Un hombre de 58 años murió el pasado lunes mientras trabajaba en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Majadahonda. Aunque su caso no figura aún en las estadísticas del mes de mayo del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (IRSST), su muerte engrosa la larga lista de víctimas por siniestralidad laboral en la Comunidad de Madrid, una región que ya acumula 39 fallecimientos en los cinco primeros meses de 2025. El caso pone de nuevo el foco sobre la falta de medidas efectivas y la demora en la actualización de los datos, lo que, según los sindicatos, “invisibiliza” parte del problema.
El trabajador fallecido en Majadahonda sufrió una caída mortal al precipitarse desde unos seis metros de altura en el interior de las instalaciones. Según fuentes sindicales, no era la primera vez que se advertía de condiciones de riesgo en ese entorno. Aunque el suceso se produjo en el mes de junio, los últimos datos publicados por el IRSST corresponden a mayo, lo que deja fuera este último caso.
Cinco muertes en mayo
Durante el mes de mayo, según el balance oficial, se registraron cinco accidentes laborales mortales en la Comunidad de Madrid, todos ellos en el sector servicios. Tres de los fallecimientos ocurrieron durante la jornada laboral y los otros dos fueron accidentes in itinere, es decir, durante el trayecto de ida o vuelta al trabajo. Con estos cinco casos, la cifra total de personas fallecidas en accidente laboral asciende ya a 39 en lo que va de 2025, cinco más que en el mismo periodo del año anterior.
Aunque desde el Gobierno regional se ha destacado que la cifra de mayo representa un descenso del 28% respecto al mismo mes de 2024, los sindicatos subrayan que el acumulado anual es lo que debería generar “alarma”. Pedro Fuentes, secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente Digital de UGT Madrid, advierte que “cada muerte en el trabajo es una tragedia que se podría haber evitado. No podemos tratar estos hechos como inevitables”.
La patología no traumática como principal causa
Uno de los datos más significativos del informe de mayo es que la principal causa de muerte en el trabajo continúa siendo la denominada “patología no traumática”: infartos, derrames cerebrales u otras dolencias relacionadas con el sistema cardiovascular. De los 39 fallecidos hasta la fecha en 2025, 21 murieron por estas causas.
“Las condiciones laborales están deteriorando la salud de las personas hasta el punto de provocarles la muerte”, denuncia Pedro Fuentes. “Hablamos de infartos y derrames cerebrales que se producen en pleno horario laboral. Esto no es casualidad: es el resultado de años de estrés, de presión, de inseguridad”, añade.
UGT Madrid recuerda que lleva años reclamando que se reconozca de forma oficial el impacto que tiene la salud mental en la siniestralidad laboral. En palabras de Fuentes, “el estrés, la ansiedad y la depresión están detrás de muchas de estas patologías. Pero mientras no se evalúen los riesgos psicosociales con rigor, seguiremos enterrando trabajadores sin aprender nada”.
Exigen medidas estructurales
Desde el sindicato se insiste en que el problema no es coyuntural, sino estructural. Por ello, exigen una reforma urgente de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que lleva casi 30 años en vigor y que, según denuncian, “no responde a la realidad actual del mundo del trabajo”.
“Es una norma que no contempla los riesgos derivados del teletrabajo, de la digitalización o del cambio climático. La prevención no puede seguir anclada en los años noventa”, afirma Fuentes.
Además, UGT reclama la creación de las figuras del delegado o delegada de prevención sectorial y territorial, especialmente en aquellos centros sin representación sindical. “Está demostrado que donde hay presencia sindical, hay más control, más vigilancia y menos accidentes”, recuerda.
Otra de las reclamaciones urgentes es el refuerzo de medios técnicos y humanos tanto en la Inspección de Trabajo como en el propio IRSST. “Sin recursos, las leyes son papel mojado”, señala Fuentes.
Más de 6.700 accidentes en un mes
Los datos del IRSST indican que en mayo se produjeron 6.727 accidentes laborales en la Comunidad de Madrid. De ellos, 6.676 fueron leves, 46 graves y 5 mortales. A estos hay que añadir 860 accidentes in itinere, que incluyen los dos fallecimientos ya mencionados. En total, solo en ese mes, 7.587 personas sufrieron algún tipo de siniestro relacionado con su trabajo.
El sector servicios, como viene siendo habitual, es el más afectado. Acumuló el 74% de los accidentes totales. Pero también la industria y la construcción siguen registrando cifras elevadas, especialmente en lo que respecta a accidentes graves.
UGT Madrid denuncia que, pese a estos datos, las políticas públicas siguen sin priorizar la salud laboral. “Estamos ante una sangría silenciada. La siniestralidad laboral no ocupa portadas, pero sigue matando. Y lo peor es que muchas de esas muertes podrían haberse evitado”, subraya Fuentes.
Una muerte más que no contará… por ahora
El fallecimiento del trabajador en Majadahonda no aparecerá aún en ningún balance. Se sumará en el informe de junio, cuando ya haya pasado un mes y la atención pública esté centrada en otra cosa. Pero, para su familia y compañeros, la pérdida es inmediata. Como lo es para quienes conocen la historia de cerca.
Desde UGT insisten en que este desfase en los datos no es trivial. “El hecho de que no se recoja en el balance actual lo convierte en una muerte invisible a ojos de la administración. Pero cada muerte importa. Y cada retraso en actuar, también”, lamenta Fuentes.
En lo que va de 2025, ya son 40 las personas que han muerto en la Comunidad de Madrid por el simple hecho de trabajar. El número podría seguir aumentando si no se toman decisiones valientes. Porque detrás de cada estadística hay una vida truncada. Y muchas veces, una muerte anunciada.