Este martes, el Parlament balear se prepara para debatir dos iniciativas de gran relevancia: una propuesta por Més per Mallorca para reformar el reglamento del Parlament y otra por Vox para derogar la ley de memoria y reconocimientos democráticos de las Illes Balears. Este debate no solo pone en juego la preservación de la memoria histórica en España, sino que también subraya la preocupante convergencia ideológica entre el Partido Popular (PP) y Vox, así como la disposición del PP a ceder ante las exigencias de Vox en su búsqueda de poder.
La propuesta de Més per Mallorca
Més per Mallorca propone que los diputados expulsados de su partido abandonen inmediatamente el grupo parlamentario al que pertenecen, pasando a ser diputados no adscritos. Esta medida surge tras la crisis interna en el Grupo Parlamentario de Vox, donde cinco diputados rebeldes intentaron expulsar a dos compañeros en contra de la dirección nacional del partido. La propuesta busca evitar futuras disensiones internas que puedan desestabilizar el funcionamiento del Parlament.
La derogación de la Ley de Memoria Histórica
La iniciativa más controvertida de la jornada es la propuesta de Vox para derogar la ley de memoria y reconocimientos democráticos de las Illes Balears. Según Vox, la ley de 2018 "no persigue los valores de libertad, respeto y tolerancia que impulsaron la Transición", sino que supuestamente intromete en la conciencia de los españoles, limita la libertad de opinión y cátedra, y penaliza el trabajo de los historiadores. Esta postura, sin embargo, ignora el verdadero propósito de la ley: reconocer y reparar las injusticias del pasado, honrar a las víctimas del franquismo y garantizar que la memoria histórica se preserve para futuras generaciones.
El papel del Partido Popular
Lo más alarmante es el papel del PP en este debate. A pesar de que la derogación de la ley de memoria histórica atenta contra los principios democráticos y de justicia histórica, el PP ha decidido apoyar la iniciativa de Vox. Esta decisión no es sorprendente si se considera el patrón de comportamiento del PP en los últimos años, donde ha mostrado una creciente disposición a aliarse con Vox para asegurar su influencia y poder.
La convergencia ideológica entre PP y Vox
Aunque el PP y Vox intentan presentarse como partidos distintos, sus acciones demuestran lo contrario. La decisión del PP de apoyar la derogación de la ley de memoria histórica evidencia una preocupante convergencia ideológica. Ambos partidos comparten una visión revisionista de la historia de España y una resistencia a reconocer y enmendar las injusticias del pasado.
El coste de la búsqueda de poder
El apoyo del PP a la derogación de la ley de memoria histórica subraya su disposición a sacrificar principios democráticos fundamentales en su búsqueda de poder. Esta estrategia de ceder ante las demandas de Vox no solo compromete la integridad del PP, sino que también pone en peligro los avances logrados en términos de justicia y memoria histórica en España.
La importancia de la Ley de Memoria Histórica
La ley de memoria y reconocimientos democráticos de las Illes Balears es crucial para el proceso de reconciliación y justicia en España. Esta ley no solo busca localizar los cadáveres de las víctimas de la guerra civil y la dictadura franquista, sino que también representa un compromiso con la verdad y la reparación de las injusticias históricas. Derogar esta ley enviaría un mensaje de indiferencia hacia las víctimas del franquismo y sus familias, y representaría un grave retroceso en la lucha por los derechos humanos y la justicia en España.
La responsabilidad de los políticos
Los políticos tienen la responsabilidad de defender los principios democráticos y los derechos humanos, incluso cuando esto significa enfrentarse a presiones internas y externas. El PP, al ceder ante las exigencias de Vox, traiciona esta responsabilidad y compromete su propia credibilidad. Es crucial que los votantes reconozcan este patrón de comportamiento y exijan una política que priorice la justicia y la integridad sobre la búsqueda de poder a cualquier coste.
El debate sobre la derogación de la ley de memoria histórica en el Parlament balear es más que una simple discusión legislativa; es un reflejo de las dinámicas políticas más amplias en España. La creciente convergencia entre el PP y Vox y la disposición del PP a ceder ante las exigencias de Vox en su búsqueda de poder son alarmantes. La preservación de la memoria histórica y la lucha por la justicia no deben ser sacrificadas en el altar del poder político. Es fundamental que la sociedad española exija a sus líderes que actúen con integridad y respeto hacia los principios democráticos y los derechos humanos.