Los vendedores ambulantes del Rastro, dentro de la Asociación El Rastro Punto Es, con apoyo de la Agrupación de Artesanos AGARTSANA y la Asociación Independiente de Vendedores delRastro (ASIVERAS), dicen NO a los interés oscuros y ocultos delAyuntamiento de Madrid y de su alcalde José Luis Martínez-Almeida, que quieretrasladar los puestos del Rastro a la Gran Vía de San Francisco.
Los vecinos de la Gran Vía de San Francisco 5, 7 y 9 rechazan el traslado de los puestos a su calle, propuesta que se ha tomado sin consultarles y de forma unilateral por el consistorio. “Su instalación en nuestra calle, cambiaria sustancialmente nuestra calidad de vida”. De “producirse esta instalación, verán nuestras vidas claramente alteradas”.
Los comerciantes se vuelven a manifestar otra mañana de domingo en defensa de sus puestos, de su historia, de la tradición y en contra de la especulación. Rechazan las desafortunadas declaraciones de Almeida, un político que ha engañado con unos pactos para la reconstrucción de la ciudad, que solo buscaba silenciar a la oposición.
El Ayuntamiento está empeñado en crear mini mercadillos que estan aislados entre sí
Desde suequipo de Gobierno, se está dando una versión totalmente distorsionada, de lapropuesta de reapertura del Rastro por parte de los vendedores, al que acusande no ser “fiel a la verdad de lo planteado por parte de las asociaciones querepresentamos a la inmensa mayoría de los vendedores del Rastro de Madrid”.
Losvendedores vuelven a alzar su voz para reclamar que escuche su propuesta, porquese ajustan a la normativa sanitaria de la Comunidad, y además “es justa,equitativa y muy generosa”.
El Ayuntamientoestá empeñado en crear cinco mini mercadillos que estén aislados entre sí. Reestructurandoy deslocalizando los puestos habituales a otros emplazamientos constituyendo cincozonas, que no son si no guetos desconectados entre sí y del resto del espacioque compone el rastro de Madrid.
Almeida pretende crear un nuevo modelo de Rastro, que arrasa con 300 años de historia y cultura, instaurando dos modelos: uno de tránsito libre para establecimientos fijos, que podrán sacar su género a sus puertas; y otro para los comerciantes ambulantes, que estarían encajonados entre vallas en cada uno de los cinco mini mercadillos, y que tendrían un control de aforo de los visitantes, exclusivamente para ellos.
Todo hace indicar que se prefieren terrazas y pisos turísticos a los puestos del mercadillo
En esta tercera propuesta, los puestos se distribuirían de la siguiente forma: C/Ribera de Curtidores, en una sola acera con 147 puestos, en el Distrito Centro; otros 28 puestos en C/ Ribera de Curtidores en el Distrito de Arganzuela; Plaza del Campillo del Mundo Nuevo con 52 puestos, Plaza del General Vara del Rey con 74 puestos, y 196 puestos en la C/ Gran Vía de San Francisco (que sustituye a los 68 puestos de la C/ Gasómetro, de la anterior propuesta).
Esta últimazona está a 20 minutos andando del epicentro del Rastro. En totalsuman un 50% de los puestos, pero muy alejados de sus ubicaciones habitualesque es donde tenemos fidelizada la clientela. Además, los titularesentrarían en un sorteo, para ver donde les tocaría instalar sus puestos cada 15días.
Estos cinco guetos, que estarían totalmente separados del resto del Rastro, tendrían una sola entrada y salida unidireccional. Se tendrían que vallar y recoger cada domingo y tener un control del aforo de los visitantes, tareas todas que el Ayuntamiento pretende que realicen los vendedores, o en su defecto contraten una empresa de seguridad privada. Iniciando de esta forma la privatización del Rastro. Algo inadmisible porque el Rastro es de gestión pública.
Las terrazas de la Plaza de Cascorro
La tercerapropuesta del Ayuntamiento de Madrid sigue eliminando los puestos de múltiplescalles, inferiores a 10 m de ancho, pero es que incluso suprimen todos lospuestos de la Plaza de Cascorro, (un referente para todo visitante, porquele da nombre al Rastro) de la Ronda de Toledo, y dejan una sola hilera depuestos en la C/. Ribera de Curtidores, zonas todas ellas donde hay suficienteespacio para situar los puestos al 50% y cumplir con las medidas de seguridad.
Todo haceindicar que se prefieren terrazas y pisos turísticos a los puestos delmercadillo. ¿Es por eso porque en estas calles históricas del Rastrono se puede instalar los puestos y si trasladar casi 200 de ellos a la Gran Víade San Francisco?
Si hubiera habido voluntad política, el Rastro de Madrid llevaría ya más de un mes abierto. ¿Qué intereses inconfesables tienen para no aceptar la propuesta de las Asociaciones de vendedores?
El Rastro es un organismo vivo, lleno de color y alegría, que se ha venido adaptando a las nuevas situaciones y cambios sociales, pero siempre manteniendo su esencia. Siempre ha sigo objetivo para reducir su espacio y reconfigurarlo por diversos gobiernos municipales por diversos intereses, entre ellos urbanísticos. Pero los vendedores con el apoyo de la ciudadanía siempre han logrado defenderlo, como mercadillo histórico para gozo y disfrute de la generaciones actuales y para herencia de las venideras
Los vendedores del Rastro de Madrid son los primeros interesados en velar por la salud de todos los visitantes. Por eso se han auto limitado voluntariamente desde el principio, a instalar solo el 50% de los puestos hasta que se dé por finalizada la crisis de la Covid-19.