La Fiscalía de Medio Ambiente abre diligencias por los vertidos de millones de pellets de plástico en las playas de Galicia tras la pérdida de hasta seis contenedores por parte del buque "Tuconao", a unos 80 kilómetros al oeste de Viana do Castelo, en Portugal.
La Xunta descarta elevar el nivel 1 de emergenciaal 2, como le ha pedido el Gobierno para poder actuar en las costas con sus medios. En cambio, la vicepresidenta primera y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, considera que los técnicos y los biólogos "no lo creen necesario", pues asegura que los pellets vertidos "no son ni tóxicos ni peligrosos". Ha dicho que "son plástico que hay retirar y evitar que quede enterrado en la arena".
El número de tramos de costa afectados crece por momentos tras el vertido de al menos mil sacos de pellets caídos al mar, como ha señalado el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.
Por su parte, el presidente de la Xunta descarga "cualquier responsabilidad" de su gobierno "por no actuar a tiempo con la marea de microplásticos" afecta a las costas de Galicia y culpa al Gobierno central por no avisarles de este potencial desastre medioambiental "hasta hace unos días".
El ministro Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha asegurado, en declaraciones a la Cadena SER, que el propio 112, emergencias de Galicia, avisó el 13 de diciembre a Salvamento Marítimo de la detección de los sacos con el material plástico. "A partir de ahí el Gobierno concluye que proceden de un barco con bandera liberiana que perdió un container con 28 toneladas de microplásticos repartidas en sacos y se traslada a la Xunta, en concreto el jefe del Servicio de Salvamento Marítimo de Fisterra informó al subdirector del Servicio de Guardacostas el pasado día 20 de diciembre a las 18:30 horas. La responsabilidad exclusiva es de la Xunta de Galicia, que no estableció los protocolos necesarios".
Desde el 13 de diciembre hasta el 5 de enero, la Xunta no adopta ninguna medida, lo que Puente lamenta porque los sacos que flotaban en el mar han ido rompiéndose "al chocar contra las rocas y su carga de microplásticos se ha desperdigado por el mar y las playas".
Mientras, voluntarios, colectivos ecologistas y los propios municipios afectados llevan días organizándose para limpiar las playas. Las bolas han llegado ya a Asturias y allí, a diferencia de la Xunta, el gobierno ha decretado el plan especial de contaminación.