En un discurso que dejó huella en la Asamblea, Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, lanzó una dura acusación contra el Partido Popular. Comparó la gestión de Carlos Mazón ante la DANA en la Comunidad Valenciana con la actuación de Isabel Díaz Ayuso en las residencias durante la pandemia de Covid-19, denunciando que la respuesta del PP ante tragedias y catástrofes se basa en "mentiras y desprecio a las víctimas". Para Bergerot, el manejo de ambas situaciones demuestra la indiferencia del partido por la vida de los ciudadanos y un intento constante de eludir responsabilidades.
La DANA y el Covid-19: Desastres tratados con la misma fórmula evasiva
La crítica de Bergerot resalta un patrón que, según ella, define la gestión del PP ante crisis de gran magnitud. Frente a la DANA, Mazón optó por culpar a entidades como la aemetAgencia Estatal de Meteorología (AEMET) y la UMEUnidad Militar de Emergencias (UME) en lugar de reconocer cualquier posible fallo en su propio equipo. Esta misma estrategia fue, en su momento, empleada por Ayuso durante la pandemia de Covid-19, en la que las residencias de mayores en Madrid se vieron gravemente afectadas. Bergerot recuerda cómo la presidenta madrileña minimizó la situación de las personas mayores afirmando que "iban a morir igual", una postura que, según la portavoz, evidencia el desprecio hacia los más vulnerables.
‼️ Mientas España vive la catástrofe de la DANA, el PP hace el ridículo 👇 pic.twitter.com/wgL7jlBeLK
— Más Madrid (@MasMadrid__) November 14, 2024
Para Bergerot, estas actitudes reflejan una estrategia de evasión de responsabilidades que deja a los ciudadanos en una situación de abandono. En sus palabras, "la forma en la que Mazón y Ayuso gestionan las tragedias demuestra una falta de empatía y compromiso con la protección de la gente". La portavoz señala que este desprecio no es nuevo y que se ha evidenciado en otros momentos críticos, como en la crisis del Prestige y el 11-M, en los que el PP intentó desviar la atención o negar la realidad para evitar enfrentarse a las consecuencias.
Desviar la culpa y atacar a la izquierda: la táctica de siempre
En su intervención, Bergerot hizo hincapié en el intento constante del PP de desviar la atención culpando a otros actores. En el caso de la DANA en Valencia, Mazón responsabilizó a organismos nacionales, sugiriendo que no habían actuado con la celeridad necesaria. Sin embargo, para la portavoz, esta es una estrategia de distracción que el partido ha utilizado repetidamente, como cuando, en plena pandemia, Ayuso decidió arremeter contra la izquierda en lugar de reconocer la negligencia en las residencias de Madrid. En lugar de admitir errores, tanto Mazón como Ayuso optan por una confrontación política que, según Bergerot, no hace más que agravar la crisis y el dolor de los afectados.
Los de “se iban a morir igual” y el “el 11M fue ETA” son los mismos de “no había cobertura” en el centro de emergencias de la DANA. Han escrito las páginas más negras de nuestra historia
— Manuela Bergerot (@manuelabergerot) November 14, 2024
Ante la tragedia, la única respuesta del PP es negligencia, bulos y desprecio a las víctimas pic.twitter.com/rOnHWgQoW0
Ayuso, en un discurso reciente en la Asamblea de Madrid, acusó a la izquierda de "colonizar" la Universidad Complutense, afirmando que se había convertido en un "chiringuito de familiares y negocios". Esta afirmación provocó una respuesta irónica de aplausos por parte de los diputados de la oposición, que encontraron en sus palabras una estrategia vacía y sin fundamento. En medio de los aplausos irónicos, Ayuso pidió hasta ocho veces la intervención del presidente de la Asamblea para calmar la situación, reflejando su desconcierto ante la falta de apoyo en el pleno.
La falta de autocrítica en el PP: una constante dolorosa para las víctimas
Para Bergerot, lo más preocupante de estas actitudes es la falta de autocrítica. Según ella, el PP ha mostrado una "total falta de compasión" en su trato hacia las víctimas de tragedias como la DANA y la pandemia. Cuando la negligencia del partido resulta evidente, su reacción parece ser siempre la misma: culpar a otros, desde los servicios de emergencia hasta el gobierno central o la izquierda. En lugar de asumir la responsabilidad de su gestión, el PP opta por desviar la atención y acusar a sus rivales de sabotaje y manipulación.
El ejemplo de la pandemia en las residencias de Madrid ilustra esta falta de autocrítica. Bergerot recuerda cómo el gobierno de Ayuso se negó a actuar con rapidez para proteger a las personas mayores, optando por minimizar el riesgo y adoptar una postura de indiferencia que, según ella, "equivale a una condena". En su intervención, Bergerot fue clara: "Si el PP realmente se interesara por la gente, no utilizaría las tragedias para reforzar su propio relato de victimización".
Ayuso al ataque: entre confrontaciones
En su última intervención en la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso volvió a recurrir a una retórica de confrontación, esta vez acusando a la izquierda de haber "colonizado" la Universidad Complutense de Madrid. Según la presidenta, la universidad pública ha sido convertida en un “chiringuito de familiares y negocios” que responde a los intereses de sus rivales políticos. Esta afirmación provocó una reacción irónica por parte de los grupos de la oposición, quienes la ovacionaron con aplausos, reflejando su escepticismo ante las palabras de Ayuso.
Durante su discurso, Ayuso insistió en que la izquierda está aprovechando la universidad pública para sus propios fines y desacreditó a las instituciones acusándolas de falta de neutralidad. Estas declaraciones se produjeron en un contexto donde la presidenta ha sido criticada por su gestión de servicios públicos esenciales, como la sanidad y la educación, en los que muchos ven una falta de inversión y compromiso real. En este sentido, sus palabras sobre la Universidad Complutense han sido vistas como un intento de desviar la atención de estos temas, alimentando la narrativa de confrontación política.
La sesión, sin embargo, no fue fácil para Ayuso. Ante la respuesta de la oposición, la presidenta pidió amparo hasta en ocho ocasiones al presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, intentando recuperar el control del debate. Su tono se mostró desafiante y, en ocasiones, quebrado por la tensión de la situación, que había derivado en una escena de sarcasmo y cuestionamiento a su liderazgo.
Esta estrategia, aunque efectiva para mantener a su base movilizada, sigue dejando a muchos madrileños preguntándose si su presidenta está realmente dispuesta a atender los problemas urgentes de la comunidad que representa.
Exigir responsabilidad: un acto de justicia hacia las víctimas
Bergerot subrayó la importancia de exigir a los dirigentes del PP que asuman sus responsabilidades, especialmente en momentos de crisis. En lugar de culpar a terceros o de lanzar ataques a la izquierda, los líderes del PP deberían centrarse en proteger y apoyar a las personas afectadas por tragedias como la DANA o el Covid-19. Bergerot considera que el partido debe reconocer sus errores y aprender de ellos para mejorar en futuras crisis, algo que, hasta ahora, parece no haber sucedido.
Para Bergerot, el abandono de los ciudadanos en momentos de crisis es un acto inaceptable de negligencia, que pone en riesgo la vida y el bienestar de las personas. Frente a esto, la portavoz instó al PP a dejar de lado su estrategia de confrontación y a comprometerse realmente con el servicio público, un compromiso que, según ella, requiere "empatía, transparencia y disposición a admitir los propios errores".
La pregunta de fondo: ¿Cambiará el PP su manera de afrontar las tragedias?
Finalmente, Bergerot cuestionó si el PP está realmente dispuesto a cambiar su forma de enfrentar las tragedias. Más allá de los ataques a la izquierda y de las acusaciones de “colonización” hacia instituciones como la Universidad Complutense, lo que se necesita, según ella, es un compromiso sincero con la ciudadanía. Para Bergerot, la gestión del PP en Madrid y Valencia ha demostrado una y otra vez que la prioridad parece ser siempre la propaganda partidista antes que el bienestar de los ciudadanos.