El secretario general de la Unión General de Trabajadores y Trabajadoras (UGT), Pepe Álvarez, ha marcado este miércoles las prioridades del sindicato para el año en curso, con dos líneas claras: la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales y la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.200 euros. En una rueda de prensa celebrada en Madrid, Álvarez ha exigido al Gobierno que no se deje influir por discursos que, según él, están más cercanos a los de las patronales que a las necesidades reales de los trabajadores.
“No es razonable que desde el Gobierno aparezcan argumentos propios de Cepyme o de ciertos sectores empresariales que siempre se han opuesto a avances laborales”, ha declarado. En esta línea, Álvarez ha remarcado que la reducción de la jornada y el incremento del SMI no solo son demandas sindicales, sino también sociales, avaladas por estudios que demuestran que ambas medidas impactan positivamente en la productividad y el bienestar de los trabajadores.
¡Basta de bulos sobre los fijos discontinuos!
Uno de los temas que Álvarez abordó con especial contundencia fue el de los contratos fijos discontinuos. Frente a las críticas que cuestionan su eficacia, el líder sindical desmintió que estos contratos generen precariedad laboral. “Estamos por debajo de la media europea en contratación temporal, con un histórico 12,5%. Esto nunca se había visto en nuestro país, y los fijos discontinuos han sido clave para conseguirlo”, explicó.
Álvarez también lamentó que se esté utilizando este modelo como arma política, promoviendo lo que calificó como bulos. “Quienes critican los fijos discontinuos, ¿qué alternativa proponen? ¿Volver a la temporalidad y la precariedad?”, se preguntó. Así, instó al PP y a otras fuerzas políticas a aclarar si su objetivo es desmantelar las reformas laborales que han consolidado estos avances.
Un compromiso firme con las 37,5 horas
Respecto a la reducción de la jornada laboral, Álvarez fue tajante: “Que el Gobierno no juegue con este tema. Si intentan bloquear la medida, responderemos con movilizaciones”. Además, recordó que esta reivindicación no es nueva y que ya existe un acuerdo firmado con el Ministerio de Trabajo. En este sentido, subrayó que la jornada laboral está regulada por convenios colectivos que afectan a empresas de todos los tamaños, desmintiendo así las preocupaciones sobre el impacto en las pequeñas y medianas empresas.
“Es absurdo seguir argumentando que esta medida solo perjudicará a las pymes. En sectores como la hostelería, muchas empresas ya operan con jornadas cercanas a las 37,5 horas. Hay que dejar de alimentar estos miedos sin fundamento”, sentenció.
El cambio climático y su impacto en el trabajo
Pepe Álvarez también aprovechó la ocasión para abogar por un pacto de Estado frente al cambio climático. Afirmó que los trabajadores necesitan una hoja de ruta clara para afrontar situaciones de alerta climática, ya sean olas de calor, lluvias torrenciales o fríos extremos. En este sentido, destacó la importancia de incluir medidas laborales específicas en los planes de adaptación al cambio climático.
“No podemos permitir que las condiciones meteorológicas extremas sigan poniendo en riesgo la seguridad y salud de los trabajadores. Es urgente actuar ya”, alertó.
Un llamamiento a la seriedad y el rigor
Durante su intervención, el secretario general de UGT también se refirió a las disputas internas en el Gobierno sobre la reducción de jornada. Aunque evitó entrar en descalificaciones, hizo un llamamiento a todos los miembros del Ejecutivo para que traten este tema con “seriedad y rigor”. “Nuestro interlocutor es el Ministerio de Trabajo, y vamos a exigir que se cumpla el acuerdo firmado”, destacó.
Álvarez valoró de manera positiva su relación con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, a pesar de las tensiones entre este y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Sin embargo, dejó claro que no comparte algunas posturas de Economía que, en su opinión, están más alineadas con los intereses empresariales que con los de los trabajadores.
Propuestas para el futuro laboral
El líder sindical también adelantó que UGT solicitará una evaluación de los efectos de la reforma laboral tras cuatro años de aplicación. Este análisis, según Álvarez, permitirá identificar áreas de mejora, como el uso abusivo de la contratación a tiempo parcial y la necesidad de una reforma del despido en España. “El despido en nuestro país sigue sin ser suficientemente disuasorio ni resarcitorio”, apuntó, alineándose con las recomendaciones del Comité Europeo de Derechos Sociales.
A nivel internacional, Álvarez expresó su preocupación por el auge de movimientos neofascistas y el impacto que podría tener un eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. También hizo incapié en la posibilidad de que de las urnas salgan nuevos gobiernos “neofascistas” como puede pasar en Alemania con las elecciones previstas para este mismo año. “El sindicalismo tiene que estar preparado para afrontar estos retos globales”, concluyó.
Al fundador de Tesla, Elon Musk, le ha acusado de liderar el nuevo fascismo, mientras ha afeado a la patronal que evite negociar sobre males "endémicos" y ha pedido que se analice cómo ha impactado la reforma laboral tras cuatro años de aplicación.
Movilización y diálogo social
Finalmente, Álvarez reafirmó el compromiso de UGT con el diálogo social, pero advirtió que no dudarán en recurrir a la movilización si las demandas del sindicato no son atendidas. “No jueguen con los derechos de los trabajadores. Estamos dispuestos a negociar, pero también a luchar por lo que consideramos justo”, sentenció.
Con estas palabras, Pepe Álvarez dejó claro que UGT seguirá siendo un actor clave en la defensa de los derechos laborales en España, marcando el camino hacia un mercado laboral más justo y equitativo.