El Supremo ordena a los Franco devolver a Santiago las esculturas de Abraham e Isaac del Pórtico de la Gloria

La Justicia reconoce que las figuras del Mestre Mateo, retenidas durante décadas en Meirás, pertenecen al patrimonio público gallego

20 de Junio de 2025
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El Supremo ordena a los Franco devolver a Santiago las esculturas de Abraham e Isaac del Pórtico de la Gloria
El Supremo ordena a los Franco devolver a Santiago las esculturas de Abraham e Isaac del Pórtico de la Gloria

El Tribunal Supremo ha cerrado uno de los capítulos más oscuros del expolio patrimonial franquista al ordenar a la familia Franco la devolución de dos esculturas románicas de incalculable valor histórico y artístico. Se trata de las figuras de los profetas Abraham e Isaac, atribuidas al Mestre Mateo, creador del célebre Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. Las piezas habían sido enviadas sin ningún procedimiento legal al Pazo de Meirás en 1954 como un “regalo” a la esposa del dictador, Carmen Polo, y han permanecido allí durante décadas. Ahora, la máxima instancia judicial del país obliga a restituirlas al Ayuntamiento de Santiago, su legítimo propietario.

Un regalo forzado sin acuerdo ni respaldo legal

El origen de esta larga batalla judicial se remonta a 1948, cuando el Ayuntamiento de Santiago adquirió legalmente las esculturas al conde de Ximonde, con la condición expresa de que no salieran de la ciudad. Sin embargo, seis años más tarde, el entonces alcalde las envió por su cuenta al Pazo de Meirás, sin acuerdo plenario, sin expediente administrativo y únicamente “movido por el deseo de complacer a la esposa del Jefe del Estado”, como recoge la demanda. Esa “vía de hecho”, como la ha denominado el Supremo, se llevó a cabo sin respaldo jurídico alguno y supuso la pérdida del control municipal sobre las piezas.

Durante años, el Ayuntamiento de Santiago intentó recuperar estas esculturas, que representan a dos figuras sentadas, de largas barbas, portando cartelas y vestidas con las túnicas medievales propias de su tiempo. Las obras, esculpidas entre los siglos XII y XIII, fueron retiradas del Pórtico de la Gloria en el siglo XVI durante una ampliación del templo y reaparecieron en el siglo XX en manos de la aristocracia gallega.

La fractura que nadie quiso ver

Uno de los elementos clave en esta sentencia ha sido el informe pericial que confirmaba la autenticidad de las esculturas. Uno de los profetas presenta una fractura que lo divide en dos partes, una característica documentada desde hace décadas. A pesar de ello, tanto el Juzgado de Primera Instancia como la Audiencia Provincial de Madrid desestimaron la demanda del consistorio compostelano, alegando que no estaba suficientemente demostrada la identidad de las esculturas.

El Supremo ha desmontado ese argumento con contundencia: “Del examen de las fotografías del informe pericial se observa a simple vista que una de ellas tiene una fractura precisamente a media pierna y con dirección ligeramente diagonal”, afirma el fallo. Esta evidencia ha resultado determinante para reconocer que las piezas en poder de los Franco son, sin lugar a dudas, las mismas que compró el Ayuntamiento hace más de 70 años.

Una victoria institucional y ciudadana

La sentencia ha sido recibida con entusiasmo tanto por la actual alcaldesa de Santiago, la nacionalista Goretti Sanmartín, como por su antecesor, Martiño Noriega, quien lideró en 2017 el inicio del proceso judicial desde el gobierno municipal de Compostela Aberta. “Hoy por fin se hace justicia respecto al expolio que la familia Franco perpetró con dos piezas del Mestre Mateo que pertenecían al patrimonio público de la ciudad”, ha declarado Noriega.

Sanmartín ha calificado la jornada como “un día grande, muy importante para el Ayuntamiento de Santiago y para el conjunto de Galicia”. Ha querido agradecer el esfuerzo de la asesoría jurídica municipal y de la sociedad civil, especialmente de los colectivos dedicados a la memoria histórica, que han impulsado la recuperación del patrimonio robado por el franquismo. “Esta lucha ha sido larga, pero hoy se ha demostrado que la justicia también puede mirar hacia atrás y reparar agravios históricos”, añadió.

Las piezas volverán a casa

Con este fallo, las esculturas de Abraham e Isaac deberán regresar al lugar que nunca debieron abandonar. Actualmente están instaladas en una capilla del Pazo de Meirás, uno de los escenarios más emblemáticos del dominio familiar de los Franco sobre bienes públicos. El retorno de las piezas no será solo un triunfo judicial, sino también simbólico: marcará un precedente para futuras reclamaciones de bienes culturales sustraídos durante la dictadura.

La sentencia también pone en evidencia el intento de los herederos del dictador de mantener en su poder obras de arte que no les pertenecen, muchas veces alegando oscuras lagunas documentales que, en realidad, ocultan apropiaciones indebidas. En este caso, el Supremo ha dejado claro que la falta de documentación sobre la cesión solo prueba una cosa: que se produjo de manera irregular, fuera de todo cauce reglado y sin base jurídica alguna.

Un precedente para el patrimonio expoliado

La decisión judicial representa una victoria no solo para Santiago, sino para todas las instituciones que batallan por la recuperación del patrimonio público apropiado durante el franquismo. La devolución del Pazo de Meirás, impulsada en parte por la propia Goretti Sanmartín cuando era vicepresidenta de la Diputación de A Coruña, fue el primer paso. Ahora, la restitución de Abraham e Isaac puede abrir la puerta a más procesos de recuperación.

Con esta sentencia, el Tribunal Supremo envía un mensaje claro: el expolio del franquismo no puede quedar impune, y el patrimonio público debe regresar a manos de quienes nunca debieron perderlo. Los herederos del dictador vuelven a recibir un duro varapalo en los tribunales, mientras la ciudad de Santiago y Galicia celebran un día de justicia, memoria y reparación histórica.

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