Las respuestas a la hambruna en Sudán

La FAO urge a aumentar la asistencia alimentaria, nutricional, monetaria y agrícola en el país

06 de Agosto de 2024
Actualizado a la 13:47h
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Una mujer que huyó de la violencia se encuentra ahora en un centro de desplazados en El Fasher, Darfur, mientras la FAO pide respuestas. | Foto: UNICEF/Mohamed Zakaria
Una mujer que huyó de la violencia se encuentra ahora en un centro de desplazados en El Fasher, Darfur, mientras la FAO pide respuestas. | Foto: UNICEF/Mohamed

Como respuesta a la información que confirma las condiciones de hambruna en algunas partes de la región sudanesa de Darfur, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha instado a un cese inmediato de las hostilidades y a un aumento rápido de la asistencia alimentaria, nutricional y monetaria para salvar vidas, así como de la ayuda agrícola de emergencia.

En un comunicado, la FAO afirma que esa ayuda es fundamental en las zonas afectadas por el conflicto para aliviar las necesidades inmediatas y evitar que el riesgo de hambruna aumente y afecte a otras localidades de Sudán.

No esperar la declaración de hambruna

Es necesario satisfacer las necesidades inmediatas y fortalecer los medios de vida de la población para que desarrolle resiliencia frente a los conflictos y las crisis climáticas y económicas. “La comunidad internacional no puede esperar a que se declare una hambruna, sino que debe actuar a gran escala y con urgencia cuando las advertencias sean un detonante para la acción”, enfatiza la FAO.

La semana pasada, el Comité de Examen de la Hambruna declaró la hambruna en el campamento de desplazados internos de Zamzam, que acoge a 500.000 desplazados internos fuera de la ciudad de El Fasher, en Darfur.

Sudán está sumido en una crisis de seguridad alimentaria sin precedentes, y se enfrenta a los peores niveles de hambre jamás registrados en el país por el Comité, así como a la mayor crisis de desplazados internos del mundo.

Unas 755.000 personas sufren niveles catastróficos de hambre aguda, la peor forma de hambre, mientras que 25,6 millones padecen niveles elevados de hambre aguda.

"Hemos dado la voz de alarma de la catástrofe inminente"

El director general de la FAO, Qu Dongyu, ha destacado el creciente riesgo de hambruna en otros asentamientos y zonas afectadas por el conflicto sudanés, especialmente en Darfur, Kordofán del Sur, Jartum y Al Jazirah. “Estuvimos dando la voz de alarma sobre esta catástrofe inminente, pero debido al conflicto en curso y al acceso humanitario limitado, estas comunidades aún no están recibiendo el apoyo inmediato que necesitan. Precisamos una acción urgente y concertada para evitar que se produzca una catástrofe aún mayor”, ha dicho.

La hambruna se puede detener, pero para ello el primer paso debe ser el cese inmediato de las hostilidades, “la paz es un requisito para la seguridad alimentaria, y el derecho a la alimentación es un derecho humano”, ha añadido.

Sudán depende de la agricultura

Con casi el 65% de la población trabajando en el sector agrícola, Sudán depende en gran medida de la agricultura, por lo que los graves daños y perturbaciones de los medios de vida rurales y los sistemas agroalimentarios a causa del conflicto tienen consecuencias en la seguridad alimentaria y la nutrición.

La FAO ha advertido que la situación puede empeorar dadas las precipitaciones y temperaturas superiores a la media previstas en los estados del sur y el centro del Sudán a causa del fenómeno La Niña entre agosto y septiembre. Las posibles inundaciones aumentarían el riesgo de pérdidas de cultivos y ganado, mientras que el acceso humanitario limitado está empeorando el suministro de alimentos y aumentando el riesgo de hambruna grave, recalcó la agencia.

La FAO distribuye semillas

La Organización y sus socios lideran trabajos multisectoriales para prevenir una escalada de la hambruna en todo el país. Sin embargo, han subrayado que es fundamental aumentar la asistencia alimentaria y monetaria vital para quienes se enfrentan a una grave escasez de alimentos aunque esto por sí solo no puede llenar los vacíos causados ​​por la disminución de la disponibilidad, el suministro y la producción local de alimentos.

Para acelerar la producción agrícola, la FAO distribuye semillas a 1,2 millones de agricultores para la temporada principal de siembra, que comenzó en junio. Si esta campaña se implementa en su totalidad, permitirá producir una cosecha de entre 2,4 y 3,6 millones de toneladas de grano de sorgo.

La FAO también brinda servicios veterinarios esenciales y tiene previsto proporcionar suministros de emergencia para el ganado y la pesca.

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