Los Mossos rechazaron la colaboración de la Policía española para detener a Puigdemont

El informe del cuerpo policial autonómico admite "errores" que permitieron la huida del dirigente soberanista

22 de Agosto de 2024
Actualizado el 24 de agosto
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Mossos d'Esquadra en una imagen de archivo.
Mossos d'Esquadra en una imagen de archivo.

La fuga de Carles Puigdemont sigue desangrando a los Mossos d’Esquadra. Las negligencias, los fallos en el operativo, los topos, todo ha sido un ridículo internacional para un cuerpo policial denostado desde los tiempos más oscuros del 1-O y del referéndum de autodeterminación. El último disparate es un informe de los Mossos que acaba de salir a la luz pública y que admite “errores”, cuando todo el mundo vio lo que pasó aquel día en Barcelona: que se dejó escapar impunemente al líder soberanista. Es evidente que hubo órdenes desde las más altas esferas para que se dejara hacer al dirigente secesionista, que entró en la Ciudad Condal, durmió en ella, se paseó por sus calles al día siguiente, dio un mitin ante sus correligionarios y con las mismas se fue del país otra vez.

El informe que los Mossos d’Esquadra han entregado al instructor del procés, el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, hace autocrítica y reconoce “errores en el dispositivo” para detener al prófugo, Carles Puigdemont, el día de la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat, el pasado 8 de agosto, según informa Europa Press.

Llarena había pedido a los Mossos y al Ministerio del Interior que informaran sobre el dispositivo policial desplegado por la policía autonómica en Barcelona el 8 de agosto que tenía como objetivo cumplir con la orden de detención de Puigdemont, huido desde 2017 en Bélgica y sobre el que pesa una orden de detención del Tribunal Supremo. El juez también solicitó información “sobre los elementos que determinaron su fracaso [en la detención de Puigdemont] desde un aspecto técnico policial”.

En su informe, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska comunicó a Llarena que en los dispositivos de control establecidos por la Policía Nacional y la Guardia Civil en la frontera con Francia “no se detectó en momento alguno” al expresidente catalán y que, pese a que ofrecieron a los Mossos el apoyo de estos cuerpos para dar con Puigdemont, no fueron aceptados. De nuevo, parece claro que nos encontramos ante una guerra entre cuerpos policiales. Por un lado, los estatales (Policía Nacional y Guardia Civil), por otro, el autonómico, que desde hace tiempo no admite instrucciones de Madrid. Esta descoordinación pro razones políticas pudo contribuir a que el líder de Junts se moviera libremente por Barcelona, sin que la policía catalana le tocara un solo pelo.  

“Hoy [por el 8 de agosto] he venido aquí [Barcelona] para recordarles que aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar”, dijo Puigdemont en su intervención ante unos 3.500 simpatizantes en referencia al derecho de autodeterminación de Cataluña. Puigdemont, que lleva siete años huido de la justicia por la declaración unilateral de independencia tras el intento de referéndum del 1 de octubre de 2017, volvió a territorio español coincidiendo con la investidura del socialista Salvador Illa como president de la Generalitat desafiando a las autoridades policiales y judiciales del Estado. Tras un breve discurso ante sus fieles, el expresident desapareció durante un par de días, cuando comunicó a través de su cuenta en la red social X que estaba de vuelta en su refugio de Waterloo (Bélgica).

La nueva consellera de Interior, Nuria Parlon, había señalado este jueves, de forma generalizada y sin hacer referencia a este caso, que “en algún dispositivo alguna vez puede haber algún error”. “Pero lo importante es el servicio público. No se le puede exigir a los Mossos resolver todos los problemas que tenemos en sociedad, esto es trabajo del Gobierno”, indicó en un acto con la Policía catalana, informa La Sexta.

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