Estos días recorren los pasillos de la Audiencia Nacional los procesados de las macro causas judiciales del Caso Gürtel y de las Tarjetas “black” de Caja Madrid. Desde que se descubrieron los hechos por los que están siendo juzgados han pasado 7 años. Luego vendrá la Sentencia y los recursos y, hasta tener una condena o absolución firme, pueden pasar más de 10 años. Ya decía Shakespeare en su obra Hamlet que; “La tardanza de la justicia es uno de esos males de los que el hombre sólo puede librarse mediante el suicidio”. Parece que desde muy antiguo la tardanza o retraso del sistema judicial es un mal endémico que hoy sufrimos en España de manera alarmante. Recientemente, el pasado 6 de Octubre, la Comisión Europea para la Eficiencia de la Justicia (CEPEJ) puso de manifiesto, de nuevo, en su Informe bianual sobre el estado de los sistemas judiciales europeos, que España tiene la mitad del Jueces y Fiscales que el resto de países de Europa. Los datos son catastróficos en comparación con los 45 países europeos estudiados.
Por cada 100.000 habitantes en España hay solo 11 Jueces y 5 Fiscales
Por cada 100.000 habitantes en España hay solo 11 Jueces y 5 Fiscales, mientras que la media del resto de países de Europa asciende a casi 18 Jueces y más de 10 Fiscales por cada 100.000 habitantes. Además, deben tenerse en cuenta la gran litigiosidad que provocan las empresas, no consideradas para los datos anteriores. Además de los pésimos datos, España es reincidente en su dejadez respecto de la Justicia pues hace 5 años que en España no se crea ningún Juzgado nuevo, de ningún orden jurisdiccional, y en las Oposiciones a Jueces y Fiscales se convocan menos plazas que los Jueces y Fiscales que se jubilan. Con este abandono, cada día España tiene menos Jueces y Fiscales por habitante y el retraso judicial será todavía mayor. El anteriormente citado Informe del CEPEJ trata muy duramente a España, a la que acusa de que “las medidas de restricción presupuestaria continúan afectando de forma adversa los recursos dedicados al sistema judicial”. Además, es sorprendente que el gasto per cápita en la Administración de Justicia española si es mayor que la media del resto de países de Europa, pero el retraso es mayor que la media europea, por lo que, se denota una ineficiencia preocupante de los recursos empleados. Consecuencia de ello es que los españoles sufrimos una continua vulneración de nuestros derechos constitucionales pues, el artículo 24.2 de la Constitución española, supuestamente, nos garantiza un “proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías”, nada más alejado de la realidad.
Juicios que se celebran 3 o 4 años después de iniciar el procedimiento
El filósofo cordobés Séneca ya dijo hace casi 2.000 años que; “Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía” y, en nuestro país, todo ciudadano que se haya enfrentado recientemente a un procedimiento judicial sabe del enorme retraso, lo ha sufrido con Juicios que se celebran 3 o 4 años después de iniciar el procedimiento. Puede que muchos ciudadanos nunca hayan estado, por suerte, expuestos a un procedimiento judicial y que piensen que este grave problema les afecta de lejos, pero la incertidumbre y el retraso del sistema judicial es causa directa que afecta al sector económico en general, entre otros muchos ejemplos, afecta desde a las indemnizaciones por despidos en las que se aceptan menores cuantías por la tardanza del Juicio hasta a las reclamaciones de cantidad que se perpetúan para el cobro y han llevado a multitud de empresas a la quiebra, por no parafrasear aquel principio del derecho romano que; “el eclipse del derecho deja al mundo a merced de los ladrones". Dijo Montesquieu, padre de la Teoría de la separación de poderes en el Estado democrático que “Justicia retrasada es justicia denegada”, por lo que, debemos reclamar más Justicia, una Justicia más eficiente y realmente digitalizada para el siglo XXI, con más Jueces y más Fiscales, con más medios y mejor gestionados, exigir una reforma integral de la misma, para que los ladrones no campen a su merced y para que nuestros derechos sean garantizados sin retraso.