El PSOE, en alerta máxima. El caso de Santos Cerdán ha supuesto un terremoto político de proporciones desconocidas en el PSOE desde la caída de los tiempos de Filesa o los GAL. La entrada en prisión de su exsecretario de Organización ha activado todas las alarmas y ha empujado a Pedro Sánchez a una ofensiva política y mediática sin precedentes. El objetivo: marcar distancia con la corrupción, contener el golpe reputacional y calmar las aguas dentro de su partido y de su Gobierno de coalición.
Aunque en el PSOE niegan que se contemple un congreso extraordinario, las medidas que se están preparando son de alto calado. El Comité Federal de este sábado se perfila como un punto de inflexión. No solo se anunciarán reformas internas, sino también propuestas para endurecer el Código Penal en materia de delitos vinculados con la corrupción.
Expulsiones automáticas y fin de los cargos con doble sombrero
Entre las propuestas que ya han trascendido figura la expulsión inmediata de cualquier militante implicado en casos graves, como la contratación de prostitutas, una línea roja que el partido quiere dejar clara tras el escándalo de las conversaciones entre Ábalos y Koldo García. Pero no se queda ahí. El PSOE prevé incluir una cláusula de incompatibilidad para que ningún cargo orgánico pueda trabajar en empresas privadas. La intención es clara: cortar de raíz las puertas giratorias y reforzar la ética interna.
Además, se está diseñando un sistema de cumplimiento normativo —compliance, como lo denominan en el mundo empresarial—, para garantizar un mayor control de las actuaciones de cargos públicos y orgánicos del partido. Sánchez quiere aplicar protocolos similares a los de grandes compañías, que incluyan auditorías internas, formación en ética y mecanismos de denuncia segura y anónima para casos sospechosos.
En español, "compliance" se traduce como cumplimiento normativo. Se refiere a un conjunto de prácticas y procedimientos que una empresa implementa para asegurar que sus operaciones y actividades se ajusten a las leyes, regulaciones, normas y estándares éticos aplicables. El objetivo principal del compliance es prevenir riesgos legales, financieros y reputacionales, así como fomentar una cultura de ética y responsabilidad dentro de la organización.
Beneficios del cumplimiento normativo:
- Reducción de riesgos: Minimiza las posibilidades de sanciones, multas, litigios y daños a la reputación.
- Mejora de la reputación: Aumenta la confianza de clientes, inversores y otros grupos de interés.
- Mayor eficiencia operativa: Optimiza los procesos internos y mejora el control interno.
- Ventaja competitiva: Permite participar en licitaciones públicas y contratos internacionales.
- Protección de los empleados: Crea un entorno laboral más seguro y ético.
Reforma del Código Penal: castigo a corruptos… y corruptores
Pero el plan va más allá del ámbito partidario. En el Gobierno también se cuece un paquete de medidas legales para demostrar firmeza. Una de las más relevantes es el endurecimiento del Código Penal. Se prevé aumentar las penas por cohecho, malversación y tráfico de influencias, e introducir sanciones más duras contra quienes paguen sobornos, no solo contra quienes los reciben.
Otra medida prevista es impedir que las empresas condenadas por corrupción puedan participar en concursos públicos durante al menos dos años. El mensaje que se lanza es inequívoco: quien se corrompa, no podrá volver a hacer negocios con el Estado.
Desde Moncloa insisten en que estas reformas no son una reacción improvisada, sino una aceleración de iniciativas que ya estaban en el radar del Ejecutivo y que ahora toman un carácter urgente.
El precedente de Costa en Portugal
En el entorno de Sánchez miran de reojo a Portugal. Allí, el exprimer ministro António Costa dimitió tras un escándalo que luego resultó ser infundado, pero el daño político ya estaba hecho. La izquierda portuguesa perdió el Gobierno y la extrema derecha emergió con fuerza. En el PSOE no quieren repetir ese error. “Sería una irresponsabilidad entregar el poder a la derecha en este momento”, afirman fuentes cercanas al presidente, recordando que aún tienen mayoría parlamentaria y ningún socio contempla una moción de censura.
Esa es otra clave de la estrategia: resistir y dar una imagen de firmeza. Sánchez no tiene intención de tirar la toalla y lo ha dejado claro tanto en su entorno como en sus actos públicos. Quiere agotar la legislatura y, si es posible, salir reforzado de esta crisis. Para ello necesita que las medidas anunciadas este sábado sean contundentes, creíbles y rápidas en su aplicación.
Sumar aprieta las tuercas: “Esto no es solo un problema del PSOE”
Mientras tanto, en el otro extremo del Consejo de Ministros, Sumar eleva el tono. Yolanda Díaz ha pedido una reunión urgente del gabinete de seguimiento de la coalición para exigir responsabilidades y propuestas claras. “Estamos muy enfadados. Es una indecencia. Hay que explicar qué ha pasado y hasta dónde llega”, dijo la vicepresidenta desde Sevilla. La imagen de Cerdán entrando en prisión ha sido demoledora también para la formación de Díaz, que intenta mantener su identidad sin romper el pacto.
Sumar no solo exige medidas anticorrupción. También quiere reactivar el eje social de la legislatura, recordando iniciativas acordadas y olvidadas como la prestación universal por crianza o los permisos de conciliación retribuidos. La cita del miércoles en el Congreso será clave para marcar la hoja de ruta conjunta. El socio minoritario del Ejecutivo quiere compromisos con plazos y fechas, no solo palabras.
Dentro del PSOE, la situación es de estupor. Ver a uno de los suyos compartiendo módulo con el extesorero del PP, Luis Bárcenas, ha sido un mazazo. Aunque Sánchez sigue contando con el control del aparato y los críticos siguen siendo minoría, el nerviosismo es palpable. Algunos barones piden un congreso extraordinario, aunque la mayoría considera que solo añadiría más tensión.
Sánchez, fiel a su estilo, ha escuchado a todos pero no ha revelado su decisión final. La anunciará este sábado, y muchas voces coinciden en que se trata de una de las decisiones más trascendentales de su mandato. A día de hoy, no hay confirmación sobre una renovación de nombres concreta más allá de lo obligado por la salida de Cerdán, pero sí se da por hecho un cambio profundo de cultura política dentro del partido.
Una apuesta por la supervivencia
Todo indica que Sánchez ha decidido convertir la crisis en una oportunidad. Si logra salir reforzado, marcará un hito. Pero si las medidas se perciben como insuficientes o cosméticas, el desgaste podría acelerarse. El Comité Federal del sábado es mucho más que una reunión interna: es el primer paso de una batalla por recuperar la credibilidad y salvar el proyecto político.
En juego no está solo la imagen del PSOE, sino también la estabilidad del Gobierno. La corrupción ha sido una de las líneas rojas históricas de la izquierda. Fallar ahora sería catastrófico. Por eso, en Ferraz y Moncloa, se preparan para un fin de semana decisivo.