Pedro Sánchez se va dejando un partido roto, dividido, y con un futuro incierto

03 de Octubre de 2016
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Nueve horas de enfrentamientos. Sin debate de ningún tipo. Sólo se hablaba de cómo y lo que se iba a votar. Se buscaban fórmulas de acuerdos entre bastidores mientras en el salón de actos Ramón Rubial - si levantara la cabeza -, el “hombre del polo negro”, el jefe de seguridad de Ferraz, se empleaba a fondo para evitar enfrentamientos a puñetazos, y Susana Díaz, entre sollozos decía: “os estáis cargando a mi PSOE”. Nueve horas de verdadera pesadilla que acabaron cuando Pedro Sánchez, fue derrotado en una votación en la que se decidía si había congreso o se constituía una gestora: 133 para los críticos frente a 107.En ese momento se acababan 137 años de coexistencia pacífica en la izquierda socialista española. Esa que tuvo que pasar por debates como la colaboración con la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil, la Dictadura, la escisión entre históricos y renovadores, el felipismo, una huelga general convocada por el sindicato fraternal, la guerra sucia de los GAL, y la corrupción. Pero nunca la situación había llegado a ser tan chusca como la de este sábado en Ferraz. Las pocas fotos que se pudieron obtener, - el conclave fue a puerta cerrada, prohibidos los periodistas-, así lo demuestran.Pedro Sánchez, que con su empecinamiento en no dialogar cuando las cosas se veían venir, dicen que se marchó con voz emocionada diciendo: “para mí ha sido un orgullo y presento mi dimisión. Para mí ha sido un honor. Espero todo el acierto del mundo y agradeceros en nombre de la ejecutiva el trabajo que habéis realizado. Esta ejecutiva os servirá de manera leal”.Han sido muchas las miserias que se han visto en este cónclave. Desde un Iceta consciente de que ya no le será posible perfilar esa estrategia con la que pretendía sumarse al carro soberanista en Catalunya, hasta la deshonestidad de los viejos estrategas socialistas vizcaínos. Pero todos con un denominador común: 85 diputados es una vergüenza para un partido que aspira a “tocar poder”. Tanto para los partidarios de Pedro Sánchez como para los críticos aunque, por supuesto, por diferentes razones.¿Y ahora qué? Primero, se va a constituir una comisión gestora. Es probable que ésta sea provisional hasta el próximo sábado, día 8, en que se convocará una nueva reunión del comité federal. Allí se elegirá una comisión gestora definitiva. Suena el dirigente asturiano, Javier Fernández, para presidirla.Al mismo tiempo, se convocará un congreso extraordinario. Y a partir de ahí es cuando surgen más dudas. No se sabe bien si el grupo parlamentario decidirá abstenerse en una nueva votación de investidura de Mariano Rajoy o se optará por terceras elecciones. En este último caso, la convocatoria de elecciones primarias y del congreso debería ser “exprés”. Todo antes de finales de noviembre. Escasos días.Pero eso, ahora mismo, no se sabe.Mientras tanto, en las afueras gritos de “manos arriba. Esto es un atraco”. Hay quien dice que están presentes simpatizantes de Izquierda Unida y Podemos. Pablo Iglesias, tal vez un tanto apresuradamente, ha publicado un tuit: “han ganado los partidarios de abstenerse para que Rajoy pueda gobernar”. Javier Solana, en un tuit presagia que “cuando se tome conciencia del destrozo, todos preferirán 85 diputados”.
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