El PSOE de Segovia, a través de su secretario general, José Luis Aceves, ha manifestado el total respaldo y apoyo del partido y el suyo personal a las personas afectadas en Basardilla y Torrecaballeros, "por la negativa del párroco -parece ser por instrucciones del obispado- de permitir la comunión en la iglesia por su condición sexual y estar casados con personas del mismo sexo. Esperamos, además, que sea un hecho aislado y no sea una práctica extendida a otras parroquias de la provincia, lo que convertiría la situación en una cuestión grave".
Los socialistas apelan al "respeto a la iglesia católica, y a la ciudadanía de vivir las prácticas religiosas que estimen oportunas, en un estado aconfesional con el español según nuestra Constitución, y desde las buenas relaciones institucionales mantenidas entre el PSOE de Segovia y el obispado", pero piden al nuevo obispo, Jesús Vidal Chamorro, "que en su próxima llegada a nuestra provincia, tome con atención esta situación de discriminación y que no permita que se extienda el odio por la condición sexual de algunos feligreses, en una provincia tolerante y respetuosa, como es Segovia".
Aceves recuerda que la legislación en nuestro país tiene tipificados los delitos de odio por orientación sexual y está convencido que esta situación "terminará de raíz, ya que nadie desea caminar por esa senda".
Mario Calvo y José María López en Basardilla y Rubén García, alcalde de Torrecaballeros, han denunciado públicamente la situación, según explican desde PSOE de Segovia. "Ellos desean en su libertad religiosa, participar en las celebraciones católicas con total normalidad y además son socialmente personas reconocidas, buena gente, que no son partícipes de ninguna cuestión reprochable".
Por ultimo, el secretario provincial del PSOE ha apelado a la solidaridad de otras formaciones políticas, en especial al PP, "para que manifiesten públicamente su apoyo para que impere la cordura, la sensatez, en pleno siglo XXI, y terminar con estas prácticas, ya que votantes, militantes, cargos públicos de cualquier formación, como es lógico en nuestra sociedad, tienen la condición sexual que desean, se casan o viven en pareja con quien deciden y ejercen con libertad las prácticas religiosas que estimen oportunas".