m², los británicos son los que menos espacio tienen para trabajar en casa, mientras que los italianos pueden repartirse en 23,81 m². El 1,2% de los participantes declara que trabaja permanentemente en el aseo, el baño, o en el balcón.
Señal de alarma: el cese laboral
Los resultados del Informe Bienestar y trabajo desde casa 22’ son preocupantes de cara al futuro y deberían constituir una señal de alarma para los empresarios europeos: el 21,7% de los encuestados afirma que ya ha planeado su dimisión por las experiencias vividas durante la pandemia y al trabajo desde casa, y el 9,9% ya ha dejado su trabajo. Algunas de las razones por las que se ha abandonado el trabajo son, por ejemplo, la falta de oportunidades para realizarse profesionalmente (34,2%), una peor remuneración (por ejemplo, la jornada reducida o la pérdida de comisiones, 30,1%) y la accesibilidad permanente (16,6%).
Los empleados también planean otros cambios para que su bienestar y su trabajo estén en armonía. Por ejemplo, el 33% quiere conseguir una separación más clara entre la vida privada y la profesional, y el 20,9% quiere adoptar más iniciativas de formación. Además, está surgiendo una cierta tendencia a trabajar durante las vacaciones y/o mientras se está enfermo.