La mesa por el Pacto de Salud estuvo presidida por el Lehendakari D.Imanol Pradales, D.Alberto Martínez, Consejero de Salud y D.Javier Meana Coordinador.
Cuando menos si tenemos en cuenta las palabras queel Lehendakari anterior D.Iñigo Urkullu manifestaba en el 40 aniversario del Servicio Vasco de Salud el 8 de Noviembre del 2023, “con este hito se marca el inicio de una nueva etapa, en la que se debía aplicar las mismas dosis de realismo que hasta ahora”, frente al discurso del nuevo lehendakari D.Imanol Pradales, en este nuevo Pacto de Salud que ha convocado hace breves fechas, nos parece cuando menos atractivo y rompedor estas otras declaraciones manifestadas por él mismo.
Mucho más aún cuando el anterior Lehendakari Sr.Urkullu anunciaba que el objetivo de Osakidetza es que siguiera siendo “uno de los mejores servicios de salud públicos del mundo sin exigencias desmedidas ni catastrofismos”.
Y en esto si que coinciden los dos.
Ambos cuando menos han destacado la “necesidad de obviar exigencias y catastrofismos”, en algo se parecen. Creo que apuntando en la necesidad de aplicar paños calientes antes de reconocer la herida. Cuando hay evidencias de unos malos resultados en la gestión de Osakidetza, no se pueden pedir mesura a exigencias desmedidas ni a catastrofismos. La ciudadanía entiende que aquí hay un problema que simplemente hay que resolver y con urgencia.
Al nuevo pacto del lehendakari D.Imanol Pradales asistieron sectores diversos, por parte de los sindicatos LAB, CCOO, UGT, SME, SATSE, por los Colegios profesionales Medicina, enfermería, Farmacia, Fisioterapia, Psicología, Odontología, Trabajo Social, Biología y Veterinaria, también presentes una representación del arco parlamentario con PNV, EH Bildu, PSE-EE, PP y Sumar y una representación del sector de usuarios de la Plataforma de Organizaciones de pacientes. Una complejidad de sectores sociales y académicos, quienes juntos seguro que sin frenos ni tapujos podrán determinar las medidas de soluciones precisas siempre que se trabaje con transparencias y buena voluntad.
El Sr.Pradales, manifestaba que el recién creado “Pacto de Salud” lleva a pensar en la transformación del sistema a largo plazo. Cuando por otra parte ya anunciaba la solución a problemas de fondo en un horizonte muy próximo, lo razonable es que cuando un enfermo está grave, hay que darse un tiempo necesario para no equivocarse e incumplir promesas. Transformación a largo plazo, dejando claras las etapas y los objetivos.
Recordamos las palabras de la anterior titular de salud, DªGotzone Sagarduy habiendo reconocido que Osakidetza fue capaz de resistir la terrible prueba de la pandemia para seguir cuidando de todos los ciudadanos.
El actual consejero en la mesa del Pacto de Salud D.Alberto Martínez, manifestaba sin embargo que sin un cambio sistémico, un sistema crónicamente sobrecargado y con una capacidad de respuesta limitada se verá forzado a reaccionar ante crisis recurrentes, provocando servicios deficientes, tal como ocurrió en la pandemia Covid 19.
Como ven versiones muy diferentes respecto a lo manifestado por la consejera saliente, con lo que uno saca la conclusión que alguien no dice la verdad.
Personalmente apuesto por la voluntad para esta segunda versión más acorde con los acontecimientos reinantes y a la que se suma en forma firme y ejecutiva el actual Lehendakari Sr.Pradales.
Sin alejarnos demasiado del tema que nos ocupa – y si el amable lector me lo permite- podemos llevar el simil al conflicto de la Ertzaintza en la que su Convenio regulador data del 2012, las reuniones que han planteado los sindicatos no disponen de ningún interlocutor hasta el presente y ha pasado ya más de un año desde la creación del “movimiento Ertzainas en lucha”. Este si es un conflicto que afecta descaradamente a la seguridad del ciudadano de a pie con la que está lloviendo en número de altercados en la vía pública diariamente. Ya no digamos con la entrega de algunas nuevas transferencias por parte del Estado que agravarán aún más la situación con cobertura de la Ertzaintza.
Pero este asunto es otro diferente al de Osakidetza/salud que nos ocupa hoy, que afecta a un colectivo policial de aproximadamente 8.000 personas funcionarias. Los sindicatos de la Ertzaintza ESAN, EUSPEL, SIPE y ERNE ojala estén en condiciones de jugar un papel más activo. Desde estas líneas recomiendo el mismo grado de claridad y voluntad que se exhibe en las intenciones del lehendakari con el “Pacto Salud de Osakidetza”.
El Lehendakari decía en la primera mesa del Pacto de Salud que “debemos seguir con la misma ambición de hace cuatro décadas, aplicando las mismas dosis de realismo, sin exigencias desmedidas, sin catastrofismos injustificados, debemos adecuarnos a las nuevas exigencias, derivadas del progresivo envejecimiento de la población sin conformarse con los servicios que presta porque el Gobierno Vasco cree firmemente en la mejora continua”. Palabras indudablemente bellas que podían determinar una falta en los contenidos, si estos terminan incumpliéndose.
La exconsejera Dª Gotzone Sagardui tiempo atrás indicaba que Osakidetza fue capaz de resistir la terrible prueba de la pandemia y seguir cuidando de todos los ciudadanos”, parece que el nuevo lehendakari le enmienda la plana cuando defiende reformas estructurales, es decir de fondo para evitar el deterioro continuo que en Osakidetza se esta produciendo. Y eso cuando menos es una fuerte llamada a las estructuras de su propio partido. Cuando menos atrevida su postura. Nada habitual en el PNV.
El Lehendakari D.Imanol Pradales se refirió igualmente a un sistema crónicamente sobrecargado y con una capacidad de respuesta ilimitada con una naturaleza de crisis recurrente.
Parece cuando menos que las líneas maestras de su mensaje hacen alusión a las necesidades de afrontar las enfermedades crónicas y la puesta a punto de las nuevas terapias y que los modelos de financiación estén de acuerdo con las nuevas necesidades de la población.
Creo que una visita a algunos ambulatorios, le necesidad de un nuevo hospital en la Comarca del Urdaibai o la contratación de muchos más especialistas son algunas de las prioridades, además de una clara mejora de la gestión y el manejo de los recursos.
Por otro parte conviene señalar que la ausencia total de una referencia sobre lo público, marco este Pacto por la Salud. Hay que pensar, para intentar dar en la diana, la importancia de una sanidad pública – aspecto este no referido por el Lehendakari Sr.Pradales- y los corrimientos de determinados cargos clave de Osakidetza al sector privado, con la transferencia del conocimiento que favorecerá obviamente al sector privado y perjudicará a lo público.
Una apuesta firme por el sector público sería un buen compromiso igualmente de futuro. Arreglar la sanidad pública y atender mejor a la ciudadanía es una cosa. Favorecer el trasvase de directivos desde Osakidetza al sector privado en mi opinión es una clara irresponsabilidad.
Cuando menos parece que se aceptan nuevos compromisos e igualmente se afirma sobre la mala situación actual. Cuando se defiende acometer reformas estructurales y un cambio sistémico para evitar un deterioro continuo, es que se está en el buen camino, así se reconoció en un documento que se entregó a los agentes que compusieron la mesa del Pacto por la Salud.
Los resultados -que deberán ser hechos públicos- determinarán los grados de cumplimiento. La metodología de trabajo se ha presentado en un texto de más de 264 páginas.
Mientras tanto recordando una vez más el conflicto de la Ertzaintza. Los sindicatos de la Ertzaintza ERNE,ESAN, EUSPEL, SIPE, ojala estén en condiciones de jugar un papel más activo a la vista de la nueva actitud de “arreglar” las cosas del actual Lehendakari.