Juan Carlos I: el heredero perfecto de Franco que creó una democracia a su medida

Manuel Domínguez Moreno / José Antonio Gómez
13 de Mayo de 2020
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La Sombra Juan Carlos I

Habrá un día en que, por ley de vida, Juan Carlos de Borbón fallezca. En ese instante los medios de comunicación se llenarán de obituarios y de homenajes póstumos a la figura del Jefe del Estado que encabezó la transición de la dictadura franquista a una democracia moderna. Se recordarán momentos de su reinado como el 23F, la entrada de España en la Unión Europea o el rifirrafe con Hugo Chávez en la Cumbre Iberoamericana con el famoso «¿Por qué no te callas?». También se pasará de puntillas por los escándalos que protagonizó, principalmente la cacería en Botsuana, los supuestos negocios y el cobro de presuntas comisiones o su romance con Corinna zu Sayn-Wittgenstein, sin darles ninguna importancia.

Sin embargo, nadie hablará de cómo el propio Juan Carlos deBorbón fue el artífice de que en España haya una democracia incompleta, unEstado en el que no se respetan los derechos fundamentales de los ciudadanos,en el que no existe igualdad real entre hombres y mujeres, en el que la figuradel Jefe del Estado es la de un mero «adorno» sin capacidad alguna de actuacióncuando la clase política se muestra incapaz de resolver los problemas reales dela ciudadanía, tal y como se está viendo en la actual crisis del coronavirus.

Juan Carlos de Borbón fue el heredero de Franco yaccedió a la Jefatura del Estado por la Ley de Sucesión de 1947, en la que seindicaba que el dictador determinaría quién sería su sucesor. En España nose permitió al pueblo que decidiera si quería que la voluntad de Franco semantuviera en el tiempo o no. Esta es una de las razones por las que JuanCarlos de Borbón impidió que nuestro país tuviese una democracia plena, dadoque parte de una tara muy grave: el Jefe del Estado no tiene la legitimidaddemocrática que da la voluntad del pueblo expresada a través del sufragiouniversal, libre y secreto.

Cuando la ciudadanía española decidió votar a favor de laConstitución, Juan Carlos de Borbón no juró ni prometió cumplirla y hacerlacumplir, tal y como hacen todos y cada uno de los cargos públicos del país.Su hijo Felipe sí que lo hizo cuando le sucedió tras la abdicación de 2014. Esosí, el rey emérito sí que juró los Principios Fundamentales del Movimientoen noviembre de 1975.

Los defensores del actual modelo de Estado afirman sinningún tipo de rubor que el pueblo español sí que votó a favor de la monarquíaen 1978, puesto que, según ellos, el voto afirmativo a la Constitución era elrefrendo a que Juan Carlos de Borbón y su dinastía fuesen los depositarios dela Jefatura del Estado. Este argumento es una manipulación de la realidad,puesto que lo que se le puso a los españoles en aquel año fue un «trágala» entoda regla: no habría democracia si no se mantenía a la monarquía en elpoder.

El propio expresidente Adolfo Suárez reconoció en unaentrevista televisiva que desde el poder político se había manipulado larealidad para evitar que hubiese un referéndum sobre el modelo de Estado yaque, según las encuestas internas que manejaba el gobierno, el pueblo españolquería una república. ¿Alguien se cree que Juan Carlos de Borbón no estaba altanto de todo esto? Evidentemente, era conocedor y, por tanto, permitió que seejecutara lo que hubiera que ejecutar para mantenerse en el poder.

Otro de los aspectos turbios del reinado de Juan Carlos fueel 23F, una operación que muchos autores y periodistas han catalogado como ungolpe a favor del rey, no con la intención de que cambiar el modelo de Estado. El23 de febrero no se salvó a la democracia, sino que se rescató a la monarquía.Hay demasiadas evidencias sobre la presunta implicación de Zarzuela en elintento de golpe, pero, de momento y hasta que se desclasifiquen losdocumentos, seguirán siendo evidencias. Cuando se intenta dar un golpe deEstado, uno de los objetivos principales de los conspiradores es el aislamientodel Jefe de Estado al que se pretende derrocar. Sin embargo, ese día desde elPalacio de la Zarzuela se tuvo contacto con el exterior sin ningún problema.

Hay que tener en cuenta que la situación política de aquelaño 1981 era crítica y la ciudadanía podría rebelarse contra el monarca.Existía una crisis económica ante la que el gobierno de Suárez no podía hacerfrente. A esto se sumaba la enorme división en la UCD y la desconfianza entreJuan Carlos de Borbón y el presidente. Para el Jefe del Estado, Suárez era yauna figura amortizada que había cumplido su función en la Transición. Lapropuesta realizada por el general Armada a Juan Carlos de Borbón en enero de1981 de un gobierno de concentración encabezado por un general no pareciódisgustar a Zarzuela. El que fue durante años uno de los mentores del reymantuvo reuniones con los diferentes líderes políticos de la época y,evidentemente, Juan Carlos de Borbón era consciente de ello.

Sin embargo, a los españoles se les vendió otra versión:Juan Carlos de Borbón como salvador de la patria, un hecho que le reforzó en suposición. Hay que recordar que, durante el juicio de los golpistas, lasdefensas de éstos exigieron que el Jefe del Estado compareciera como testigopara que respondiera a las preguntas sobre su implicación en el golpe. Todoel aparato del Estado se movilizó para impedir que Juan Carlos de Borbónacudiera al tribunal. Además, Armada pidió permiso para exponer en eljuicio el contenido de una reunión que mantuvieron ambos diez días antes delgolpe. El Jefe del Estado no lo permitió. ¿Qué tenía que ocultar?

La versión oficial del reinado de Juan Carlos de Borbóntampoco hablará de las razones o los orígenes de la fortuna que Juan Carlos deBorbón tiene en el extranjero. El New York Times estimó en el año 2012que el rey emérito tenía una fortuna superior a los 2.300 millones de dólares,una noticia en la que se aludía al nivel de vida lleno de lujos y se hacía lamisma pregunta: ¿cómo ha amasado ese dinero Juan Carlos de Borbón?

Tras la muerte de Franco, el patrimonio del rey emérito eramuy pequeño. Teniendo en cuenta el presupuesto de la Casa Real, en el que seincluye el salario del rey, todo podría indicar, presuntamente, que Juan Carlosde Borbón ha tenido otra vía paralela a la oficial de captar patrimonio, unavía que no ha sido revelada ni comunicada a las autoridades. Todo es opacidaden la Casa Real respecto a este asunto, pero siempre se ha rodeado de opacidady se ha negado al pueblo español conocer la realidad del patrimonio de JuanCarlos de Borbón.

Estas sospechas se acrecentaron con la revelación de lasgrabaciones realizadas por el comisario Villarejo a Corinna zuSayn-Wittgenstein, en las que se confirmaba que Juan Carlos de Borbón había«pedido una comisión por el AVE a la Meca y recibió dinero saudí», dinero quefue recibido en sus cuentas. «Villar Mir puso a Shahpari Zanganeh, mujer deKhasoggi, como intermediaria para el tren. Ellos decían que era yo, pero yonunca tuve nada que ver con el tren […] y después el Rey me ha escrito pore-mail que Villar Mir estuvo en su despacho y le dijo: ‘Voy a ver si Zanganehte paga la mitad de su comisión’», afirmaba Corinna en esas grabaciones, segúnpublicó El Español. «Villar Mir pagó, todos pagaron la comisión, que fuede 80 millones», afirmó también la ex amante del rey emérito.

El escándalo de las revelaciones de Corinna movilizó a todoel aparato del Estado para evitar que Juan Carlos de Borbón tuviese quecomparecer ante la Justicia, algo que cualquier ciudadano de un Estado de Derechoestá obligado a hacer. Todos los partidos políticos de la derecha y alguno dela izquierda que se declara republicano pero que en parte se ha convertido enmonárquico, además de la Justicia, se pusieron manos a la obra para intentarculpabilizar de todo a Corinna en vez de reclamar que se conociera la realidadde esos hechos. ¿Un caso de presunta prevaricación del Estado para defender alrey emérito?

A todo lo anterior, hay que sumar las investigaciones de laFiscalía Suiza en referencia a esos pagos y donaciones en efectivo recibidos delos jeques árabes para ser ingresados en las cuentas de la Fundación Lucum olos 65 millones de euros entregados por el rey de Arabia Saudí en agosto de2008. Es muy grave que Juan Carlos de Borbón esté siendo investigado por unafiscalía por el presunto cobro irregular de comisiones y, por extensión, porsupuestamente haber escondido ese dinero del fisco español. Es muy grave queesas actividades se produjeran durante el tiempo en que ocupaba la Jefatura delEstado y es muy grave que la impunidad que da la inviolabilidad haya sidoutilizada para acumular riquezas y ocultarlas en países con secreto bancario.

La Monarquía se encuentra en una crisis tan grave que es elmomento de que se den pasos para devolver la voz al pueblo y que sea éste elque decida quién quiere que ocupe la la Jefatura del Estado que, al fin y alcabo, representa a todos y todas. Entonces, el legado de Franco morirá y Españatendrá una democracia plena.

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