“De cada 10 euros que el Gobierno ha dado a la Comunidad de Madrid para mejorar la vida de los madrileños, de la clase media, de la mayoría social, el gobierno autonómico ha usado tres para hacer regalos fiscales a los más ricos”, dijo Pedro Sánchez, que pidió “más transporte público y menos Lamborghinis”. De esta manera, el presidente del Gobierno volvió a denunciar el “paraíso fiscal” o “dumping” que ha montado la lideresa castiza.
Se calcula que Ayuso ha perdonado la friolera de 5.000 millones de euros anuales, en impuestos y beneficios fiscales, a las rentas más altas, o sea, ese pequeño segmento de la población que integran los 45.103 vecinos que declaran ingresar más de 150.000 euros y los 4.192 que admiten tener un patrimonio superior a los seis millones de euros (estos serían los del coche exclusivo o Lamborghini). “Aunque tampoco puede descartarse de entrada que, en realidad, los superricos madrileños sean más de los que recoge ese censo oficial de la Agencia Tributaria, basada en las declaraciones presentadas para liquidar un Impuesto sobre el Patrimonio abolido de hecho en Madrid al bonificar el cien por cien de la cuota, y que sus beneficios fiscales resulten mayores. De hecho, lo que acaba habiendo en Madrid es una aparente escasez de potentados”, informa Público.
Ventajas fiscales, deducciones en el IRPF, bonificaciones, exenciones, supresión de tributos… lo que Ayuso ha montado en la capital es una especie de Disneylandia para los bolsillos más pudientes, una especie de temporada de rebajas fiscales constantes que poco a poco van esquilmando los servicios públicos como la Sanidad y el Estado de Bienestar. La última medida, anunciada en junio de este año, es una ley que bajará los impuestos a los extranjeros ricos que inviertan en la región. El Gobierno madrileño dio luz verde a la ley el pasado 15 de febrero, con todos los partidos de la Asamblea de Madrid en contra. Pero al tener la mayoría absoluta, la norma salió adelante. Sin perder de vista un escandaloso titular: solo el 4,5% de los contribuyentes madrileños se lleva el 73% de las rebajas de impuestos. Lo que ha suscitado la ironía de Pedro Sánchez, quien ayer bromeó al asegurar que Ayuso prepara becas para ricos. “¿Lo próximo es un Imserso para millonarios en Bora Bora con dinero público?”, se preguntó con sarcasmo.
La ofensiva dialéctica del líder socialista dejó un tanto descolocada a Ayuso, que no supo articular un discurso serio y solo le quedó despachar la cuestión recurriendo a un chiste malo al asegurar que el Ejecutivo de Sánchez trabaja para que “los 16 consejeros” del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, “vayan en Lamborghini” y “los currantes madrileños se queden atrapados a diario en los Cercanías”. Por descontado, de las cifras reales que ponen al descubierto su trato preferente a los millonarios que recalan en Madrid ni media palabra. Mutis por el foro, como suele decirse.
Queda claro, por tanto, que buena parte del dinero de usted, del dinero de todos ustedes, de los contribuyentes, va a parar, de una u otra manera, a beneficio de las familias más adineradas. Así gobierna Ayuso, para una minoría pese a que sea la mayoría la que le da la confianza en las urnas. Es tal el grado de laxitud y tolerancia de la Administración pública madrileña con las rentas elevadas que hay quien dice que se está haciendo la vista gorda con las declaraciones de renta de los ricos y superricos. Cosas del paraíso para privilegiados. “Es curioso que se presenten menos de 20.000 declaraciones cuando en Cataluña hay más de 80.000. Los datos de la Agencia Tributaria se basan en las declaraciones presentadas, pero, ¿cuántas no se han presentado?”, se pregunta Ransés Pérez Boga, presidente de la Asociación Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), que muestra sus sospechas acerca de un elevado volumen de fraude fiscal en Madrid. “Si no se presentan esas declaraciones, quien debe ejercer las competencias de control es la Comunidad de Madrid, pero, ¿qué interés puede tener en que se presenten si no va a obtener ningún beneficio? ¿Qué Administración va a estar interesada en desarrollar esa labor de inspección?”, sugiere.
En cualquier caso, a fecha de hoy se desconoce el censo real de ricos madrileños, lo cual resultaría clave para determinar la magnitud real de las ventajas fiscales de las que se benefician las grandes fortunas en esa comunidad, “cuyos Gobiernos conservadores han hecho bandera de ese peculiar régimen tributario, del que aseguran que tiene como consecuencia una elevada atracción de riqueza, actividad y empleo, aunque la magnitud de esta nunca ha podido ser medida”.