Feijóo queda contra las cuerdas: Vox rompe la negociación de presupuestos autonómicos

El bloqueo de Vox pone en jaque a los gobiernos del PP en varias comunidades clave. ¿Qué margen le queda a Feijóo para maniobrar ante este desafío?

04 de Diciembre de 2024
Actualizado el 06 de diciembre
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El PSOE denuncia a Vox por financiación ilegal
El presidente de Vox, Santiago Abascal. | Foto: Vox

El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, anunció la suspensión de las negociaciones presupuestarias con el Partido Popular en todas las comunidades autónomas donde gobiernan juntos. Esta decisión radical responde a la reactivación de conversaciones entre el PP y el Gobierno central para reformar la Ley de Extranjería. En palabras de Garriga, "no vamos a participar en el reparto de inmigración ilegal y de inseguridad que pretenden Feijóo y Sánchez". El mensaje fue claro: si el PP persiste en sus intentos de negociar políticas migratorias, Vox no será su socio presupuestario.

Este movimiento estratégico de Vox no solo complica los planes del PP a nivel nacional, sino que también siembra el caos en regiones como la Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón, Extremadura y Castilla y León, donde los presupuestos para 2025 están en el aire. Sin la mayoría necesaria, los gobiernos autonómicos de los populares quedan a merced de la extrema derecha, que utiliza su influencia como moneda de cambio para imponer su agenda.

¿Qué le dice ahora Feijóo a Sánchez?

La ruptura deja a Alberto Núñez Feijóo en una posición incómoda. Tras meses de críticas al Gobierno central por su supuesta incapacidad para gestionar la inmigración, el líder del PP se encuentra atrapado en su propio juego político. Mientras exige soluciones a Sánchez, su partido se ve obligado a buscar acuerdos con el Ejecutivo y con el presidente canario, Fernando Clavijo, para afrontar el creciente flujo migratorio en las islas.

Esta situación se produce en un contexto crítico: las llegadas de inmigrantes a Canarias han aumentado un 3,7 % respecto al año anterior, alcanzando las 41.425 personas. La reforma de la Ley de Extranjería, que busca distribuir a los menores no acompañados por todo el territorio nacional, enfrenta un rechazo frontal de Vox, que lo considera una "cesión inadmisible" a las políticas del PSOE. Feijóo, entre tanto, debe decidir si cede a las demandas de Vox o arriesga la viabilidad de los gobiernos autonómicos.

La Comunidad Valenciana: un ejemplo del bloqueo

El caso de la Comunidad Valenciana es especialmente paradigmático. Con el presupuesto paralizado y las secuelas de la reciente DANA afectando a 850.000 personas, el gobierno de Carlos Mazón enfrenta un callejón sin salida. El PP necesita el apoyo de Vox para sacar adelante unas cuentas que permitan afrontar las consecuencias del desastre natural, pero las exigencias de la extrema derecha no dan margen de maniobra.

Mientras Mazón apela al "sentido común" para aprobar unos presupuestos sin "color político", Vox endurece su postura. Su portavoz en Les Corts, José María Llanos, ya había adelantado que no apoyarían un presupuesto con "gastos superfluos", y ahora insisten en que la supresión del límite salarial para los miembros del Consell debe revertirse. La estrategia de Vox, dictada desde su dirección nacional, deja poco margen a los líderes autonómicos para maniobrar.

La presión sobre Feijóo aumenta

El pulso entre Vox y el PP también es una advertencia a Feijóo: sin un cambio en su estrategia política, los gobiernos autonómicos pueden desmoronarse. Aunque el líder popular busca proyectar una imagen de moderación, las tensiones con Vox demuestran que la dependencia de sus votos para gobernar tiene un alto coste político.

Además, la oposición de izquierdas, especialmente en comunidades como la Valenciana, aprovecha el bloqueo para exigir la "cabeza política" de los presidentes populares. Este contexto deja a Feijóo atrapado entre las exigencias de la extrema derecha y la necesidad de mantener su credibilidad ante el electorado moderado.

¿Cuál será el desenlace?

La pregunta ahora es si Feijóo será capaz de resolver este rompecabezas político. Con Vox cerrando filas y la izquierda presionando para capitalizar el desgaste del PP, el margen de maniobra es cada vez más reducido. ¿Negociará Feijóo directamente con Sánchez para desbloquear la situación, o cederá ante Vox a costa de su discurso moderado? Lo que está claro es que esta crisis pondrá a prueba no solo su liderazgo, sino también la cohesión interna de su partido.

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