Casi una veintena de entidades y agentes socioeconómicos rechazan nuevos “macroproyectos” energéticos en el Ebro

Firman un manifiesto para rechazar macroproyectos como la central hidroeléctrica reversible Llumaigua, del grupo Édora, o la de Gironés & Raimats

08 de Enero de 2025
Guardar
Las entidades exigen una gestión pública de los recursos naturales y la paralización de todos estos proyectos. | Foto: Ecologistas en Acción
Las entidades exigen una gestión pública de los recursos naturales y la paralización de todos estos proyectos. | Foto: Ecologistas en Acción

Las entidades firmantes aseguran que la energía renovable es imprescindible y hay que cambiar el modelo de producción, "pero no puede estar en costillas siempre de los mismos territorios y menos aún al servicio de la especulación", denuncian. También exigen una gestión pública de los recursos naturales y la paralización de todos estos proyectos.

"Basta: negocio capitalista, energía centralizada, desequilibrio territorial y explotación del medio". Es el clamor de quienes firman el manifiesto, en el que se oponen a los “grandes” proyectos hidroeléctricos que se han planteado en los últimos años en las comarcas ebrencas. “Son proyectos que se impulsan por parte de determinados sectores económicos y políticos para el beneficio de unos pocos. Además, requieren grandes cantidades de dinero público”, afirma Josep Juan Segarra, portavoz de la Asociación Sediments, una de las entidades firmantes.

Uno de los ejemplos es la “macrocentral” hidroeléctrica reversible, anunciada el pasado octubre, impulsada por el grupo Édora. El proyecto Llumaigua, planteado entre los municipios de La Fatarella, Flix y Ascó, con una potencia de 3.124 MW, contra el que ya se posicionó el Gete -Ecologistas en Acción.

Otro de los proyectos es Gironés & Raimats, planteado a principios de 2024, central hidroeléctrica reversible que quiere ubicarse en los términos de Ribarroja de Ebro y la Fatarella. “Este proyecto pretende resolver muchas de las necesidades energéticas de Cataluña por medio de la generación, almacenamiento y gestión del agua y de la energía. Es una infraestructura que suma una injusticia más por el territorio que debe sufrir su impacto”, lamentan los impulsores del documento.

También denuncian que medios de comunicación -públicos y privados- han dado voz a sus promotores: “Han difundido un argumentario según el cual todo son aspectos positivos y estimulantes para ganar la batalla mediática. Con un lenguaje progresista que quiere aparentar respeto por el medio natural”.

“Estos son dos grandes proyectos de centrales reversibles hidroeléctricas, piden, cada uno de ellos, 2.000 millones de euros públicos para implantarse a orillas del río Ebro”, asegura Segarra, quien asevera que éstos presentan muchos interrogantes en relación con la captación del agua. "Parece que uno de estos proyectos utilizaría 5 hm3 anuales, pero no está muy claro, ni tampoco si estos -hectómetros cúbicos- estarían contemplados en el Plan Hidrológico del Ebro - propuesto por el MITECO", ni cuántas extracciones serían necesarias para compensar las pérdidas por evaporación, añade.

Además, los impulsores del manifiesto indican que estos proyectos hidroeléctricos supondrían nuevas concesiones de agua a manos privadas, en un contexto en el que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) quiere reducir el caudal en los canales de riego del delta, lo cual, recuerdan, reduciría aún más la entrada de sedimentos.

También ponen el foco en la empresa Sercosa, gestora de la central hidroeléctrica de Xerta, que afirman que recupera periódicamente un proyecto presentado hace más de 25 años para construir tres nuevos azudes y centrales hidroeléctricas a la altura de Garcia, Benifallet y Campredó ( Tortosa). También denuncian los impactos ambientales y de paisaje que representarán infraestructuras de estas dimensiones.

Pocos puestos de trabajo

Por otro lado, también señalan que los impulsores de estos “macroproyectos” buscan encontrar adeptos con la promesa de que generarán empleo en el territorio. “Blanquean los proyectos diciendo que van a crear puestos de trabajo, básicamente son para su construcción porque después funcionan con poco personal por la tecnología”, apunta Segarra.

Producir la energía en las zonas urbanas

Por todo ello, reiteran que la producción de energía debe producirse cerca de las zonas de consumo para evitar las pérdidas que se producen en su transporte y para evitar la construcción de nuevas líneas de Muy Alta Tensión (MAT). "Otra vez se pretende generar la energía que se consumirá en el Área Metropolitana de Barcelona y en otros centros urbanos, a más de 200 kilómetros de distancia, lo que encarece exponencialmente el coste del transporte", indican.

Energía renovable sí, pero cambio de modelo

Las entidades firmantes consideran que las energías renovables son "imprescindibles", pero a su vez, reclaman un cambio de modelo. “Los recursos naturales y económicos públicos no pueden quedar hipotecados, sometidos al provecho de las eléctricas. Al Ebro ya se le ha exprimido lo suficiente ya la clase trabajadora también”, sostienen. Por eso, exigen una gestión pública de los recursos naturales y que no se financien estos proyectos con dinero público. Por último, se oponen a todos los proyectos, que consideran que son “innecesarios y perjudiciales” para el territorio y la sociedad.

 

Lo + leído