Aunque las elecciones generales no están previstas hasta 2027, el pulso político no se detiene. Dos encuestas publicadas simultáneamente, una de Sigma Dos para El Mundo y otra de NC Report para La Razón, revelan una fotografía clara del panorama electoral: el PP ganaría hoy con holgura, Vox empieza a resentirse por su cercanía con Donald Trump, y la izquierda permanece dividida, sin capacidad de reacción conjunta.
Feijóo consolida su liderazgo (por ahora)
En ambas encuestas, el Partido Popular se mantiene como la fuerza más votada, con una intención de voto que oscila entre el 33,9% (Sigma Dos) y el 34,3% (NC Report). Eso se traduce en una estimación de entre 146 y 149 escaños, consolidando una ventaja que le permitiría llegar a La Moncloa con el apoyo de Vox. La formación de Feijóo parece haber dejado atrás el desgaste sufrido en los meses posteriores al 23J, cuando el llamado “efecto Dana” abrió grietas en su apoyo.
La fidelidad de voto del PP es altísima, según ambas encuestas, a pesar del desastre de gestión y comunicación de Mazón. Más del 80% de sus votantes repetirían hoy papeleta. Además, continúa atrayendo antiguos votantes de Vox y PSOE. Su nicho electoral más fuerte sigue estando entre los mayores de 45 años, consolidándose como la opción preferida de los sectores más conservadores y estables del electorado.
Vox retrocede en medio del ruido trumpista
El partido de Santiago Abascal ha perdido entre dos y cuatro escaños respecto al mes pasado. Según Sigma Dos, estaría en el 12,6% y 38 diputados, mientras que NC Report le da hasta 42 escaños y un 14,1% del voto. En ambos casos se detecta un freno a la tendencia ascendente que venía registrando desde el pasado otoño.
Esta bajada coincide con el protagonismo internacional que Vox ha adquirido de la mano de líderes como Donald Trump, Viktor Orbán o Javier Milei. Sus posturas alineadas con la política arancelaria de Washington, que afecta directamente a los productores españoles, han empezado a pasar factura. Aunque Vox sigue creciendo respecto al 23J, ya no es percibido como una opción de cambio clara, sino como un partido demasiado radical e internacionalizado para buena parte del electorado conservador español.
El PSOE no consigue despegar, pero tampoco cae. Según Sigma Dos, se mantendría en los 118 escaños, y NC Report le da una horquilla de entre 118 y 120. Su intención de voto se sitúa entre el 27,9% y el 28,6%, lo que supone una mejora mínima respecto al mes anterior. Es un dato notable si se tiene en cuenta el contexto: una legislatura complicada, escándalos como el “caso Koldo” o las sospechas sobre familiares del presidente, y la impopularidad de algunas medidas polémicas como la ley de amnistía.
Pedro Sánchez mantiene a más del 75% de su electorado, pero sus fugas hacia el PP (en torno al 8%) reflejan un desgaste de su imagen como líder. Aun así, entre los votantes jóvenes (hasta los 29 años), el PSOE sigue siendo la opción preferida.
Sumar y Podemos, condenados a entenderse… pero enfrentados
Uno de los datos más relevantes que ofrecen ambas encuestas es la descomposición de la izquierda alternativa. La lucha por el espacio a la izquierda del PSOE se recrudece sin que ningún actor salga reforzado. Podemos mantiene un 4,8% en Sigma Dos y un 4,4% en NC Report, lo que le daría entre tres y cinco diputados. Es decir, casi los mismos o incluso menos que los actuales.
Sumar, por su parte, ofrece una doble lectura: mientras Sigma Dos le da una leve recuperación con un 6,9% y 11 escaños, NC Report le atribuye una caída hasta el 5,4%, con apenas ocho o nueve diputados. En ambos escenarios, queda claro que la izquierda a la izquierda del PSOE está muy lejos de reeditar su papel en la anterior coalición de gobierno.
La sangría de votos entre ambas formaciones es constante. Más de 800.000 votantes de Sumar optarían ahora por Podemos, mientras que otros 110.000 se refugiarían en el voto útil al PSOE. Además, Yolanda Díaz retiene solo al 45,9% de quienes la apoyaron en el 23J. En el mejor de los casos, su coalición lograría una representación muy alejada de los 31 escaños obtenidos el año pasado.
El bipartidismo resiste y se fortalece
Más allá de los movimientos internos de cada bloque, las encuestas reflejan un fenómeno más amplio: en tiempos de incertidumbre internacional, como el actual con una guerra comercial en ciernes, los votantes tienden a volver a las grandes formaciones. PP y PSOE concentran más del 60% del voto y mejoran sus niveles de fidelidad electoral. La aparición de figuras como Trump o el ruido generado por líderes radicales parece reforzar la idea de que sólo los grandes partidos pueden aportar estabilidad.
Vox y Sumar, cada uno desde su flanco ideológico, representan lo opuesto: partidos en los extremos del tablero que, pese a su visibilidad, se están viendo penalizados por sus propias estrategias. La derecha ganaría hoy, pero lo haría con una Vox debilitada. La izquierda, sin embargo, ni siquiera sumando a todas sus piezas lograría acercarse a una mayoría parlamentaria.
Las elecciones aún quedan lejos, pero el tablero no está quieto. El PP se consolida como opción ganadora, Vox frena su impulso por sus amistades peligrosas, y la izquierda sigue incapaz de construir un bloque unido. Las encuestas reflejan un país dividido, donde los equilibrios son frágiles y donde el ruido exterior –Trump, China, Ucrania, los aranceles– influye cada vez más en la política nacional.