El recuento del voto CERA en la Junta Electoral Provincial de Madrid ha traído un inesperado cambio en el panorama político español y añade un punto de dificultad al Partido Socialista (PSOE) para alcanzar la gobernabilidad. El Partido Popular (PP) ha arrebatado un escaño al PSOE. El nuevo escaño del PP por Madrid lo ocupará el exdiputado de Unión del Pueblo Navarro Carlos García Adanero que traicionó junto a su compañero Sergio Sayas a su partido al votar en contra de la reforma laboral.
Con 137 escaños para el PP y 121 para el PSOE, la aritmética electoral coloca al PSOE en una posición donde necesitará, y eso se sabe desde la misma noche electoral, el apoyo de otros partidos para alcanzar la mayoría requerida. El voto CERA ha demostrado ser un factor determinante, al ser los resultados tan justos, movilizando a una parte significativa de los españoles residentes en el extranjero, con una participación del 10,04%.
En comparación con las elecciones de 2019, se ha observado un aumento en la participación ciudadana que reside fuera de España, lo que refleja un mayor interés en el proceso democrático. Aunque el incremento del apenas 4% en el voto CERA no puede considerarse significativo, y más tras la eliminación del voto rogado por parte del Ejecutivo de Sánchez que no parece haber sido un factor determinante en esta tendencia.
Ahora, el PSOE se enfrenta a dos opciones cruciales para asegurar la gobernabilidad:
1. Obtener el "sí" de Coalición Canaria y la abstención de Junts per Catalunya: Esta sería una vía para que el PSOE alcance la mayoría necesaria y pueda formar gobierno. Si Coalición Canaria brinda su apoyo, y Junts decide abstenerse, el camino hacia la investidura de Pedro Sánchez se allanaría. En este escenario, la habilidad del PSOE para negociar y llegar a acuerdos sería fundamental.
2. Asegurar el apoyo de Junts: Esta opción también garantizaría una mayoría para el PSOE en el Congreso. En este caso, el PSOE tendría que lograr el apoyo de los independentistas de Puigdemont para obtener la investidura. La construcción de acuerdos políticos y la búsqueda de puntos de encuentro serán esenciales para alcanzar este objetivo.
Ambas opciones presentan desafíos y requieren un arduo trabajo de negociación y diálogo político. El resultado final dependerá de la habilidad del PSOE para forjar alianzas sólidas y encontrar puntos de acuerdo con otras fuerzas políticas además de que las demandas que formulen los partidos sea realistas y atiendan así a la urgencia que tiene España de frenar el avance de la ultraderecha . La gobernabilidad de España está en juego, y el PSOE tendrá que demostrar su capacidad de liderazgo.
La tendencia predominante, al menos hasta el momento, en Junts per Catalunya, parece inclinarse hacia un posible acuerdo con Pedro Sánchez para permitir la formación de un Gobierno. Sin embargo, una facción interna ha optado por una estrategia más dura. Esta facción plantea presentar reclamaciones de manera contundente, exigiendo una amnistía total y un referéndum separatista claro, con el objetivo de hacer que Sánchez las rechace. Su plan consiste en forzar una repetición de elecciones generales y lograr así un mayor descalabro de ERC en esos comicios, antes de las elecciones catalanas.
El voto CERA ha destacado la importancia de la participación ciudadana y la necesidad de que los líderes políticos estén a la altura de las circunstancias para garantizar una representación efectiva y responsable de los intereses de la sociedad española. Ahora más que nunca, la colaboración y el consenso son cruciales para el futuro político de España, y el PSOE se encuentra ante un reto que requerirá habilidad, determinación y visión para llevar adelante el país en un camino de unidad y progreso.