Catorce proyectos españoles han llegado este año a la final de los Premios Europeos a la Innovación Política, la cifra más alta conseguida por nuestro país desde que estos galardones se crearon en 2017. El reconocimiento, impulsado por la organización Capital Europea de la Democracia, destaca cada año las mejores iniciativas políticas de toda Europa que, más allá del discurso, aportan soluciones reales a problemas cotidianos.
Estos premios no valoran siglas ni ideologías, sino resultados. Por eso, entre los finalistas encontramos desde ayuntamientos pequeños hasta ministerios, pasando por universidades, diputaciones o incluso asociaciones civiles. Todos ellos tienen algo en común: han sido seleccionados por un jurado compuesto por más de 1.000 ciudadanos y ciudadanas de distintos países europeos, que han valorado su impacto social, su originalidad y su capacidad para mejorar vidas.
Soluciones prácticas para problemas reales
Los proyectos seleccionados abarcan seis de las ocho categorías de los premios: desarrollo local, salud pública y envejecimiento, educación, tecnología aplicada a la democracia, economía circular y protección del medio ambiente.
Entre los finalistas, destaca el programa Campus Rural del Ministerio de Transición Ecológica, que lleva a estudiantes universitarios a hacer prácticas en pueblos en riesgo de despoblación. También el sistema de Cajeros Rurales de la Diputación de Guadalajara, que ha devuelto servicios financieros básicos a zonas sin bancos. Ambos proyectos buscan revitalizar la España vaciada con soluciones concretas.
En el ámbito sanitario, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha apostado por un sistema pionero de “recetas” que conectan salud y bienestar a través de actividades cívicas, mientras que el Ayuntamiento de Madrid ha desarrollado un sistema de inteligencia artificial, Proyecto Paloma, capaz de detectar de forma temprana casos de soledad no deseada entre mayores.
En educación, el Ayuntamiento de Bilbao transforma patios escolares en espacios comunitarios, y DOCHECK! enseña a adolescentes a detectar bulos en internet. El programa contra bandas juveniles en Villaverde también ha sido finalista por su enfoque preventivo e integrador.
Tecnología, medio ambiente y alianzas público-privadas
Otros proyectos apuestan por la tecnología como herramienta democrática. Puntos Vuela, de la Junta de Andalucía, ofrece formación y acceso digital en zonas rurales, mientras que Palumba, una app de voto joven impulsada por la Generalitat catalana, ayuda a los usuarios a conocer qué partidos comparten sus valores.
En economía circular, destaca La Nave 51 en Paiporta, un centro logístico creado tras una gran inundación para canalizar ayuda de forma eficiente, o Manresa Il·lumina, donde empresas colaboran en la producción de energía solar local.
En protección medioambiental, el Barcelona Supercomputing Center ha logrado colarse en la final con dos proyectos punteros de medición y predicción de la calidad del aire: VITALISE y CALIOPE, ambos basados en datos en tiempo real.
Estos son los 14 proyectos finalistas:
En la categoría de Desarrollo local:
● Campus rural (Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico): programa de prácticas que conecta a estudiantes universitarios con comunidades rurales para impulsar el desarrollo local y combatir la despoblación.
● Cajeros Rurales (Diputación de Guadalajara): instala cajeros automáticos inteligentes en zonas rurales en riesgo de despoblación, garantizando el acceso a servicios financieros esenciales en todo el territorio.
En la categoría Salud pública & Envejecimiento activo:
● Receta Centro Cívico (Ayto. de Vitoria-Gasteiz): proyecto que conecta los centros de salud con los centros cívicos para promover el bienestar integral mediante la prescripción personalizada de actividades saludables.
● Proyecto PALOMA (Ayto. de Madrid): Sistema de detección temprana de casos de soledad no deseada en personas mayores, basado en IA y procesamiento de lenguaje natural, que genera conversaciones telefónicas realistas con voz humana
En la categoría Educación:
● DOCHECK! (Fund. Cibervoluntarios y Min. de Asuntos Sociales): proyecto educativo que ayuda a adolescentes a desarrollar pensamiento crítico y habilidades digitales para identificar la desinformación y moverse con más confianza en el entorno digital.
● Patios Abiertos (Ayto. de Bilbao): transforma los patios escolares en espacios comunitarios inclusivos que fomentan el aprendizaje informal, la conexión intergeneracional y el empleo juvenil.
● Programa de Prevención de Conflicto Juvenil (Ayto. Madrid): ayuda a la infancia y juventud de Villaverde a mantenerse alejada de las bandas mediante educación temprana, apoyo personalizado y estrategias de reintegración a largo plazo.
En la categoría Tecnologías de la Democracia:
● Puntos Vuela: proyecto que acorta la brecha digital en zonas rurales de Andalucía, proveyendo a los pueblos con formación gratuita en competencias digitales y acceso a la tecnología para su desarrollo social y económico.
● Palumba (Palumba EU & Generalitat de Catalunya): Aplicación informativa de voto que ayuda a los jóvenes europeos a descubrir candidatos que se alinean con sus valores, haciendo que la participación política sea divertida, intuitiva y accesible.
En la categoría Economía Circular :
● Manresa Il.lumina (Ayto. & Asociación Empresarial de Manresa): empresas del polígono industrial de Bufalvent implementan un modelo colaborativo de energía solar, fomentando la generación eléctrica a nivel local de forma sostenible.
● La Nave 51 (Ayto. de Paiporta & GBGE): centro logístico humanitario a gran escala que a través del sistema de Solidaridad Circular minimizó el desperdicio y maximizó la eficiencia y aprovechamiento de la ayuda tras la Dana de Valencia.
● La lavandería humanitaria (Miele, GBGE y Ayto. de Paiporta): Tras la DANA en Valencia, se instaló una lavandería industrial en el lugar del desastre para recuperar toneladas de ropa embarrada por la riada de forma gratuita para los afectados.
En la categoría de Protección medioambiental:
● VITALISE (Barcelona Supercomputing Center): sistema avanzado de evaluación del impacto del tráfico sobre la calidad del aire y la salud pública, apoyando la planificación urbana basada en datos y la reducción de la contaminación.
● CALIOPE: (Barcelona Supercomputing Center): sistema avanzado de monitoreo y predicción de la calidad del aire en tiempo real.
Un mensaje claro desde Europa: sí se puede innovar en lo público
David Leal, representante español de los premios, destaca que “estos proyectos no solo tienen impacto directo, sino que demuestran que la innovación también puede venir desde lo público, desde lo colectivo, y servir para resolver retos enormes con creatividad”.
Por su parte, Edward Strasser, director de los premios, ha subrayado que cada vez hay más ejemplos de colaboración entre administraciones públicas y entidades privadas o ciudadanas. “Muchos de estos proyectos surgen porque hay misiones comunes: reducir emisiones, digitalizar zonas rurales o cuidar a quienes más lo necesitan. Ninguna administración puede hacerlo sola”.
Los ganadores se conocerán el 17 de septiembre en una gala celebrada en el Ayuntamiento de Viena. Pero pase lo que pase, España ya ha logrado algo importante: demostrar que la política también puede ser útil, creativa y transformadora. Y que hay muchas maneras de hacer las cosas bien, si se pone a las personas en el centro.