El Gobierno descarta un adelanto de elecciones

El PSOE confirma a Diario16 que, en principio, descarta un adelanto de elecciones, aunque el partido del Gobierno es consciente del giro dado por PdeCat desde que Carles Puigdemont se hiciera con el poder del partido soberanista tras la salida de Marta Pascal.Fuentes socialistas consultadas por Diario16, a la pregunta de si el giro del PDeCat puede provocar una disolución de las cortes y convocatoria electoral, afirman que “todo va a depender de en qué se traduce su nueva posición en el Congreso de los Diputados” y hoy, los soberanistas tienen la primera oportunidad de demostrar si van de farol o realmente están dispuestos a provocar un adelanto electoral al no apoyar al Gobierno a sacar adelante sus propuestas en el Congreso.Aunque fuentes parlamentarias socialistas también han declarado a Diario16 que es posible que hoy voten no, el viernes, en segunda votación “aunque veamos a un PdeCat con un discurso endurecido, voten a favor del nombramiento de Rosa María Mateo”. La sombra de un adelanto electoral planea sobre el gobierno de Sánchez desde el primer día, no tanto por el escaso número de diputados del grupo socialista por sí mismo, si no por lo variopinto de las ideologías que en su momento apoyaron la moción de censura de Sánchez para desalojar a Mariano Rajoy de Moncloa, algo que la mayoría del arco parlamentario consideró necesario después de estallar en cadena varios casos de corrupción que el gobierno popular no pudo sostener.Pero una cosa es sacar del Gobierno a un partido plagado de corrupción, y otra conseguir apoyos para que prosperen las iniciativas en el Congreso, algo para lo que los socialistas tienen que buscar consenso con varias formaciones políticas entre los que se incluyen los partidos independentistas catalanes.Así las cosas, la ministra de presidencia ayer en rueda de prensa, después de las declaraciones de la nueva dirección del PDeCat en las que advertían al presidente del Gobierno que no le iba a resultar fácil pactar con ellos, afirmó que el Gobierno no se plantea un adelanto de elecciones pero también sostuvo que “nadie va a resistir más allá de lo razonable”, esta afirmación dejaba, para muchos, abierta la posibilidad de una convocatoria electoral.