El Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar atraviesa su momento más delicado. El caso de corrupción que implica al exnúmero tres del PSOE, Santos Cerdán, ha abierto una grieta profunda entre los socios. La reunión mantenida este miércoles entre ambos partidos no ha servido para apaciguar los ánimos. Todo lo contrario: Sumar considera que el PSOE sigue sin ser consciente de la gravedad del caso y amenaza con consecuencias si no hay un giro inmediato. ¿Están sobreactuando desde Sumar?
Ernest Urtasun, ministro de Cultura y miembro destacado de Sumar, ha sido tajante: “Nos da la sensación de que el PSOE no ha entendido la dimensión del problema”. El señalamiento no es menor. Urtasun ha puesto sobre la mesa una hoja de ruta clara que incluye medidas firmes contra la corrupción y avances reales en políticas sociales. La fecha límite: el próximo 9 de julio, cuando comparecerá Pedro Sánchez en el Congreso.
"La pelota está en el tejado del PSOE"
Tras dos horas de reunión, Urtasun ha salido con una sensación de frustración. Según ha declarado, no ha habido avances y no se han aceptado propuestas concretas. “Le hemos señalado el camino y ahora la pelota está en el tejado del PSOE”, ha afirmado con rotundidad. El mensaje es claro: si los socialistas no actúan, la legislatura puede estar en peligro.
Entre las propuestas planteadas por Sumar destaca la aplicación inmediata de medidas ya pactadas en el llamado “programa de regeneración” firmado a principios de 2024. A juicio de Sumar, el PSOE ha incumplido ese acuerdo, especialmente en lo referido a devolver el dinero robado y castigar tanto a los corruptos como a los corruptores.
Enrique Santiago, portavoz de Izquierda Unida, ha ido más allá y ha puesto en duda la continuidad del Ejecutivo si no se cumplen las exigencias: “El Gobierno de coalición solo tiene sentido si mejora la vida de la gente y combate con firmeza la corrupción. Si no es así, no podemos seguir”. Según ha relatado, durante la reunión el PSOE no ofreció medidas nuevas ni mostró voluntad de aplicar lo ya acordado.
Bolaños intenta rebajar la tensión
El ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, ha intentado enfriar la crisis. Según él, el caso debe limitarse a “tres personas concretas”, en referencia a José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García. Bolaños ha calificado su comportamiento de “reprochable, inaceptable e indeseable”, pero ha evitado extender la responsabilidad al conjunto del partido.
Esta versión no convence a los socios del Gobierno. “El problema no es solo quién ha cobrado comisiones, sino qué acceso han tenido a recursos públicos y hasta dónde ha llegado su red de influencias”, ha insistido Santiago. Además, ha pedido garantías de que la policía judicial actuará con independencia total, y ha acusado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de filtrar información reservada con fines políticos.
El PSOE guarda silencio y se agarra a la estabilidad
Mientras la tensión crece, el PSOE ha optado por un perfil bajo. Nadie de su dirección ha comparecido tras la reunión. Las únicas declaraciones han sido extraoficiales y con tono conciliador. Según fuentes socialistas, el encuentro fue “cordial” y se acordó “seguir trabajando para completar la legislatura”.
La sensación, sin embargo, es de bloqueo. Urtasun ha advertido de que “el mayor riesgo que afronta la legislatura es el inmovilismo o el maquillaje” y ha llamado a tomar decisiones “valientes y audaces”.
Desde Sumar sostienen que la reacción del PSOE no puede limitarse a declaraciones de condena ni a confiar en que la tormenta pase sola. Quieren una respuesta estructural, con reformas legales, transparencia y compromisos concretos. Y quieren verlos antes del 9 de julio.
Un pacto al borde del colapso
El mensaje de los socios de coalición es claro: están dispuestos a seguir en el Gobierno, pero no a cualquier precio. La corrupción, insisten, no puede ser relativizada. Y recuerdan que uno de los motivos por los que se formó este Gobierno fue precisamente para romper con viejas prácticas que han manchado durante años la política española.
“No estamos aquí para tapar nada”, ha rematado Enrique Santiago. “Este Gobierno tiene sentido si defiende a la gente, no si tolera la corrupción”. Urtasun, por su parte, ha señalado que el Ejecutivo debe “reaccionar con firmeza o se hundirá en el fango”.
El PP mueve ficha en su propio tablero
Mientras tanto, el Partido Popular aprovecha el terremoto para reestructurar su dirección. Feijóo ha confirmado que Miguel Tellado será su nuevo secretario general en sustitución de Cuca Gamarra, y que Ester Muñoz será la nueva portavoz en el Congreso. El objetivo es prepararse para un posible adelanto electoral, aunque públicamente no lo digan.
Los populares observan con interés la crisis del Gobierno, pero arrastran todavía el lastre de su propio historial judicial. Sumar ha aprovechado para recordar que el PP ha sido condenado tres veces como partido por corrupción y que tiene más de 30 juicios pendientes. “No vamos a permitir que un partido como ese vuelva al poder por inacción del PSOE”, ha advertido Santiago.
El 9 de julio, día decisivo
Todo apunta a que el próximo 9 de julio será un punto de inflexión. La comparecencia de Pedro Sánchez servirá para medir hasta dónde está dispuesto el presidente a ceder ante sus socios, y si el Gobierno puede continuar sin fracturarse.
La pregunta ya no es si hay crisis, sino si esta tiene solución. Y, según Sumar, la clave está en que el PSOE “limpie su casa” y cumpla lo pactado. Si no lo hace, la legislatura podría acabar mucho antes de lo previsto.