Desde su ascenso al poder en 2019, Isabel Díaz Ayuso ha transformado la manera en que los políticos se relacionan con el público a través de las redes sociales. Utilizando plataformas como Instagram, Ayuso ha construido una imagen de celebridad política, combinando su rol gubernamental con estrategias propias de los influencers. Sin embargo, este éxito en las redes sociales ha generado controversias, especialmente en relación con el uso de fondos públicos para financiar estas actividades.
El ascenso de Ayuso en Instagram
El fenómeno de Isabel Díaz Ayuso en Instagram es un ejemplo claro de cómo la cultura de las redes sociales ha influido en la comunicación política. Un análisis de su perfil en Instagram entre junio de 2021 y junio de 2022 muestra que Ayuso emplea estrategias características del discurso publicitario y comercial de los influencers. Estas estrategias incluyen la promoción de marcas y la aparición junto a celebridades más que junto a representantes políticos o información sobre sus iniciativas de gobierno.
Un claro ejemplo es la cantidad de actos protocolarios con cualquiera que sea famoso o famosa. Ya sea para recibir un premio o para agasajar a los equipos de futbol. No pierde una oportunidad de sacarse una foto para las redes sociales, que aumentan con esta clase de mensajes. Por supuesto mundanos, sin relación a la gestión política de una comunidad autónoma como Madrid.
Inversión pública en promoción personal
Desde 2019, la Comunidad de Madrid ha invertido más de 622.000 euros en campañas de promoción turística y cultural, y para fomentar la lectura entre los jóvenes. No obstante, una parte significativa de este presupuesto se ha destinado a potenciar la imagen de Ayuso en las redes sociales, lo cual ha suscitado críticas sobre la ética del uso de fondos públicos para estos fines. Estos recursos han financiado tanto su promoción personal como campañas para posicionar a Madrid como un destino de bodas y turístico.
Ayuso ha adoptado tácticas de humanización del político, mostrando contenidos personales y comerciales que buscan presentar una imagen accesible y cercana. Este enfoque ha sido bien recibido por sus seguidores, quienes muestran más engagement (compromiso) hacia estas publicaciones que hacia los contenidos puramente políticos. En paralelo, su base de seguidores, conocida como "ayusers", se centra en ensalzar su atractivo físico y en atacar a la izquierda, funcionando de manera complementaria a la comunicación oficial de Ayuso.
La importancia de los ayusers
La personalización de la política en las redes sociales ha llevado a una mayor espectacularización y a centrar la comunicación en la figura del líder, relegando al partido a un segundo plano. En el caso de Ayuso, ella es la protagonista en el 98,5% de las publicaciones en su perfil, mientras que la presencia de otros miembros del Partido Popular es mínima. Esta estrategia de individualización se complementa con la privatización de su imagen, mostrando a Ayuso en contextos privados y cotidianos que la acercan a sus seguidores.
Autopromoción y simulación de interacción
En su perfil de Instagram, Ayuso emplea tácticas que simulan la interacción directa con sus seguidores, aunque sin una comunicación bidireccional real. Utiliza planos cercanos y una estética amateur de aficionada para transmitir una sensación de accesibilidad y autenticidad. Además, el uso de hashtags y emojis refuerza esta imagen, adaptándose a las prácticas vernáculas de la plataforma. Estas tácticas han sido eficaces para aumentar su visibilidad y fortalecer su conexión con los seguidores.
Una característica notable de la estrategia de Ayuso es su frecuente asociación con celebridades y marcas comerciales. Este enfoque no solo aumenta su visibilidad, sino que también refuerza su imagen como una figura moderna y accesible. Por ejemplo, la promoción de unas zapatillas de la marca Joma en sus publicaciones no solo mejoró la imagen de la marca, sino que también incrementó las ventas, demostrando el poder de su influencia. Estas asociaciones estratégicas han sido clave para mantener su relevancia en los medios sociales.
El Rol del fandom político
El fandom (conjunto de personas vinculadas por características o intereses comunes) de Ayuso, conocido como "ayusers", desempeña un papel crucial en su estrategia de comunicación. Estas cuentas dedican una parte significativa de sus publicaciones a ensalzar la figura de Ayuso y atacar a sus oponentes políticos, complementando así la narrativa oficial. Además, el atractivo físico de Ayuso y su presentación personal son aspectos recurrentes en estas cuentas, generando un alto nivel de engagement (compromiso) entre sus seguidores.
El uso de dinero público para financiar estas actividades ha generado un debate sobre la ética y la transparencia en la gestión de los fondos. Críticos argumentan que los recursos destinados a promocionar a Ayuso podrían haberse utilizado en otros proyectos públicos más urgentes. Además, la centralización de la comunicación en la figura de Ayuso, en detrimento de otros miembros del partido y la presentación de políticas sustantivas, ha sido vista como una estrategia que prioriza la imagen sobre el contenido. Estas críticas ponen en tela de juicio la integridad de su gestión y el uso de los recursos públicos.
El caso de Isabel Díaz Ayuso ilustra cómo la política moderna se entrelaza cada vez más con las estrategias de marketing y la cultura de las celebridades. Su éxito en las redes sociales, impulsado por una inversión significativa de fondos públicos y una estrategia cuidadosamente diseñada, ha establecido un nuevo estándar para la comunicación política en la era digital. Sin embargo, también plantea preguntas importantes sobre la ética del uso de recursos públicos y la verdadera naturaleza de la política en la era de los influencers.
Ayuso y su equipo de comunicación
A medida que avanzamos hacia un futuro donde las redes sociales desempeñan un papel cada vez más central en la comunicación política, el caso de Ayuso podría servir como modelo para otros políticos. Sin embargo, también es crucial que se establezcan salvaguardias para asegurar que el uso de fondos públicos sea transparente y ético, y que la política no se convierta simplemente en un espectáculo de marketing.
El fenómeno de Isabel Díaz Ayuso, utilizando tácticas de influencer y una fuerte inversión en promoción, ha logrado construir una imagen poderosa y cercana, que resuena con una amplia base de seguidores. No obstante, el uso de fondos públicos para estas actividades ha suscitado un debate sobre la ética y la transparencia, subrayando la necesidad de un escrutinio constante y una gestión responsable de los recursos públicos.
