Diez competencias clave para liderar y sobrevivir a la revolución de la IA en España

Estas diez competencias pretenden ofrecer una hoja de ruta para impulsar la adopción de la inteligencia artificial de forma sostenible y adaptada a las necesidades de nuestra sociedad, y sobrevivir al intento

25 de Abril de 2025
Actualizado a las 11:29h
Guardar
Inteligencia Artificial competencias
Foto: FreePik

En un entorno marcado por una rápida evolución tecnológica y recordando que la Constitución dice que España es un “estado social y de derecho”, al igual que la Unión Europea, las organizaciones y profesionales españoles requieren de un conjunto de habilidades que vaya más allá del conocimiento técnico. Y es que no somos ni una sociedad donde gana el que dispara más rápido, ni una sociedad de política y economía planificadas; somos una sociedad antigua y garantista. En el Mediterráneo se hablaba de filosofía hace más de tres mil quinientos años, cuando, salvo en Mesopotamia y China, la humanidad aún no había salido del neolítico. Y eso se lleva en los genes.

Desde la responsabilidad socioeconómica y la gobernanza ética hasta la capacidad de aprendizaje continuo y la construcción de una marca personal de confianza, estas diez competencias pretenden ofrecer una hoja de ruta para impulsar la adopción de la inteligencia artificial de forma sostenible y adaptada a las necesidades de nuestra sociedad, y sobrevivir al intento.

Responsabilidad socioeconómica y adaptación local de la IA

En un país marcado por su tejido de pymes y cooperativas, es preciso impulsar la IA sin reproducir los modelos de Silicon Valley. Y es esencial para evitar que solo unos pocos se beneficien aprovechando el fracaso de muchos. Se trata de diseñar proyectos con acceso democrático, cláusulas de reinversión comunitaria y métricas de “valor compartido” que midan empleos creados, formación impartida y retorno social. Y es que en sintonía con lo que ahora se llama trumpismo, los gurús tecnológicos venden, a todos, que nos auto-exprimamos como una naranja, y si tienes suerte y les caes bien, te comprarán lo que les interese.

Ética y gobernanza de la IA: transparencia y cumplimiento legal

Con la entrada en vigor del Reglamento Europeo de IA y la adaptación del RGPD, conocer el marco normativo es más urgente que nunca. Auditorías periódicas, checklists de sesgo y documentación de decisiones automatizadas te asegurarán sistemas “fiables” y salvarte de responsabilidades.

Alfabetización en datos e inteligencia artificial

No basta con utilizar ChatGPT o herramientas visuales de autoaprendizaje sin más. Hay que entender cómo se generan los sesgos o cuándo un modelo interpreta mal los datos. Esta es la base para cualquier implementación e interpretación rigurosa.

La formación y auto-formación ha de ser continua y constante. Sólo así tendrás el “data storytelling” y conseguirás tu autonomía de como profesional.

Pensamiento crítico y verificación

La IA puede dar respuestas seguras y convincentes, pero repletas de “sinsentido”; o una “pájara”, como dicen los ciclistas. Conservar espacios sin ayuda algorítmica para la resolución de problemas y dominar los fundamentos de cada disciplina —marketing digital, derecho o estadística— permite discriminar entre propuestas útiles y meras “alucinaciones” de la máquina. Dicho de otra manera, se consiguen más y mejores resultados cuando más culto se es y más formado se está.

Colaboración interdisciplinar y comunicación

Solo se sobrevivirá si se integra y te integras con equipos jurídicos, de ingeniería, negocio y diseño de experiencia. Esto exige un lenguaje común. Dedicar tiempo a Workshops colaborativos, mapas de procesos y jornadas con usuarios y consumidores para crear un entorno de comprensión mutua, donde cada parte traduce sus hallazgos sin pérdida de precisión técnica ni legal.

Comprensión de la psicología humana

Aunque la IA detecta patrones de comportamiento, solo un humano puede interpretar matices emocionales y motivaciones profundas. La escucha activa y el planteamiento de preguntas abiertas en las reuniones revelan tensiones y oportunidades de negocio que un modelo algorítmico jamás captaría.

Pensamiento sistémico

Las soluciones de IA operan como ecosistemas de agentes, protocolos y flujos de trabajo. Dibujar el proceso completo —desde la entrada de datos hasta la entrega de resultados y el feedback posterior— ayuda a optimizar cada componente y a prevenir errores y cuellos de botella. Empieza siempre con papel y lápiz.

Resolución creativa de problemas

Te medirán por tu creatividad, no por lo largos que sean tus informes. Frente a la mera optimización de lo existente, cuestionar enfoques convencionales y experimentar rutas alternativas genera saltos de eficiencia.

Capacidad de aprendizaje continuo

Con un sector en permanente evolución, es preciso equilibrar la formación y la práctica. Aunque ahora está de moda el providencialismo cristiano en los actores políticos y sociales, recuerda siempre a Darwin; sobrevive el que mejor y más rápido se adapta.

Influencia y marca personal

En un universo saturado de contenido automatizado, solo quienes construyen una reputación de confianza destacan. Definir un área de experiencia, compartir insights originales en redes o reuniones internas y adaptar el mensaje a cada audiencia consolidan una voz reconocida y resistente a modas tecnológicas.

Y cuando alguien te hable de marca personal de confianza y lo acompañe de citas y “palabros” en inglés, recuerda que en Castilla, hace ya setecientos años, Patroclo explicaba al Conde Lucanor que era eso de la “fama”.

En conjunto, estas diez competencias forman un mapa de ruta para que tú como profesional pero también empresas y administraciones públicas puedan abrazar la IA y digerir bien este nuevo escenario. Practicarlas de manera simultánea y progresiva garantizará un desarrollo sostenible y adaptado a la realidad española.

Lo + leído