La jueza Silvia López Mejian, titular del juzgado número 1 de Barcelona encargado de instruir el “Caso Negreira”, rechaza admitir como acusación particular al Fútbol Club Barcelona en un asunto en el que la entidad figura en calidad de investigada. Es algo de Perogrullo, pero tiene su lógica. Los abogados del club piensan más en las consecuencias extrajudiciales del asunto que en la evolución de las investigaciones que se están llevando a cabo. A fin de cuentas, el sumario está en sus inicios.
El juicio, si es que alguna vez llega a celebrarse, tardará años en primera instancia y otros más en los recursos ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya y el Supremo. Queda mucho tiempo para que este tema se resuelva judicialmente pero mientras tanto la entidad pierde imagen. Lo que cuenta de cara a la opinión pública es que el Barça, todavía no se sabe bien de qué manera, contrató los servicios de José María Enríquez Negreira siendo vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, y que el hijo de éste mantuvo estrechas relaciones con los jugadores de los equipos de futbol y unas cuantas sospechas más que han llevado a abrir una investigación a la mismísima UEFA que puede llegar a impedir al club que preside Joan Laporta su participación en la Champions League con el perjuicio económico y reputacional que ello supondría. Una decisión que se hará pública a principios de este mes de julio. De ahí que se intente desviar la calificación de los hechos: pasar de culpable de haber hecho algo que no sólo es reprobable deportivamente hablando, sino que constituye un delito de corrupción entre particulares, a ser la víctima de todo este asunto.
La jueza considera que las facturas y justificantes de transferencias bancarias de los servicios prestados por Enríquez Negreira al club indican que no hubo perjuicio alguno. Incluso menciona las conclusiones preliminares presentadas por el presidente Laporta en el informe de responsabilidad interna. No hay daño patrimonial.
Por lo cual, la situación del Barça en el sumario sigue siendo la misma. Imputado, o investigado como se dice ahora, y, aunque el sumario sigue siendo secreto, sí ha trascendido que la magistrada ha pedido la exhaustiva documentación que Laporta presentó en una multitudinaria rueda de prensa: los originales de los 529 informes y los 43 CDS que Laporta enseñó en el encuentro con la prensa y que contienen los resultados de una investigación interna sobre los hechos. Según el presidente, en esos documentos se demuestra que el club está siendo víctima de una campaña de desprestigio sin base alguna La jueza quiere analizar su contenido exacto.
La instructora quiere saber qué despacho se encargó de elaborar la documentación presentada por Laporta en la rueda de prensa y el lugar exacto donde se custodiaron tales documentos. También reclama laidentificación de las personas que han compuesto la estructura ejecutiva del Barça, los vicepresidentes deportivos y otros máximos responsables del club, los integrantes de la secretaría técnica o deportiva encargada de analizar cuestiones en esta materia y de trasladarlas a la Junta Directiva o al cuerpo técnico, y la relación de directores generales, directores ejecutivos y directores financieros, además de cualquier otro cargo con capacidad para ejecutar decisiones estratégicas adoptadas por los órganos colegiados del club.
También ha pedido a la Federación Española de Futbol la relación de todos los colegiados de primera y segunda división desde 2010 hasta la actualidad. Pretende la magistrada comprobar los ascensos de categoría para constatar si existe alguna relación con Enríquez Negreira. Los investigadores creen que el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros pudo presionar a algunos de ellos para que influyesen en los resultados del primer equipo del Futbol Club Barcelona a cambio de elaborar informes profesionales favorables que les permitiese el ascenso o la permanencia en la categoría. En la querella presentada por la Fiscalía se señala que entre las competencias propias del CTA está “la de clasificar técnicamente a los colegiados a tenor de las correspondientes evaluaciones, y proponer al presidente de la RFEF los ascensos y descensos, así como la adscripción a las categorías correspondientes". Por lo cual, el argumento del actual presidente del Comité, Luis Medina Cantalejo, de que el puesto de vicepresidente de Enríquez Negreira “era de mera representación” se cae por su propio peso si en el cruce del listado de colegiados de primera y segunda desde 2010 se comprueba que alguien del organismo pudo influir. De ahí que la jueza López Mejian quiera examinar esta relación.
No hace falta constatar que las diligencias previas están en su fase inicial. Todavía no se ha tomado declaración a los testigos, ni se han ejecutado las correspondientes pericias entre las que se deberá incluir las de la Agencia Tributaria, el organismo que destapó todo el asunto. Queda mucho camino por recorrer y el tiempo juega en contra del Barça porque, lejos de olvidarse, el asunto cada día adquiere mayor relevancia. No es un tema menor ya que están en juego miles de millones de euros de una industria, la del futbol, que, además, tiene mucha trascendencia social.
Y si no que se lo digan a los dirigentes internacionales que no hacen más que decir que el Futbol Club Barcelona, considerado una de las entidades deportivas con mayor número de seguidores en todo el mundo, los está perdiendo. Dinero y reputación están en juego.
La estrategia de los abogados del Barça puede estar o no equivocada. Pero es la que se lleva a cabo en las grandes batallas, sean deportivas o, incluso más graves aún, las de guerra. La mejor defensa es un buen ataque. Eso es lo que han intentado, pero les ha salido el tiro por la culata. Esperemos que en la siguiente maniobra que lleven a cabo anden un poco más finos