Pedro Sánchez, así sí

El presidente del Gobierno, en el marco de la Cumbre del Futuro de Naciones Unidas, ha reclamado la implementación de un impuesto global a las grandes fortunas

24 de Septiembre de 2024
Actualizado el 25 de septiembre
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Pedro Sánchez ONU
Pedro Sánchez durante su intervención en Naciones Unidas | Foto: Pool Moncloa

La independencia es algo que debería ser un factor clave de la actividad periodística, exactamente lo mismo que el cumplimiento de la principal función del cuarto poder: el control del poder, sea cual sea y venga de donde venga. Sin embargo, en este mundo polarizado, los medios de comunicación españoles se han convertido en los transmisores del argumentario de los partidos políticos. Actualmente, se colocan líneas ideológicas, con su correspondiente falta de objetividad, como base de las líneas editoriales sicarias en las que se justifica lo injustificable.

Un elemento clave de respetar la función del periodismo, es decir, el control del poder, es la crítica sin mirar colores políticos ni ideologías. En este Ágora se ha criticado a Pedro Sánchez, a Isabel Díaz Ayuso, a Santiago Abascal, a Alberto Núñez Feijóo, a las élites financieras y a las empresariales. No se puede controlar al poder desde la condescendencia.

Sin embargo, este Ágora también es un espacio en el se reconocen los aciertos de quien sea porque la independencia periodística es, precisamente, eso. Pedro Sánchez es un pozo de errores y de nefasta gestión pero, en ocasiones, actúa con acierto. Evidentemente, el presidente del Gobierno jamás da puntadas sin hilo y siempre con una intencionalidad que favorece a sus intereses personales y político, sobre todo en un momento en el que se barruntan nuevas elecciones generales.

En Nueva York, en Naciones Unidas, Pedro Sánchez, ha defendido la creación de un impuesto global a las grandes fortunas y una fiscalidad más justa. El presidente del Gobierno de España ha señalado que es fundamental que las políticas tributarias sean más justas, más eficaces y transparentes para impulsar «la movilización de recursos domésticos, un impuesto mínimo global sobre las grandes fortunas y la plena implementación de los dos pilares de la OCDE y del G20 sobre la fiscalidad de las multinacionales como base para una futura convención marco de cooperación tributaria».

Sánchez, en este caso, acierta en esta cuestión, como ya lo hizo con el reconocimiento del Estado de Palestina y con liderar la solución de los Estados como única fórmula posible para la paz en Oriente Medio. Así, sí.

El modelo de gravar a la riqueza aplicado por el gobierno de Pedro Sánchez está siendo alabado a nivel internacional, mientras que las políticas que defiende Isabel Díaz Ayuso de recorte de impuestos a los ricos demuestra que es un absoluto fracaso. Los países pueden recaudar 2 billones de euros al año siguiendo el ejemplo del impuesto a la riqueza de aprobado por Pedro Sánchez aplicado al 0,5% de los hogares más ricos.

Un estudio reciente de la Tax Justice Network (TJN) emitido por BBC World TV calculó cuántos ingresos puede recaudar individualmente cada país gravando la riqueza de sólo el 0,5% más rico de sus hogares con una tasa mínima del 1,7% al 3,5%. El impuesto a la riqueza sólo se aplicaría a la capa superior de riqueza de los hogares, en lugar de a su totalidad. 

Aunque el estudio replica el enfoque del impuesto sobre el patrimonio de Sánchez para cada país, lo extiende a todas las clases de riqueza en su modelización. Esto elimina algunas exenciones dentro de la ley española que debilitaron su impacto. La conclusión principal es que, en promedio, cada país podría recaudar el equivalente al 7% de su presupuesto de gasto.

El estudio demuestra que las reformas fiscales anteriores dirigidas a los superricos no dieron lugar a que éstos se trasladaran a otros países. Solo el 0,01% de los hogares más ricos se trasladaron a otros países después de que se implementaran las reformas del impuesto sobre el patrimonio dirigidas a los hogares más ricos en Noruega, Suecia y Dinamarca. Un análisis del Reino Unido predice que las reformas del estatus de no residente darían lugar a una tasa de migración de entre solo el 0,02% y un máximo del 3,2%.

Las enormes sumas que se recaudarán con el modesto impuesto a la riqueza son posibles gracias a los niveles extremos de riqueza de los más ricos. El estudio de TJN concluye que, en promedio, en cada país, sólo el 3% de toda la riqueza está en manos de la mitad de la población, mientras que el 0,5% más rico posee una cuarta parte (25,7%).

Esta riqueza extrema de los superricos está generando inseguridad en las economías y se relaciona directamente con una menor productividad económica, con que los hogares no ricos tengan que gastar más de lo que ingresan y con peores coberturas sociales, logros educativos y vidas más cortas.

La raíz del problema es el tratamiento en dos niveles de la riqueza acumulada y la riqueza ganada, sostiene TJN. La riqueza acumulada (los dividendos, las ganancias de capital y las rentas obtenidas por poseer cosas) tributa a tasas mucho más bajas que la riqueza ganada, es decir, los salarios de los trabajadores.

Al mismo tiempo, la riqueza acumulada suele crecer más rápido que la riqueza ganada. Hoy, solo la mitad de la riqueza creada en todo el mundo cada año va a los salarios de los trabajadores. El resto se recauda en forma de rentas, intereses, dividendos y ganancias de capital.

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