Ayuso y Aguirre: El liberalismo como excusa para el vacío político

La presidenta madrileña y su mentora presentan un libro cargado de retórica liberal, pero la realidad parece no acompañar sus discursos vacíos de resultados

20 de Mayo de 2025
Actualizado a las 9:30h
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Ayuso y Aguirre: El liberalismo como excusa para el vacío político
La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre este lunes en la presentación de su libro

La reciente presentación del libro Una liberal en política. Por qué lo que funciona es el liberalismo de Esperanza Aguirre, en la que participaron tanto Isabel Díaz Ayuso como José Luis Martínez-Almeida, ha dejado claro un tema que empieza a ser un leitmotiv en la política madrileña: el liberalismo como bandera, pero con escasos resultados concretos que lo respalden. Este acto, organizado con todos los lujos de una élite política, ha sido una oportunidad más para que las dos figuras más representativas del Partido Popular madrileño reivindiquen su ideología. Sin embargo, la falta de propuestas sustanciales y su dependencia de la retórica política han vuelto a poner en duda la autenticidad de sus intenciones.

La propia Ayuso, en su intervención durante la presentación, recalcó que el liberalismo no funciona “por arrastre, sino por convencimiento”. Sin embargo, su discurso, como el de Aguirre, parece más un eco de un tiempo pasado que una verdadera visión de futuro para España. Mientras Ayuso hablaba de la necesidad de reconstruir un orden constitucional que, según ella, ha sido minado por los socialistas y nacionalistas, lo cierto es que en su mandato como presidenta de la Comunidad de Madrid las reformas prometidas han brillado por su ausencia.

La bandera vacía del ultraliberalismo

El liberalismo que defienden Aguirre y Ayuso parece más una bandera vacía que un compromiso real con políticas que realmente transformen la vida de los ciudadanos. Mientras se esfuerzan por poner en marcha discursos grandilocuentes, los problemas estructurales de Madrid siguen sin resolverse. El aumento de la desigualdad, la falta de vivienda asequible, la creciente precariedad laboral y el empobrecimiento de los servicios públicos son los principales ejemplos de una gestión que, aunque se proclama liberal y moderna, ha dejado a muchos madrileños atrás.

Lo que más llama la atención es la constante crítica al gobierno de Pedro Sánchez, al que Ayuso tacha de “cínico, corrupto y antiespañol”. Sin embargo, ¿realmente se está ofreciendo una alternativa viable a este gobierno? Las reformas prometidas por la presidenta madrileña se desdibujan cuando se observan los números: en el ámbito económico, la Comunidad de Madrid sigue dependiendo en gran parte de fondos del gobierno central, mientras que las políticas de privatización y recorte de servicios públicos no hacen más que aumentar la desigualdad.

En cuanto a la declaración de Aguirre sobre la necesidad de dar “la batalla cultural”, se podría pensar que la verdadera batalla que se libra es la de mantener un proyecto político anclado en un pasado que ya no resuelve los problemas del presente. La mención de Ayuso como una defensora de esta “batalla” parece más un intento de seguir sumando puntos en una pugna interna del Partido Popular, que una auténtica respuesta a las demandas sociales.

La exposición de ideas de Aguirre y Ayuso, al igual que la presentación del libro, también se puede ver como un ejercicio de autopromoción. Ambas figuran como referentes del liberalismo madrileño, pero la realidad política que han construido no coincide con los valores que dicen defender. El liberalismo que proponen sigue siendo un espejismo, mientras que los ciudadanos, especialmente los más vulnerables, siguen esperando medidas concretas que mejoren su calidad de vida.

Por otro lado, la política de Ayuso de reducir impuestos a grandes fortunas, a pesar de las promesas de mejorar la educación y la sanidad, no ha hecho más que incrementar las disparidades sociales en la región. Su apoyo a medidas populistas, en las que la bandera de la unidad nacional parece ser su principal argumento, no ha conseguido mejorar la cohesión social que tanto proclaman en sus discursos.

La presentación del libro de Aguirre ha sido una nueva oportunidad para que tanto ella como Ayuso se adueñen de la narrativa liberal, pero sin ofrecer soluciones reales ni mostrar los resultados que, en teoría, deberían derivarse de sus políticas. Mientras tanto, los problemas sociales de Madrid siguen acumulándose sin que se vea una auténtica voluntad de cambio por parte de las líderes del Partido Popular. La retórica de un liberalismo que promete más libertad y prosperidad para todos parece ser cada vez más una cortina de humo que oculta la falta de acción en los temas cruciales que afectan a los madrileños.

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