La digitalización conlleva avances, como el teletrabajo, pero también implica diversos inconvenientes. El mayor de ellos es la casi imposible desconexión digital, pese a ser un derecho de los trabajadores reconocido en España por la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.
El derecho a la desconexión digital es el derecho de los trabajadores a no contestar videollamadas, correos electrónicos, WhatsApps o cualquier otro tipo de comunicación fuera de su horario laboral. Consiste en respetar el tiempo de descanso, los permisos y las vacaciones, además de la intimidad personal y laboral de los trabajadores. Además, la ley también recoge la obligación de la empresa de establecer una política interna de desconexión digital.
Sin embargo, la vulneración de este derecho por parte de los empresarios y los mandos de las compañías tiene graves riesgos para la salud de los trabajadores. Así lo reconoce una nueva investigación que alerta de que si los trabajadores no aprovechan su tiempo de vacaciones para relajarse y desconectar y, por el contrario, dejan que el trabajo se cuele en su tiempo libre y atienden su correo electrónico, están poniendo en riesgo su salud física y mental.
El estudio, publicado por la Universidad del Sur de Australia (UniSA), ha encuestado a más de 2.200 académicos y profesionales de 40 universidades australianas, y ha descubierto que los empleados que respondían a las comunicaciones digitales de trabajo fuera de horario eran más propensos a sufrir agotamiento, malestar psicológico y mala salud física.
Así, descubrieron que el 26% sentía que tenía que responder a textos, llamadas y correos electrónicos relacionados con el trabajo de los supervisores durante su tiempo de ocio y el 57% de los empleados dijo que había enviado comunicaciones digitales relacionadas con el trabajo a otros compañeros por la noche.
Además, el 50% declaró que suele recibir textos, llamadas y correos electrónicos relacionados con el trabajo de jefes durante el fin de semana y el 36% informó de que en sus empresas estaban obligados a responder inmediatamente a las comunicaciones digitales.
La doctora Amy Zadow, investigadora de la UniSA, señala que las expectativas de que los empleados estén disponibles las 24 horas del día están presionando a los trabajadores.
"Desde el COVID-19, la digitalización del trabajo se ha disparado, desdibujando los límites del trabajo y allanando el camino para que la gente esté localizable a todas horas. Pero estar disponible para trabajar tanto de día como de noche limita las posibilidades de recuperación de las personas (haciendo cosas como el ejercicio y poniéndose al día con los amigos y la familia) y cuando no hay un periodo de recuperación se puede empezar a estar quemado".
La investigación "muestra que los altos niveles de comunicación digital fuera del horario de trabajo pueden tener un impacto significativo en su bienestar físico y mental, afectando a las relaciones entre el trabajo y la familia, causando malestar psicológico y mala salud física. Por el contrario, los trabajadores que mantuvieron sus límites laborales bajo control experimentaron menos estrés y presión".
La investigación demostró que quienes debían responder a las comunicaciones fuera del horario de trabajo o durante los fines de semana presentaban mayores niveles de malestar psicológico (56% frente al 42%), agotamiento emocional {61% frente al 42%) y mala salud física {28% frente al 10%).