Desmontamos las supuestas diferencias que Ayuso afirma tener con Sánchez

El caso de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, está marcado por la evasión de impuestos, facturas falsas y una defensa que choca con la realidad judicial

21 de Octubre de 2024
Actualizado el 22 de octubre
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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, participaba en la presentación de la exposición de un fotoperiodista bolivariano, Álvaro Ybarra Zabala
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, participaba en la presentación de la exposición de un fotoperiodista bolivariano, Álvaro Ybarra Zabala

El escándalo alrededor de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha ocupado titulares en los últimos meses, y no precisamente por buenas razones. El empresario, acusado de fraude fiscal y falsificación de documentos, ha admitido ante la Agencia Tributaria su responsabilidad en hechos que incluyen la evasión de más de 350.000 euros en impuestos. Este caso no solo pone en evidencia la complejidad de su relación con Ayuso, sino también las contradicciones en el discurso de la presidenta madrileña.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, participaba en la presentación de la exposición de un fotoperiodista bolivariano, cuyo nombre importa poco, destacando solo las declaraciones disonantes de la lideresa. Como todos sabemos, existe una lucha interna dentro del Partido Popular por el liderazgo nacional. Las palabras de esta mañana, y su negativa a reunirse con el presidente del Gobierno, van dirigidas exclusivamente contra Alberto Núñez Feijóo.

Su único objetivo es confrontar y perjudicar a los ciudadanos madrileños.

A continuación, desmontamos algunas de las diferencias y falsedades que Ayuso ha expresado públicamente en relación con su gestión y las comparaciones con el presidente Pedro Sánchez, especialmente en el contexto de su defensa frente a las críticas por la implicación de su pareja.

1. “Yo tengo unos presupuestos en la Comunidad de Madrid, el presidente Sánchez no”

Díaz Ayuso ha presumido de tener presupuestos estables en la Comunidad de Madrid, mientras acusa a Pedro Sánchez de no contar con los suyos a nivel nacional. Sin embargo, la realidad es que Ayuso mantuvo unos presupuestos prorrogados durante tres años, entre 2019 y 2022, debido a la falta de apoyo de Vox. Curiosamente, el mismo partido que le permitió gobernar en primera instancia fue el que bloqueó su capacidad para actualizar los presupuestos autonómicos. Es un claro ejemplo de cómo la presidenta manipula los hechos a su favor mientras ignora su propia historia política.

2. “Yo acudo siempre al Debate del Estado de la Región… Pedro Sánchez solo ha ido una vez en seis años”

Este argumento también resulta engañoso. Aunque es cierto que Pedro Sánchez ha asistido una sola vez al Debate sobre el Estado de la Nación, es importante recordar que este formato no se celebra anualmente de forma obligatoria. En España, este debate se introdujo en 1983 y ha tenido interrupciones por años electorales o cambios de gobierno. En contraste, Ayuso ha participado en el Debate del Estado de la Región, pero su situación en Madrid no es comparable a la del presidente del Gobierno, cuyo papel se ve condicionado por una agenda política mucho más compleja a nivel nacional.

3. “Yo tengo mayoría absoluta, Pedro Sánchez perdió en las urnas”

Es cierto que Díaz Ayuso alcanzó una mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de 2023, pero lo que omite es que esta mayoría fue resultado de la fragmentación del centro-derecha, tras la desaparición de Ciudadanos como fuerza relevante. Sin el colapso de sus antiguos socios, Ayuso no habría conseguido el control absoluto de la Asamblea de Madrid. Pedro Sánchez, por su parte, no perdió en las urnas, sino que formó una coalición de gobierno legítima tras las elecciones generales, algo que Ayuso intenta simplificar como una "derrota", cuando en realidad refleja la complejidad del sistema parlamentario español.

4. “Mi gobierno no tiene corrupción, el de Sánchez sí”

Esta afirmación ha quedado seriamente comprometida con el caso de su pareja, Alberto González Amador. Aunque Ayuso se esfuerza en desvincularse de los problemas legales de su novio, el hecho es que su cercanía al poder ha levantado serias sospechas. González Amador está acusado de fraude fiscal y falsificación de facturas, utilizando su posición como comisionista para beneficiarse durante la pandemia. Aunque la presidenta intenta negar cualquier vínculo entre la administración pública y los negocios de su pareja, los hechos revelan una trama de corrupción que salpica a su entorno más cercano.

5. El fraude fiscal de Alberto González Amador

El caso de González Amador ha sido especialmente dañino para la imagen de Ayuso. El empresario defraudó más de 350.000 euros a Hacienda entre 2020 y 2021, utilizando una trama de facturas falsas y gastos ficticios. La Agencia Tributaria ha revelado que infló sus deducciones a través de operaciones comerciales inexistentes, incluyendo una factura de 620.000 euros a una empresa mexicana, MKE, que nunca materializó ningún negocio.

Además, González Amador intentó justificar gastos relacionados con un contrato en Costa de Marfil para la venta de vacunas, un negocio que nunca llegó a concretarse. Los inspectores fiscales descubrieron que el empresario incluyó en sus declaraciones de impuestos gastos ficticios por más de 900.000 euros, todo ello destinado a reducir su carga fiscal.

6. Ayuso y la defensa de lo indefendible

A pesar de la gravedad de los hechos, Isabel Díaz Ayuso ha defendido a su pareja con declaraciones que rozan el absurdo. Ha afirmado que todo esto forma parte de una campaña de acoso personal y político orquestada por el gobierno de Pedro Sánchez, al que acusa de intentar "destruirla emocionalmente". Estas afirmaciones, sin embargo, no logran desviar la atención del hecho central: González Amador ha admitido los delitos y se enfrenta a una condena judicial.

Es evidente que Ayuso intenta proyectar una imagen de fortaleza y victimismo, pero las pruebas acumuladas contra su pareja no dejan lugar a dudas sobre la gravedad del fraude cometido. Mientras el juicio continúa, la presidenta madrileña sigue intentando desvincularse de los hechos, pero su defensa se tambalea ante la contundencia de la realidad.

El caso de Alberto González Amador y las mentiras de Isabel Díaz Ayuso sobre su gestión y comparaciones con Pedro Sánchez ponen de manifiesto una estrategia política basada en la manipulación y el victimismo. Mientras su pareja se enfrenta a la justicia, la presidenta madrileña sigue proyectando una imagen de limpieza política que contrasta con la corrupción en su entorno más cercano.

Este escándalo, lejos de terminar, podría tener implicaciones de largo alcance para la carrera política de Ayuso, que deberá afrontar las consecuencias de las acciones de su pareja y las contradicciones en sus propias palabras. Mientras tanto, la verdad sigue desenmascarando las diferencias entre el discurso público de la presidenta y los hechos reales.

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