El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha estimado conceder la incapacidad permanente absoluta a una contable con síndrome fatiga crónica post-Covid. La Sala Social también ratifica la decisión de un juzgado de Oviedo que declaró su derecho a percibir una prestación económica del 100% de una base reguladora de 1.825,53 euros mensuales más las revalorizaciones correspondientes.
El informe médico diagnosticó a la demandante, de profesión contable, síndrome de fatiga crónica post-Covid y cefaleas persistentes. El tribunal recuerda que la inhabilitación completa para todo trabajo exige que la trabajadora, tras someterse al tratamiento prescrito, “presente reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral”; y añade que no habrá “posibilidad de recuperación de la capacidad laboral de la persona incapacitada, si dicha posibilidad se estima médicamente como incierta o a largo plazo”.
En este caso, la Sala señala que la mujer padeció una neumonía bilateral provocada por el covid y tras el alta hospitalaria, comenzó a presentar un cuadro de astenia y cefaleas intensas, diagnosticado como síndrome de fatiga crónica post-covid, con una evolución patológica negativa. Unos datos que, según los magistrados, son “reveladores de una sintomatología formada por cefaleas intensas y frecuentes, deterioro cognitivo, cansancio y manifestaciones de ansiedad y depresión”. Estas secuelas tienen una “gran incidencia negativa en la capacidad laboral de la trabajadora”.
Por todo ello, “la sentencia de instancia procedió a la valoración conjunta y su conclusión favorable al reconocimiento de la incapacidad permanente absoluta no resulta desautorizado por las alegaciones de la Entidad Gestora”, concluye la Sala.