El bailarín, Joaquín Cortés, ha sido ingresado de urgencia tras desvanecerse mientras jugaba con sus hijos.
El propio bailarín, ya consciente, desde el hospital donde ha sido ingresado, ha explicado que hacía días empezó a toser, se quedó aturdido mientras conducía. Al llegar al aeropuerto tras la rueda de prensa que dio en San Sebastián, tuvo que pedir ayuda para conducir, porque "de pronto, no veía nada".
En un post de Instagram ha explicado algo que "no sabía ni siquiera" su propia compañía. Y es que, el bailador hace semanas que se encontraba cansado, con dolor de cabeza, tos de pecho. Y que aún así, estuvo ensayando sin descanso durante semanas, y pudo bailar en Madrid en el Teatro Real y en Barcelona en el Liceu.
Tras los dos episodios en los que conduciendo se sintió aturdido (incluso perdiendo la visión por instantes en uno de los casos), el bailarín explica que jugando con sus hijos se desvaneció, y que al ser trasladado a urgencias, llegó con "muy poca saturación de oxígeno en sangre".
Desde entonces, relata, están realizándole pruebas cardiológicas, neurológicas y de neumología. Le han aplicado antibióticos y oxígeno, se le realizará una broncoscopia y le pondrán un holder durante "horas o días".
El bailarín lamenta haber tenido que cancelar las actuaciones que durante estos días tenía previstas, como en Donostia y agradece a "cada profesional de cada especialidad que está indagando para saber el origen de los síncopes".