En la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) resalta una problemática a menudo oculta: la violencia de género contra las mujeres mayores. Este grupo, frecuentemente marginado en las campañas de concienciación y en los medios de comunicación, enfrenta desafíos únicos que requieren atención específica.
Estudio sobre violencia de género en mujeres mayores
Un estudio de 2019 de la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género revela estadísticas preocupantes. Alrededor del 40% de las mujeres mayores de 65 años encuestadas han sufrido violencia de género durante 40 años o más. Esta prolongada exposición a la violencia sugiere una normalización preocupante de estas experiencias.
Causas culturales y barreras para la denuncia
Muchas de estas mujeres mayores crecieron en una época que no reconocía la violencia de género, lo que afecta su capacidad para identificar y denunciar estas situaciones. La PMP subraya la necesidad de abordar estas barreras culturales y educativas para mejorar la concienciación y la denuncia.
Propuestas de la PMP para combatir la violencia de género en mujeres mayores
La PMP propone medidas concretas: aumentar la sensibilización y formación específica, establecer protocolos de detección en centros para mayores, desarrollar programas de formación para servicios especializados, y adaptar los recursos a las necesidades específicas de las mujeres mayores. Estas acciones buscan facilitar el acceso a ayuda y prevenir la revictimización.
El papel de la PMP en la representación de mayores y pensionistas
La Plataforma de Mayores y Pensionistas juega un rol crucial en representar a las personas mayores, facilitando el diálogo con entidades gubernamentales y otros actores sociales. Su enfoque en la violencia de género contra mujeres mayores es un paso vital hacia una sociedad más justa e inclusiva.
La iniciativa de la PMP destaca la necesidad urgente de actuar contra la violencia de género en mujeres mayores. A través de la sensibilización, educación y reformas estructurales, se puede avanzar hacia una solución efectiva para este problema silenciado.