La Organización Internacional del Trabajo (OIT) a través de su Director General Guy Ryder, exhortó a los líderes mundiales a configurar un futuro del mercado del trabajo basado en la justicia social, la humanidad y la paz. También hizo un llamamiento para que el diálogo social entre gobiernos e interlocutores sociales se convierta en la herramienta clave para que el mundo laboral no se transforme en un semillero de la desigualdad. «De no ser así, nos dirigimos hacia un futuro oscuro, hacia un futuro peligroso», afirmó Ryder.Las transformaciones de la sociedad están generando muchas incertidumbres en el mercado del trabajo. Por eso Ryder dijo que los razonamientos y propuestas deben transformarse en hechos concretos y dar respuesta a quienes ven en el mundo laboral un futuro incierto: «Es necesario responder a las preocupaciones de los jóvenes, que se preguntan si hay un futuro de trabajo para ellos».Estas afirmaciones la hizo el Director General de la OIT en el marco de las jornadas Diálogo global: El futuro del trabajo que queremos celebradas en Ginebra, jornadas en las que participaron economistas, académicos, representantes gubernativos y de diferentes sindicatos y en las que se analizaron los cambios profundos que están modificando el mundo del trabajo.Uno de los ponentes, Lord Robert Skidelski, llegó a afirmar que las soluciones para armonizar el proceso de adaptación del mundo laboral al futuro deben venir de la cooperación internacional, teniendo en cuenta que esos cambios tan profundos se están produciendo de una manera global: «No podemos depender solamente de las fuerzas del mercado. No podemos detener la innovación, pero podemos dirigirla», afirmó el catedrático de la Universidad de Warwik (UK).A este llamamiento de entendimiento global se unió el propio Guy Ryder. El diálogo global es el único modo válido para entender los nuevos motores de los cambios sin precedentes que se están produciendo en el mundo del trabajo: diferentes modos de organización del trabajo y de la producción, la innovación tecnológica, el cambio climático, los movimientos migratorios, o la globalización.
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