Teresa Rivera: «España y Europa cuentan con seguridad de abastecimiento energético en el actual contexto»

01 de Marzo de 2022
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Teresa Rivera, ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico

La Unión Europea no descarta la posibilidad de dejar de importar gas ruso del que depende ahora el norte de Europa en un 50% y, en el caso de España, en un 9%. Un asunto sobre el que se debatió ayer en el Consejo de Energía extraordinario celebrado en Bruselas y al que asistió la ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Rivera.

Rivera, en declaraciones a TVE, ha explicado algunas claves para evitar la dependencia energética de Rusia. Así, ha apuntado la necesidad de más coordinación a nivel europeo para aprovechar los recursos disponibles y «cómo lo podemos hacer juntos, tanto en diversificación, como uso de almacenamientos, compras conjuntas y coordinación técnica. Y esto es algo en lo que se ha avanzado en las últimas semanas. Dentro de la diversificación de proveedores, España cuenta con un esquema mucho más amplio y mucho menos dependiente del gas ruso, mucho menos que otros países que dependen en un 40% o 50% y hasta en un 100% del aprovisionamiento desde Rusia. Tenemos algunos proveedores que muestran su solidaridad. EE.UU está trabajando bien con la UE. Argelia, con quien hablamos todas las semanas. Sin ir más lejos, el sábado el ministro me llamó para reforzar la idea de que si necesitamos más gas, nosotros o los socios europeos, a través de España, de Italia, o en barco, están dispuestos a hacerlo. Pero esto hay que hacerlo deprisa»

Ahorro, eficiencia y renovables

La reducción de la dependencia no es algo que se pueda hacer de un día para otro, pero se ha de conseguir de manera acelerada, en el contexto de la transición energética y el Pacto Verde, ha explicado. «Tenemos que acelerar toda la diversificación de nuestro modelo, implantado ahorro y eficiencia. Esto es capital en un contexto como este. Desarrollando las energías renovables de las que hoy disponemos, invirtiendo en las tecnologías que nos darán soluciones en muy poco tiempo. Así que es un esquema complejo, importante, que nos obliga a hacer un esfuerzo mayor. Afortunadamente, con los recursos de los Planes de Recuperación, en la línea que teníamos analizada»

Hay reservas suficientes en España y Europa

La ministra ha señalado que, en estos momentos, la estimación es que en Europa, gracias a un invierno suave y a pesar de que ahora se observa, retroactivamente, «cómo los flujos procedentes de Gazprom se habían venido reduciendo desde hace mucho tiempo, lo que hace pensar que no es una reacción improvisada la de Putin en la gestión del gas», cuenta con seguridad de abastecimiento. Y España, de manera especial. Nuestro país tiene un tercio de las plantas de regasificación y, por lo tanto, es más flexible. «Podemos recibir barcos cargados de gas natural licuado, en mucha mayor medida, con independencia de que, en efecto, se está produciendo un pico de precios».

Teresa Rivera ha recordado el mensaje en el que se insiste desde todos los gobiernos: «trabajar con los operadores, con las compañías para poder disponer lo que vayamos a necesitar el invierno que viene cuanto antes. Es decir, adelantar e introducir un calendario, de manera más sistemática y ordenada, de las reservas de las que se tiene que aprovisionar para asegurar que el invierno que viene no tengamos problemas».

Puertos preparados

Respecto a la preparación de los puertos españoles ha afirmado que «España tiene un papel clave. Es verdad que nuestras terminales de regasificación cuentan con una capacidad de almacenamiento y es verdad que contamos con una capacidad de almacenamiento adicional que nos permite ser, de alguna manera, una referencia de proximidad si otros Estados miembros lo necesitaran. No de unas dimensiones para cubrir el centro y norte de Europa. Vemos como una de las economías más sensibles es la alemana que dependía de gas ruso, que llegaba a través de gaseoducto y, sin embargo, no contaba con plantas de regasificación, y ahora se está planteando medidas de emergencia. Si queremos contar con un sistema energético fiable, razonable, la respuesta más importante es que la que ya conocíamos: la autonomía desde el punto de vista estratégico»

El precio del gas condiciona la luz

Finalmente, Rivera ha manifestado que un precio alto del gas contagia a la electricidad, «cosa que nos venimos advirtiendo hace meses». Por ello cree que la solución estructural más importante tiene que venir de Europa, porque la regulación del funcionamiento del mercado eléctrico y cómo se configuran los precios no es algo que dependa de los Estados miembros. «Depende de la regulación europea y es una de las batallas abiertas. La CE ha estado trabajando en el segundo paquete de medidas para facilitar una reducción de estos impactos en el consumo final. Hasta ahora en lo que hemos venido trabajando es en el apoyo presupuestario a través de una rebaja fiscal. Pero no basta. No tiene sentido cuando estamos viviendo una situación tan extraordinaria de precios el que se produzca este shock tan relevante sin que esté claro quién o cómo puede beneficiarse, pero sí sabiendo que son los consumidores domésticos y los consumidores industriales los que están afrontando estas consecuencias. No sólo de precios altos del gas, sino de la electricidad».

Y en ámbito doméstico, ha insistido la ministra en la necesidad de un esfuerzo adicional por mantener e incorporar nuevas medidas de protección del consumidor, facilitar que haya pequeños comercializadores que tengan acceso a electricidad a precio razonable o asegurar que la electricidad tiene un coste de producción más ajustado, como en el caso de las energías renovables. «Que sea algo que beneficie al consumidor final y que no se acabe pagando al precio de la más cara solamente».

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