Pedro Sánchez había sentado las bases en el ultimo 39 Congreso Federal de junio del 2017 y ya para este 40, le ha dado resultado el diseño y las estructuras configuradas, para tener todo controlado y poder entrar y salir del mismo en olor de multitud, con rendición de pleitesía hacia su persona incluido.
En ese sentido, aplicó una serie de medidas que incidían y condicionaban al congreso, como han sido, la elección (auto elección) de cabezas de delegación, que oh, ¡casualidad!, recayeron en sus homólogos jerarcas (las estructuras del PSOE se han jerarquizado aún más) territoriales y estos a su vez, eligieron (impusieron) a dedo a los delegados en sus respectivos ámbitos, claro está todos de sus enteras confianza, habiéndose creado una imagen de ficticia unidad y es qué, por no haberse contado con la mayoría de los afiliados y afiliadas en la participación de todo este proceso, el malestar está bastante generalizado.
Con ese panorama, no era de extrañar la plena sintonía entre ellos, máxime, por no haber participado libremente la militancia en su elección. Por si fuera poco esa aberración democrática, también han tenido la potestad de supervisar y en su caso cribar, las enmiendas a la ponencia marco, presentadas por las/los militantes en sus respectivos territorios.
En consecuencia, no seria de extrañar, que el sentido ideológico de izquierda en sus resoluciones brille por su ausencia, en temas de suma importancia como: reivindicación del advenimiento de la República; denuncia del Concordato con el Vaticano, para terminar con los tantos privilegios que tiene la retrograda Iglesia Católica; creación de una banca publica que nos evite seguir soportando las extorsiones y abusos de la banca privada.
Lo mismo con una empresa energética publica, para poderle hacer frente con garantías, al oligopolio establecido por grandes empresas eléctricas, que con extraordinarias ganancias, impunemente nos están imponiendo sus exorbitados precios. Cada vez más, se hace necesaria la derogación de la reforma laboral, que mediatiza y condiciona la efectividad del incremento del SMI (Salario Mínimo Interprofesional). Igualmente en lo que respecta a la Ley de Seguridad Ciudadana (comúnmente conocida como la de “la patada en la puerta”).
La causa del Pueblo Saharaui, a favor de un referéndum de autodeterminación e independencia, sigue siendo una asignatura pendiente. Lo mismo que la del Pueblo Palestino para que pueda disponer de su propio Estado. Revisar y poner al día el 0,7% del PIB de los países más desarrollados, en apoyo a los subdesarrollados y es que desde que las Naciones Unidas lo implantó en mayo de 1972, ha quedado manifiestamente desfasado.
La línea ideológica del PSOE tendrá que definirse en este congreso y lo más lógico y razonable, es que esta de verdad sea de sello socialdemócrata y no retóricamente, como Pedro Sánchez está pregonando, junto a los dirigentes territoriales y todos los que con sus cargos se encuentran muy a gusto.
El tema es practicarlo y no sistematicamente decirlo. La mejor de las formulas para combatir el populismo y fascismo, es mediante la practica de políticas con más libertad y justicia social. Esto en alguna medida se está consiguiendo, debido a que el PSOE gobierna con Unidas Podemos y es por mediación de esta organización política, como se ha venido implantando las políticas de calado social y económico a favor fundamentalmente de la clase trabajadora.
Ya a nivel interno, se hace necesario recuperar la democracia cada vez más cercenada, haciendo del PSOE un partido político realmente democrático, plural y participativo. Al finalizar el referido 39 Congreso Federal, Pedro Sánchez, se comprometió a "empoderar a la militancia” dándole más participación. Sin embargo, no lo ha llevado a efecto y todo lo contrario, ésta cada vez ha venido contando menos o prácticamente nada, en el conjunto de las estructuras establecidas y en manos de determinados dirigentes territoriales, que no dudan en utilizarlas con arreglo a sus intereses personales y no de los del Partido y de la Sociedad a la que nos debemos.