Greenpeace España ha reiterado la urgencia de eliminar los plásticos de un solo uso, señalando que la contaminación plástica constituye una de las mayores amenazas ambientales de nuestro tiempo. Cada año, más de 12 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos, dañando ecosistemas, fauna y entrando en la cadena alimentaria. En España, cada persona utiliza y desecha una media de 144 bolsas de plástico de un solo uso al año, con una vida útil de apenas 12 minutos, pero que tardan más de cinco décadas en degradarse, fragmentándose en microplásticos que contaminan el planeta y afectan a más de 550 especies marinas, además de estar presentes ya en el organismo humano.
La inacción política y la complacencia con la industria del plástico han agravado un problema de contaminación mundial que requiere soluciones de raíz y una regulación mucho más estricta. En esta línea, Greenpeace exige al gobierno que legisle para eliminar definitivamente las bolsas de usar y tirar y que se avance hacia un modelo de consumo responsable, sostenible y libre de plásticos innecesarios.
Venta a granel: una oportunidad perdida si se mantienen las excepciones
En este contexto, Greenpeace España ha presentado alegaciones al proyecto de orden ministerial que establece la lista de frutas y hortalizas exceptuadas de la obligación de venta a granel cuando se comercialicen frescas y enteras en lotes de menos de 1,5 kilogramos, como exige el Real Decreto 1055/2022. La organización califica la lista de excepciones propuesta como “innecesariamente extensa” y advierte que perpetuar el uso de envases plásticos en estos productos, especialmente cuando la mayoría cuenta con su propia protección natural, es un claro ejemplo de uso superfluo de plástico.
"La orden ministerial debe ser mucho más ambiciosa y coherente con la urgencia de frenar la contaminación por plásticos. Sólo así España podrá liderar el cambio hacia un modelo alimentario más sostenible y alineado con las demandas de la ciudadanía y los compromisos internacionales", señala Greenpeace en sus alegaciones. La organización propone limitar al máximo la lista de excepciones, incluyendo sólo aquellos productos para los que existan pruebas objetivas y científicas de que la venta a granel supone un riesgo real de deterioro o merma significativa. Según la organización, la lista actual podría reducirse al menos en un tercio de los productos reflejados.
El caso de los productos ecológicos
También denuncia que la excepción automática para productos ecológicos no está justificada desde el punto de vista ambiental. "Mantener la excepción para ecológicos perpetúa un sinsentido ambiental y contradice los principios de la producción ecológica". Para lograr vender estos productos propone alternativas de diferenciación y trazabilidad (etiquetado, pegatinas compostables, separación física en tienda) que no requieren el uso de envases plásticos.
Fomentar la venta a granel y envases reutilizables
La organización insiste en que la orden debe priorizar la venta a granel y el uso de envases reutilizables o compostables en todos los casos posibles, reservando el uso de plásticos de un solo uso únicamente para aquellos productos donde sea estrictamente necesario por motivos de seguridad alimentaria o conservación demostrada. Además, exige mecanismos claros de control, denuncia y sanción para garantizar el cumplimiento efectivo de la norma y evitar el “plástico ilegal”, así como campañas informativas y de sensibilización para consumidores y distribuidores.
“La contaminación por plásticos es una emergencia ambiental y sanitaria. La lista de excepciones propuesta por el Ministerio es excesiva y carece de justificación científica en la mayoría de los casos. España debe ser mucho más ambiciosa si quiere liderar la lucha contra el plástico”, ha declarado Julio Barea, responsable de residuos de Greenpeace. “El caso de los productos ecológicos es especialmente grave: no tiene sentido que lo ecológico venga envuelto en plástico, existen alternativas sostenibles y debemos promoverlas”, ha añadido Barea.