El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha dejado claro durante su gira por África Occidental que la política migratoria de España se endurece, especialmente en lo que respecta al retorno de migrantes irregulares a sus países de origen. En un discurso pronunciado en el Instituto Cervantes de Dakar, en Senegal, Sánchez subrayó que la seguridad es una "prioridad máxima" y que es "imprescindible" el retorno de aquellos que han llegado a España de manera ilegal.
Migración regular y ordenada
Durante su intervención, Sánchez defendió los beneficios de la migración regular y ordenada, que considera esencial para el desarrollo tanto de los países de origen como de los receptores. "La migración regular abre caminos para la prosperidad y el desarrollo económico y cultural", afirmó, enfatizando que esta forma de migración puede ser beneficiosa para ambas partes. Sin embargo, el presidente también fue tajante al advertir que la creciente presión migratoria y las redes criminales que trafican con seres humanos deben ser contrarrestadas con medidas firmes, entre las que destaca la repatriación de los migrantes que no cumplen con los requisitos legales para permanecer en España.
La visita de Sánchez a Senegal forma parte de una gira por varios países de África Occidental, incluyendo Mauritania y Gambia. En cada uno de estos países, el presidente ha abordado la problemática migratoria desde una perspectiva que combina el control fronterizo con la promoción del desarrollo económico. Una de las iniciativas presentadas durante esta gira es la "Alianza África Avanza", un proyecto destinado a fomentar la inversión en Senegal y otros países de la región, con el objetivo de crear empleo y mejorar las condiciones de vida, reduciendo así las causas que empujan a miles de africanos a emigrar.
Migración circular
Sánchez también aprovechó la ocasión para destacar la importancia de la "migración circular", un modelo que España ya ha implementado con varios países africanos, incluido Senegal. Este modelo permite la contratación de trabajadores en origen para desempeñar labores estacionales en España, con el compromiso de regresar a sus países una vez finalizado el periodo laboral. Para Sánchez, esta forma de migración ordenada es un ejemplo de cómo la cooperación internacional puede generar beneficios mutuos, al tiempo que ayuda a mitigar la migración irregular.
Sin embargo, el presidente fue enfático al recalcar que la seguridad es un elemento no negociable en la política migratoria. Sánchez lamentó que las redes criminales que trafican con seres humanos continúen creciendo, poniendo en peligro la vida de miles de personas. En su discurso, afirmó que "para combatir estas amenazas es imprescindible el retorno de quienes han llegado a España irregularmente", subrayando que esta medida es necesaria no solo para cumplir con la legislación europea y española, sino también para enviar un mensaje claro a las mafias que operan en la región.
El discurso de Sánchez se produce en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en Europa, exacerbada por recientes atentados yihadistas y la creciente presión migratoria. Las palabras del presidente español se alinean con las posturas adoptadas por otros líderes europeos, como el canciller alemán Olaf Scholz, quien recientemente anunció que aceleraría las deportaciones de inmigrantes irregulares en su país. Este endurecimiento en el discurso de Sánchez parece responder también a las críticas internas, particularmente del Partido Popular (PP) y Vox, que han instado al Gobierno a adoptar una postura más firme en materia de migración.
Además de la seguridad, la vertiente económica y social de la cooperación con África Occidental también ha estado presente en las conversaciones de Sánchez con sus homólogos africanos. Durante su visita a Gambia, por ejemplo, el presidente español firmó un acuerdo de migración circular para facilitar la llegada a España de trabajadores de temporada, y otro convenio para reforzar la cooperación policial en la lucha contra el tráfico de personas. Sánchez calificó a Gambia como un "socio clave" en la lucha contra la inmigración irregular y reiteró la importancia de trabajar conjuntamente con los países de origen y tránsito para abordar este reto transnacional.