El reciente anuncio de Ferrovial de trasladar su sede social a Países Bajos ha generado preocupación en algunos sectores de la sociedad y del Gobierno español. Sin embargo, es importante destacar que la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, una vez conocida la decisión de la Junta de accionistas de la compañía de hacer efectivo el cambio, ha expresado el respeto del Ejecutivo por la decisión de los accionistas de Ferrovial y ha reiterado su compromiso de atraer inversión y favorecer el crecimiento de las empresas en España.
El Gobierno ya ha demostrado su capacidad para atraer inversión extranjera, como se evidencia en el acuerdo con Microsoft que consiguió el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y que convertirá tres localidades madrileñas en nuevos 'hubs' tecnológicos.
Por más que la presidenta de la Comunidad de Madrid pretendiera treparle el mérito al Ejecutivo central en su "Ayuso World Tour 2023" la realidad es que fue el gobierno de Sánchez el que consiguió atraer la inversión con la multinacional de Seattle.
Mientras Ayuso hacía honor y proselitismo de la "libertad a la madrileña" que no era otra cosa que dos cañas de Mahou y una tapa de callos, el Ejecutivo de Sánchez estaba negociando la llegada de la empresa fundada por Bill Gates a España. Fueron dos años de reuniones y encuentros en los que participaron inicialmente, junto al propio presidente, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la exministra de Industria y candidata al Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto. Posteriormente, se han mantenido conversaciones en materia de medio ambiente, con la ministra Teresa Ribera, y de ciberseguridad, con la ministra Margarita Robles.
Además, todas las previsiones nacionales e internacionales apuntan a un crecimiento económico de España este año que casi duplica la media europea y de las principales economías de la zona euro, lo que refleja la competitividad del país y su capacidad para atraer talento e inversiones.
El Ejecutivo ha puesto de manifiesto que las empresas cotizadas en España pueden cotizar en la bolsa norteamericana si así lo solicitan, ya que no existen obstáculos legales, normativos o de operativa que lo impidan. Además, el gobierno ha demostrado su disposición a trabajar de manera constructiva con todas las empresas españolas para defender sus intereses e impulsar su expansión y crecimiento.
En este contexto, el traslado de la sede social de Ferrovial a Países Bajos no debería ser motivo de alarma. Es importante recordar que la compañía tiene todo el derecho de acometer una fusión transfronteriza, en este caso con un país europeo, y que el Gobierno ha expresado su respeto por la decisión de los accionistas de Ferrovial.
El único fleco abierto ahora será el del coste fiscal de esta operación. El Gobierno ya ha advertido a la empresa que si la Agencia Tributaria no encuentra motivos económicos (sino fiscales) para realizar la operación, no quedará exenta de las ventajas fiscales que aplican en estos casos.
Por tanto, adiós Ferrovial y hola Microsoft. España sale ganando y ya veremos dónde acaba la empresa de la familia Del Pino.