Tras la reciente quincena de presentaciones navideñas de las inteligencias artificiales más punteras, el panorama de los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM) se ha vuelto tan competitivo como una final de reality show.
El envite lo fabricó y publicitó OpenAI, buscando dejar atrás a la competencia, y sin embargo, le ha salido el tiro por la culata.
ChatGPT de OpenAI: El Ícaro de la IA
OpenAI, con su emblemático ChatGPT, parecía destinado a reinar en el Olimpo de las IA. Sin embargo, su reciente modelo, con un módico precio de 200 dólares al mes, y de uso limitado, ha dejado a más de uno rascándose la cabeza. La promesa de un SORA revolucionario se quedó en eso: una promesa. Con una ventana de contexto que apenas alcanza los 32K tokens en su versión estándar y 128K en la "premium", se ha quedado rezagado frente a competidores que ofrecen hasta 1M de tokens de forma gratuita.
Les hemos visto su gran debilidad; la poca capacidad de proceso que han ido tapando con soberbia y griterío.
Bueno, y aunque se digan a sí mismos que son una especie de fundación sin ánimo de lucro dedicada al servicio de la humanidad, la fotografía que han dado no es otra que la de peseteros. Tanto por el tema de los precios, como porque se han apresurado a vender su IA a los militares americanos.
Además, su obsesión por la corrección política (blanca y americana) lo hace tan entretenido como una tarde de domingo con un testigo de Jehová. Ideal para informes técnicos, pero si buscas frescura y creatividad, mejor prueba suerte en otro lado.
Google al Ataque: NotebookLM y Gemini
Google ha aprovechado la ocasión para ajustar cuentas y lo ha hecho con estilo. Su NotebookLM es el sueño húmedo de cualquier investigador: 1M de tokens de ventana de contexto en su versión gratuita, capacidad para manejar 50 documentos de hasta mil páginas cada uno, resume, genera notas, investiga y, por si fuera poco, la habilidad de generar podcasts a partir de la documentación. Por otro lado, Gemini 2.0 ha demostrado ser el verdadero Jedi de las IA, superando a ChatGPT incluso en sus versiones gratuitas. Con acceso a internet, visión a través de la cámara e interacción por voz, no deja espacio para quejas. Eso sí, su censura pro americana es notable, aunque sin llegar al puritanismo de su competidor.
Grok de Elon Musk: El Comodín Sorpresa
Elon Musk no podía quedarse fuera de esta fiesta y ha irrumpido con Grok-2, una IA que ha sorprendido a propios y extraños. Sus habilidades en generación de imágenes y análisis de noticias en tiempo real le dan un aire fresco al panorama. Además, su integración con "X" (antes conocido como Twitter) y un nivel de censura más relajado lo hacen atractivo para quienes buscan menos filtros y que les valoren las noticias en tiempo real. Sin embargo, aún le falta camino por recorrer en cuanto a funcionalidades para competir de tú a tú con los gigantes.
Anthropic y Amazon: Los Espectadores Silenciosos
Mientras tanto, Anthropic ha decidido observar desde la barrera, enfocándose en su nicho literario, al igual que Amazon, que sigue centrado en la programación. Ambos han optado por no unirse a esta batalla campal de diciembre de 2025, quizás esperando el momento oportuno para lanzar su jugada maestra.
Llama 3.3 y Mistral: Los Rebeldes Open Source
En el rincón de los modelos de código abierto, Llama 3.3 y su universo se posicionan ligeramente por debajo de GPT-4o, cada uno con su propia especialización.
Destaca Mistral por su crecimiento constante y su apuesta por herramientas propias y acceso a internet. Aunque todavía no compiten directamente con los grandes, están trazando su propio camino en el ecosistema europeo.
El futuro de las IA y las expectativas humanas
El deslumbrante avance de las capacidades de los LLM contrasta con las necesidades del consumidor medio, que han crecido a un ritmo mucho más modesto. Crear superinteligencias capaces de ganar olimpiadas matemáticas parece un esfuerzo desmedido para las aplicaciones prácticas que pide la mayoría: tareas cotidianas, interacciones naturales y entretenimiento funcional. ¿Será 2025 el gran año de los agentes inteligentes? Tal vez. Pero también podría marcar el inicio de una era de proyectos fallidos, donde solo sobrevivirán las IA que realmente conecten con las expectativas y demandas humanas.