- El Ayuntamiento de Villanueva de San Carlos, denunciado por incumplir la Ley de la Memoria Histórica
El Ayuntamiento del pequeño municipio de la provincia de Ciudad Real aprobó en el pleno del pasado 25 de noviembre y por unanimidad, la incoación de un expediente administrativo a instancias de la solicitud que el abogado de la Memoria Histórica Eduardo Ranz hizo al consistorio de la localidad en relación al callejero con nombres franquistas que vulneraban la Ley de la Memoria Histórica del año 2007.Ana Isabel Castellano Hervás, secretaria del Ayuntamiento, ha notificado verbalmente a Ranz la decisión del pleno y lo ha confirmado por teléfono a Diario16. Se da la coincidencia de que el pleno sacó a la luz una calle más que incumplía la ley y de la cual el abogado no tenía noticia.Ana Isabel Castellano ha explicado a Diario16 que en el plazo de dos días la decisión del pleno se publicará en el Boletín Oficial de la Provincia y en diversos bandos municipales que convocarán a los vecinos para que presenten sus propuestas para renombrar las calles. El Ayuntamiento pretende así dar relevancia a la participación ciudadana.
El Ayuntamiento dará prioridad a las propuestas ciudadanas para la nueva nomenclatura de las callesEl abogado Ranz ha declarado a Diario16 que está a la espera de la notificación oficial y que, en cuanto la reciba y se compruebe que se inician los trabajos para cumplir con la ley, “no tendrá sentido mantener el recurso contencioso-administrativo” presentado el pasado viernes en el decanato del Juzgado Contencioso-Administrativo de Ciudad Real por la hasta ahora inacción del Ayuntamiento de Villanueva de San Carlos en el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica del año 2007 y por no elaborar el catálogo de vestigios relativos a la Guerra Civil y la Dictadura. Ocho años tardeTal como ha estado informando Diario16, Ranz requirió al consistorio el pasado 8 de agosto para que, tal como dice la ley, tomara “las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la Represión de la Dictadura”.“La parte buena es que finalmente se aplica la ley; la mala, que han tenido que pasar 8 años, para que así fuera”, comenta Eduardo Ranz.