Por primera vez desde que se publica la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, Reporteros Sin Fronteras (RSF) afirma que la situación global es “difícil”. El deterioro económico de los medios, unido a la violencia, la censura y el autoritarismo creciente, ha empujado a más de la mitad del planeta a niveles críticos para el ejercicio del periodismo. Palestina, símbolo extremo de esta tendencia, se ha convertido en uno de los lugares más mortíferos del mundo para informar.
Una crisis económica que desmantela redacciones y amordaza periodistas
El informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) presentado este viernes sitúa por primera vez en su historia a la libertad de prensa mundial en una condición "difícil", con una mitad de los países del mundo donde ejercer el periodismo se considera un acto de alto riesgo o directamente imposible.
Según el análisis, la precariedad económica de los medios es el factor que más ha contribuido al agravamiento de la situación. La falta de fondos, la concentración de la propiedad y la inestabilidad financiera generalizada están forzando a medios a cerrar, despedir periodistas o alinearse con intereses comerciales o políticos. En palabras de Edith R. Cachera, vicepresidenta de RSF, “la mala situación financiera lleva a algunos medios de comunicación a ponerse al servicio de intereses políticos y comerciales”. Esto alimenta la autocensura, la propaganda y la desinformación.
En contextos bélicos, como Gaza, Sudán o la República Democrática del Congo, el impacto es aún más devastador: medios destruidos, periodistas asesinados y redes informativas silenciadas. En Gaza, RSF documenta más de 200 periodistas asesinados desde octubre de 2023, redacciones demolidas y materiales incautados por el Ejército israelí. “Nunca habíamos visto algo así”, subraya Cachera.
Palestina, epicentro del apagón informativo
Palestina ocupa el puesto 163º de 180 en la clasificación, en lo que RSF califica como un auténtico “agujero negro” informativo. Desde el estallido del conflicto en octubre de 2023, el número de periodistas asesinados ha superado los dos centenares, mientras que las condiciones para ejercer la profesión han colapsado. “Esta masacre de periodistas hecha a conciencia, de forma deliberada… es absolutamente insólita en la historia de RSF y en la historia en general”, denuncia Cachera.
Israel, que ocupa el puesto 112º, ha sido señalado por bombardear sedes de medios nacionales e internacionales en Gaza y por restringir la cobertura de medios como Al Jazeera, cuya retransmisión fue suspendida también por la Autoridad Palestina en enero. El país, según Cachera, “está girando muy rápidamente hacia la autocracia”.
Otros países de la región también retroceden. Jordania cae 15 puestos por leyes represivas contra la prensa; Irán (176º) y Siria (177º) mantienen un clima de terror hacia los profesionales informativos.
América y África: la libertad de prensa en retirada
El deterioro también se extiende por América, donde 22 de los 28 países del continente han visto empeorar su situación. En Estados Unidos, en el segundo mandato de Donald Trump, el informe denuncia un “alarmante deterioro” con ataques a la prensa, restricciones a los periodistas que cubren al presidente y el cierre de medios públicos críticos como Radio Free Europe o Voz de América.
Los efectos del recorte en cooperación internacional, especialmente en Latinoamérica, han llevado al exilio, despidos y al silencio forzado de medios en Cuba, Nicaragua o Venezuela. En Argentina, la guerra abierta de Javier Milei contra los medios ha desplomado al país 47 puestos en dos años. En El Salvador (135º) y Haití (111º), el periodismo se enfrenta a un entorno cada vez más hostil.
En África, la situación es igualmente alarmante. Países como Eritrea, en el último lugar del ránking, muestran un ecosistema mediático controlado o directamente inexistente. La falta de subvenciones, la concentración de propiedad y el uso de los medios como herramientas de propaganda agravan esta deriva.
Europa: oasis de libertades con fisuras crecientes
Mientras tanto, Europa aparece como un refugio relativo de libertades, con Noruega a la cabeza del ránking mundial, seguida de Estonia y Países Bajos. Sin embargo, el continente no está exento de sombras: en Europa del Este y Asia Central, muchos medios han perdido su sostenibilidad tras la retirada de fondos estadounidenses, viéndose obligados al silencio o al exilio.
España, con el puesto 23º, obtiene el mejor resultado de su historia y se posiciona entre el 15% de países con mejores condiciones para ejercer el periodismo. El clima sociocultural favorable, especialmente en respeto a minorías y libertades civiles, impulsa esta mejora. Sin embargo, persisten problemas estructurales: la concentración mediática, la politización del sector y la fragilidad económica amenazan con frenar este avance.
Cachera señala que "el Gobierno se ha comprometido con el Reglamento Europeo de Medios de Comunicación (EMFA)", que exige más transparencia en la financiación pública y en la elección de direcciones de medios públicos. No obstante, RSF lamenta el caso reciente de RTVE, que considera poco transparente y desequilibrado.
“Un periodista que no tiene garantías sólidas y que no está protegido laboralmente, es un periodista más vulnerable a que ataquen su libertad de informar”, concluye Cachera.