La Cumbre Social Estatal considera que se está a tiempo de evitar que las consecuencias sean las mismas que en la anterior, y con ello que se llegue a un confinamiento.
La organización aúna desde 2012 la voluntad de un centenar de organizaciones sociales que confluyen en la reivindicación de una sociedad inclusiva, justa e igualitaria. El detonante para su nacimiento fueron las políticas austericidas y de recorte de los derechos y libertades que siguieron a la crisis económica de 2008.
Cuando la sociedad y la economía española aún no se habían recuperado de aquella crisis, el 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia mundial de la Covid-19, abriendo una crisis sanitaria global sin precedentes, que está teniendo su impacto en los ámbitos económico, laboral y social.
Aunque aún no hay datos definitivos disponibles, ya son muchas las personas que en todo el mundo sufren los efectos negativos de esta nueva crisis.
La Cumbre Social Estatal organizó el pasado jueves un “Encuentro Virtual” para reflexionar sobre el impacto de la Covid-19, y las vías para reforzar el Estado de Bienestar y los servicios públicos, y salir de la crisis con un nuevo modelo económico más social, justo y equitativo.
A partir de las conclusiones de este encuentro, en el que intervinieron Cristina Monge Lasierra (Politóloga Profesora de Sociología en la Universidad de Zaragoza) y Joffre López Oller (Sociólogo Profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona), la Cumbre elaborará un documento de análisis y propuestas con el que pretende influir en el diseño de las políticas de recuperación.
Los ponentes destacaron que “estamos ante una crisis rápida, inesperada, brutal, y con impacto desigual. La salida no será tan rápida, especialmente para las personas más vulnerables”.
Este impacto se está sintiendo en múltiples aspectos, “pero en mayor medida en la salud, en el mercado de trabajo y los salarios”, destacaron ambos ponentes.
Una de las consecuencias más dramáticas derivadas de la pandemia “es la generación de más pobreza, con peores consecuencias en España que en el resto de Europa”.
Por eso se propone desde la Cumbre Social Estatal, como punto de partida, “que superar los retos ya existentes como la revolución tecnológica y digital, el individualismo y la polarización, las brechas sociales, económicas, de género, territoriales y digitales”.
También hay que afrontar nuevos retos como: “revalorizar el conocimiento y renovar el contrato social, con un pacto social más amplio y estable, apostar por un Estado emprendedor que sea capaz de poner en marcha políticas públicas”.
Hay que exigir a los empresarios “responsabilidades como actores políticos de primera línea; contar con la implicación de la sociedad civil”. Y esto solo podemos hacerlo “a través del conocimiento, que nos hará más resilientes, la innovación, y la evaluación continua de las políticas públicas, para aprender y mejorar”.
Por último, para la Cumbre Social Estatal esta crisis global, precisa de soluciones globales, pero “partiendo de lo local, teniendo en cuenta las especificidades de los territorios”, concluyeron.