No es crisis, es saqueo

28 de Noviembre de 2016
Actualizado el 02 de julio de 2024
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pobreza
Una anciana murió hace unos días en el incendio de un domicilio en la catalana ciudad de Reus. Causó el fuego una vela con la que la mujer apenas se iluminaba. Y utilizaba una vela porque la suministradora eléctrica le había cortado la luz por impago. Y no pagaba porque no podía. Era una mujer pobre.La lista de víctimas de la llamada crisis es variada, inacabable. Como botón de muestra, el año pasado en España, Caritas tuvo que ayudar a casi dos millones de personas en riesgo de exclusión social. Y hoy hay en España casi 1.800.000 pobres más que en el año 2009, según 'El estado de la pobreza' que publica la Red Europea de Lucha contra la Pobreza en España (EAPN). Hoy, en un país de 46 millones de habitantes, algo más de 13 millones de personas están en riesgo de exclusión social. Casi el 29% de población.Ahondando, resulta que la mentada crisis, que tantas víctimas causó y causa, fue una estafa al principio. Grandes bancos y entidades financieras (Bank of America, Citigroup, Barclays Nomura, Merrill Lynch & Co, Goldman Sachs...) vendieron hipotecas por valor de 190.000 millones de dólares; hipotecas cuyos titulares no pagarían intereses y jamás podrían amortizar. Porque en la formación de la burbuja inmobiliaria de EEUU, desde 2006 bancos y otras entidades financieras daban hipotecas a cualquiera sin comprobar su solvencia. La crisis propició cambiar las reglasEsas hipotecas incobrables, justamente denominadas “basura”, se camuflaron en títulos de deuda mezcladas con otros activos. Vendidos a millones por todo el mundo esos títulos, con hipotecas-basura encubiertas, envenenaron todo el sector financiero global. Pero, al comprobar que los Estados acudían raudos al rescate financiero con una inmensa derrama de miles de millones de dólares o euros, las élites vieron que podían beneficiarse aún más.La crisis devino entonces saqueo organizado de bienes, derechos e intereses de la ciudadanía. Que se ha denominado elegantemente transferencia de rentas de abajo hacia arriba. Lo explicó el columnista estadounidense Harold Meyerson: Cuando el aumento de beneficios se frenó en los 70, los ricos cambiaron los sistemas de impuestos, cambiaron las reglas de las finanzas y redujeron o eliminaron la negociación colectiva de los trabajadores. Para apropiarse de un gran pedazo de la renta nacional de EEUU.Pero no solo en EEUU.En esa apropiación de la tarta, la ayuda pública al sector financiero (que provocó la crisis) fue enorme. En España en 2011, por ejemplo, las ayudas públicas al sector financiero sumaron 84.200 millones de euros. Los Estados se endeudaron. Pero las élites no tenían bastante y entonces, (especialmente en la Unión Europea) impusieron la austeridad fiscal como dogma indiscutible de obligado cumplimiento. Para asegurar el pago de los intereses de la deuda contraída para rescatar al sector financiero. Y de paso quitar a la gente parte de lo conseguido en derechos y distribución de la riqueza desde los años 50. Lo decía de cháchara en la charcutería una abuela del barrio de Arganzuela de Madrid: No pueden ver que al obrero le vaya bien. Textual. Menos Estado de Bienestar para especular másLas élites no reconocieron que, además de ser responsables del desastre financiero, el sistema había entrado en fase negativa por su propia dinámica (como anunció Marx) y falsearon la realidad: Hubo crisis porque la gente (con los Estados) habían vivido por encima de sus posibilidades. Por tanto, urgía reducir el Estado del Bienestar por ser incompatible con el progreso económico.Entonces exigieron privatizar el sector público, reducir o suprimir gastos e inversiones sociales, rebajar salarios y eliminar molestos derechos laborales. Además de reducir los impuestos a los ricos, por supuesto, individual y familiarmente, a sus fundaciones, grandes empresas y corporaciones. Según los gurús neoliberales, esas medidas aseguraban el crecimiento económico. Pero parece que no ha ido así. 
Sobre el mito para justificar que los ricos paguen menos impuestos, porque el dinero que se ahorran de impuestos lo invierten y crean empleo, el estudio Where the Rich are Keeping their Money de Market Watch, empresa que analiza los mercados, informó que la enorme cantidad de dinero que los súper-ricos atesoran (incluidos impuestos ahorrados) no se invierte en economía productiva. El 90% de esas fortunas se dedica a comprar propiedades inmobiliarias, bonos del Estado y a especular. Sólo invierten un 1% en crear nuevas empresas que proporcionen empleo, aunque según la encuesta Mendelsohn Affluent Survey, más generosa, esa inversión productiva alcanzaría el 2%.Que es así lo demuestra que un medio tan cercano a los muy ricos como The Wall Street Journal publicó que el gran ahorro para las rentas superiores por la rebaja de impuestos a los ricos que aprobó el gobierno de Bush “condujo al peor periodo de creación de empleo en la historia reciente del país”.La exigida contra-reforma capitalista contra el pretendido derroche social arrancó en 1979 con Margaret Thatcher en Reino Unido y Ronald Reagan en EEUU en 1980. Y religiosamente enseguida se aplicó en Occidente. En Alemania, democristianos y liberales, gobernantes desde 1982, impusieron el rigor monetario a costa de un elevado desempleo. En Francia, los socialistas se convirtieron al neoliberalismo desde 1984, y ellos y sus sucesores conservadores en el gobierno suprimieron el impuesto sobre grandes fortunas, privatizaron empresas estatales y facilitaron el despido. En España el PSOE, que gobernaba desde 1982, hizo algo muy parecido bajo la dirección de ministros social-liberales como Pedro Solbes o Carlos Solchaga, privatizando empresas del sector público que funcionaban muy bien y recortando partidas presupuestarias sociales Financiarización y casino globalComo explica David Harvey, para obtener más beneficios, difíciles por la sobreproducción, se optó por convertir en mercancía todo lo que se mueve, incluidos ámbitos y servicios hasta entonces alejados y fuera del mercado. Además de convertir bonos y derivados financieros de esas mercancías en activos que vender y comprar en bolsas, mercados de capitales y banca en la sombra. Fue la financiarización de la economía, el imperio de la especulación financiera, el casino global. Del gigantesco aumento de esa financiarización da cuenta que por cada dólar que se invierte en economía productiva, se dedican 120 dólares a especular. Que la especulación desaforada perjudica a la gente es evidente en la compra y venta de activos financieros relacionados con materias primas y alimentos básicos. Esa especulación provocó en 2008 un aumento del precio de alimentos básicos que provocó una feroz hambruna y que aumentaran las personas que sufrían hambre de nuevo hasta 1.000 millones, cuando se había reducido un tiempo antes a 850.Otra amenaza del aumento desaforado de especulación financiera es el estallido de burbujas que generen más crisis y la consiguiente recesión. No es un peligro hipotético.En esa búsqueda de beneficios del capitalismo neoliberal tiene un papel principal la desposesión (quitar, apropiarse) de los bienes y servicios que aseguran el ejercicio y respeto de los derechos humanos de la gente. Desde los años 80, los instrumentos para obtener esos beneficios por desposesión y transferencia de rentas de abajo (la gente) hacia arriba (élites) han sido la venta de empresas estatales, la privatización de servicios públicos, la austeridad fiscal, la deuda como modo de dominio y la corrupción sistemática, que priva a la ciudadanía financiación necesaria para atender sus necesidades y sean realidad tagible sus derechos sociales. Más desigualdadUn indicador del saqueo perpetrado en los años de crisis es el nivel de desigualdad que crece imparable, como han publicado diversas entidades y fuentes.A principios de esta década, siglo y milenio, 388 multimillonarios poseían la mitad del planeta, pero en 2011, ya solo eran 117, el año pasado 80 y, como denuncia Oxfam Intermón, hoy los mega-ricos cabrían con holgura en un autobús no muy grande. Los ricos han multiplicado de modo exponencial su inmensa fortuna y son menos, porque la riqueza se concentra en menos manos.En el otra cara de la realidad, datos de la agencia Thomson Reuters, publicados por The Financial Times, muestran, por ejemplo, que en España el salario real se ha reducido un 25% . Según Eurostat, en 2008 el sueldo anual medio español era 21.000 euros brutos, hoy, 19.000. En ocho años, el sueldo anual medio no solo no ha aumentado sino que ha perdido 2.000 euros anuales. Y eso sin meternos en honduras de pérdidas de renta social por recortes en sanidad, educación, atención social, ayuda a desempleados, atención a dependientes...¿Es o no un saqueo esta crisis?
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