En un tenso intercambio durante la sesión de control en la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, defendió con vehemencia las actuaciones de su gobierno frente a la crisis del COVID-19 en las residencias de mayores, provocando un aluvión de críticas por los denominados "protocolos de la vergüenza".
Ayuso: "había muertos por todas partes"
Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, reprochó a Ayuso las repercusiones de dichos protocolos que condenaron a miles de ancianos a una muerte segura, sin atención hospitalaria.
Ayuso, respondiendo a sus acusaciones, tachando a Bergerot de falta de humanidad y justificó sus decisiones alegando que “había fallecidos en todos los ámbitos” y que el colapso era general, implicando que las medidas adoptadas eran las más idóneas dadas las circunstancias.
9.468 muertes en las residencias sin ayuda
Durante la primera ola de la pandemia, se registraron 9.468 muertes en la región, de las cuales 7.291 correspondieron a mayores en residencias que no fueron trasladados a hospitales.
Ayuso, ante las críticas, subrayó que las decisiones fundamentales se tomaron en un contexto de democracia y colaboración, señalando deficiencias del Gobierno central en la provisión de recursos y acusándolo de prohibir a las comunidades autónomas la adquisición del material sanitario necesario. También destacó la inacción del entonces vicepresidente Pablo Iglesias, responsable del mando único, quien según ella, no aportó de manera efectiva a la gestión de la crisis.
Ayuso vuelve a mentir sobre al mando único de las residencias
Unas palabras que ya se demostraron falsas. Vuelve a utilizar el bulo de la gestión de Pablo Iglesias durante su mandato en el Ministerio de Derechos Sociales, para justificar la falta de atención a los mayores, que murieron por miles en la región, sin hacer nada.
En noviembre de 2022, Ayuso reconoció por fin, que las residencias de mayores son de su competencia, hoy vuelve a sacar a relucir el bulo de Podemos.
La Justicia concluyó que las comunidades autónomas y no Pablo Iglesias eran los responsables del fiasco sanitarioen las residencias
Una sentencia de los juzgados de Teruel de 2020, desmontó la teoría del PP de que el entonces vicepresidente segundo del Gobierno, fue el titular del mando único. También se cayo el otro bulo que ha recuperado Almeida, que el responsable de la propagación del virus fue el 8M.
Justificó los protocolos de la vergüenza por que morían igual
La presidenta madrileña sostuvo que, debido a la grave afección y la alta carga viral del COVID-19, el traslado a hospitales no aseguraba la supervivencia de los ancianos, insinuando que el fallecimiento era un desenlace probable tanto en residencias como en hospitales. Esta afirmación sirvió como justificación a la controvertida orden que restringía el traslado de ancianos a centros hospitalarios, una medida que ha sido extensamente criticada y vista como una condena de muerte para muchos.
La oposición sacó a relucir la negativa del gobierno regional de Ayuso a divulgar todas las actas de inspecciones policiales efectuadas en las residencias durante los primeros meses de la pandemia, una acción que ha sido interpretada por algunos como un intento de ocultar el alcance del abandono institucional.
Pero que de nada ha servido, porque todas las actas policiales están saliendo a luz y los familiares de los fallecidos en soledad y el resto de los madrileños y madrileñas nos estamos enterando que la falta de ayuda que sufrieron estos centros.
Esta postura se ha reforzado tras las modificaciones legislativas impulsadas por el Partido Popular para mermar la independencia y capacidad sancionadora del consejo de transparencia de la Comunidad de Madrid, con la ley ómnibus.
La defensa de Ayuso sobre la gestión sanitaria madrileña, a la que describió como la mejor de España, contrasta con la dura realidad de más de 7.000 ancianos fallecidos en residencias sin acceso a cuidados hospitalarios. El enfrentamiento entre Bergerot y Ayuso refleja el profundo dolor y la demanda de justicia de los familiares de las víctimas.
“Más pronto que tarde habrá justicia”, vaticinó Bergerot, reflejando la petición colectiva por respuestas y responsabilidades claras en uno de los capítulos más sombríos de la pandemia en Madrid.