Ocho de marzo de 2017
Paramos un momento.
Nos felicitamos por todo lo logrado.
Nos damos ánimos para seguir conquistando.
Abrazamos a las mujeres cercanas, a nuestras madres, amigas, hermanas todas.
Ese abrazo es una promesa: “Haremos que las cosas vayan cada vez mejor”
Pensamos en las mujeres lejanas, mujeres que habitan otras latitudes, otros territorios más hostiles.
Deseamos con fuerza que se estén abrazando también a sus hermanas y que ese abrazo las reconforte.
Después saldremos otra vez al mundo.
Cada una a hacer su parte.
Cada una a cambiar su alrededor.
La historia recordará la revolución de las mujeres como la más exitosa y pacífica de todos los tiempos, la más alejada de la venganza y la más llena de amor.
Somos la mejor clase de personas que guerrean porque peleamos con contundencia pero también con ternura.
¡Así que ENHORABUENA!Ese abrazo es una promesa: «Haremos que las cosas vayan cada vez mejor»
Pensamos en las mujeres lejanas, mujeres que habitan otras latitudes, otros territorios más hostiles.
Deseamos con fuerza que se estén abrazando también a sus hermanas y que ese abrazo las reconforte.
Después saldremos otra vez al mundo.
Cada una a hacer su parte.
Cada una a cambiar su alrededor.
La historia recordará la revolución de las mujeres como la más exitosa y pacífica de todos los tiempos, la más alejada de la venganza y la más llena de amor.
Somos la mejor clase de personas que guerrean porque peleamos con contundencia pero también con ternura.
¡Así que ENHORABUENA! Ese abrazo es una promesa: «Haremos que las cosas vayan cada vez mejor»
Pensamos en las mujeres lejanas, mujeres que habitan otras latitudes, otros territorios más hostiles.
Deseamos con fuerza que se estén abrazando también a sus hermanas y que ese abrazo las reconforte.
Después saldremos otra vez al mundo. Ese abrazo es una promesa: «Haremos que las cosas vayan cada vez mejor»
Pensamos en las mujeres lejanas, mujeres que habitan otras latitudes, otros territorios más hostiles.
Deseamos con fuerza que se estén abrazando también a sus hermanas y que ese abrazo las reconforte.
Después saldremos otra vez al mundo.
Ese abrazo es una promesa: «Haremos que las cosas vayan cada vez mejor»
Pensamos en las mujeres lejanas, mujeres que habitan otras latitudes, otros territorios más hostiles.
Deseamos con fuerza que se estén abrazando también a sus hermanas y que ese abrazo las reconforte.
Después saldremos otra vez al mundo.
Cada una a hacer su parte.
Cada una a cambiar su alrededor.
La historia recordará la revolución de las mujeres como la más exitosa y pacífica de todos los tiempos, la más alejada de la venganza y la más llena de amor.
Somos la mejor clase de personas que guerrean porque peleamos con contundencia pero también con ternura.
¡Así que ENHORABUENA!