El
Partido Socialista Obrero Español nació como consecuencia de los efectos sociales, políticos y económicos de la
primera revolución industrial y del surgimiento de las clases trabajadoras. 140 años después con
Pedro Sánchez el partido se encuentra en un gran momento político.Nos encontramos inmersos en la
quinta revolución industrial, con la aparición de forma masiva del trabajo realizado por robots. Se crean uevas formas de trabajo y desaparecen otras más tradicionales. Surge con dureza el trabajador precario y poco regulado. Al nuevo Gobierno socialistas, los sindicatos le exigen cambiar el modelo productivo.Su secretario general y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha querido recordar en recordar esta efemérides, “hace 140 años, Pablo Iglesias fundó el PSOE para defender desde la política la libertad, la solidaridad, la igualdad y la justicia social. Su memoria guía hoy el trabajo de miles de socialistas. Seguiremos luchando cada día por nuestros valores. Son más necesarios que nunca”.https://twitter.com/sanchezcastejon/status/1095039618444128257?s=21
El Partido Socialista se fundó clandestinamente en Madrid, el 2 de mayo de 1879, en una comida de fraternidad organizada en la fonda Casa Labra, en la calle Tetuán de Madrid. Todavía hoy en día siguen ofreciendo el mejor bacalao rebozado de la capital y las mejores croquetas. En este entorno tan castizo veinticinco intelectuales y obreros:
dieciséis tipógrafos, encabezados por Pablo Iglesias, cuatro médicos, un doctor en ciencias, dos joyeros, un marmolista y un zapatero.Nacimiento de la UGT
En 1888, nueve años después, nació
UniónGeneral de Trabajadores(UGT). Fue fundada por un grupo de treinta y dos delegados, representantes de cuarenta y cuatro sociedades de oficios, el 12 de agosto en Barcelona, durante un congreso obrero que tuvo lugar en el Teatro de Jovellanos, coincidiendo con la celebración de la Exposición Universal de Barcelona de 1888.
Pablo Iglesias afirmó algunos años después que el Partido prácticamente no pudo ser “conocido ni dio verdaderas señales de vida hasta 1886”
El primer programa del nuevo partido político fue aprobado en una asamblea de 40 personas, el 20 de julio de ese mismo año. El Partido Socialista tuvo un arranque inicial lento y trabajoso favorecido por la carencia de un régimen democrático estable, a pesar de tener un Constitución reinando Alfonso XII. La orientación autoritaria e intolerante de las clases dominantes y el escaso desarrollo industrial español dominaban este periodo, cuando se asesinaron a varios presidentes del Gobierno.
Pablo Iglesias afirmó algunos años después que el Partido prácticamente no pudo ser “conocido ni dio verdaderas señales de vida hasta 1886”. Precisamente en ese mismo año apareció el primer número de
El Socialista, periódico portavoz oficial del PSOE, que se ha venido publicando casi ininterrumpidamente hasta la fecha.
El Socialista era vendido y difundido por los propios afiliados, y pronto se convirtió en un importante elemento de propaganda y nexo de unión entre las 28 agrupaciones socialistas que por entonces ya existían en otras tantas ciudades españolas.El PSOE contó desde es primer momento con un texto programático básico redactado por una comisión nombrada en la reunión fundacional del 2 de mayo de 1879. La versión definitiva sería aprobada en el primer Congreso del Partido celebrado en Barcelona en 18884. Se trata de un breve texto de 300 palabras, en su primera versión, que parece que fue revisada por los mismos Marx y Engels, habiendo permanecido vigente hasta nuestros días con leves modificaciones.
La organización tenía como objeto primordial la propaganda, por lo que cada adherido abonaría 50 céntimos mensuales para los gastos que ésta ocasionara, como los de correspondencia y todos los demás originados.
El grupo debería mantener relaciones con los socialistas de los demás países, eligiéndose una Comisión Ejecutiva que estuvo formada por
Pablo Iglesias, como secretario;
Inocente Calleja, como tesorero;
Alejandro Ocina, como contador; y
Victoriano Calderón y
GonzaloHernández Zubiaurre , como vocales. Impreso el documento programático, tanto en Madrid como en Barcelona, fue transmitido personalmente de manera camuflada por todos los comprometidos a lo largo de 1880, hasta que
en febrero de 1881 Sagasta declaró legales todos los partidos y organizaciones obreras.
El siglo XIX con la revolución industrial, fue uno de los momentos de cambio más intensos en toda la historia de la humanidad. En España la revolución industrial tardó en arrancar y se desarrolló con gran dificultad y lentitud, pues era un país demasiado rural, poco desarrollado científica y culturalmente y con unas clases dominantes poco abiertas a la innovación y al cambio. Por ello, hasta finales del siglo XIX no empezaron a surgir los primeros núcleos significativos de industrialización en Cataluña, el País Vasco, Asturias y más tarde, Madrid.
Sin embargo, en 1868 los hombres de la Asociación Internacional de los Trabajadores, la primera gran organización obrera internacional, se trasladaron a España, con la finalidad de propagar sus ideas y fundar los primeros núcleos socialistas. En 1872 se producen dos acontecimientos importantes:
Sagasta la declaró ilegal y por tanto dio lugar a su clandestinidad, y segundo, se produjo una doble línea de desarrollo teórico y organizativo: la anarquista, liderada a nivel internacional por
Mijaíl Bakunin y la socialista por
Carlos Marx.Mientras los anarquistas se caracterizaban por una tendencia a organizarse de manera más asamblearia y abierta y por su orientación a lo que se llamaría “acción directa”, rechazando el Estado y la política entendidos en el sentido convencional, los socialistas se caracterizaron desde el primer momento por el esfuerzo por dotarse de una organización formal y por intentar basar su acción política y sindical en una estrategia apoyada en los desarrollos teóricos del pensamiento socialista, y sobre todo, a su disposición a participar en las instituciones democráticas del Estado. Así los socialistas españoles presentaron candidatos a Ayuntamientos y al Parlamento de la Nación, y cuando lo exigieron las circunstancias no rechazaron la colaboración con otras fuerzas políticas.En 1873, Pablo Iglesias ingresó en la Asociación General del Arte, una asociación de oficio que perseguía la mejora de las condiciones laborales y sociales de los trabajadores de las imprentas, que pronto se convirtió en un importante núcleo de difusión de las ideas socialistas, lo que fue dando cuerpo a la idea de fundar un partido socialista en España de características similares a los que se estaban organizando en otros países europeos.En 1890 encabezó la primera manifestación del 1 de mayo en España, en que se exigía la jornada laboral de 8 horas y el cese del empleo de niños en actividades laborales. En 2019 se han cumplido cien años de manifestaciones legales en nuestro país. En ese año celebró el II Congreso del PSOE, en que se decidió participar en las elecciones como partido republicano de corte obrero-socialista.
Pablo Iglesias, Largo Caballero y García Ormaechea salieron elegidos
concejales por Madrid en las elecciones municipales de noviembre de 1905.En
1908 fundó la Casa del Pueblo de Madrid. En 1909 estuvo detenido dieciocho días en relación con los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, al firmar un manifiesto convocando a la huelga general.En
1910 el PSOE consiguió su primer diputado de la historia en el Parlamento Español, cuyo escaño ocupó Iglesias y en sucesivas elecciones, en coalición con los republicanos, fue incrementándose el número de representantes. En 1919 cesó parcialmente de sus obligaciones políticas a causa de una pulmonía y una salud cada vez más resentida.
Fundación del Partido Comunista de España
En 1920 y 1921 el PSOE sufrió la escisión de dos grupos partidarios de adherirse a la Internacional Comunista (III Internacional) convocada por Lenin.
Estos grupos (Partido Comunista Español y Partido Comunista Obrero Español, descontentos con la moderación del PSOE), acabaron fundando el Partido Comunista de España.Murió en Madrid el 9 de diciembre de 1925 y su cadáver fue embalsamado y expuesto en la capilla de la Casa del Pueblo de la capital española; 150.000 ciudadanos acudieron a su funeral.