La “grata sorpresa” para Griñán (Y para Marchena)

15 de Noviembre de 2022
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Tribunal_Supremo España

Y luego se quejarán los jueces. A los de la Sala Segunda del Tribunal Supremo les van a quitar un “dolor de cabeza”. Ese del que hablábamos aquí hace unos días. No van a tener que hacer “interpretaciones” sobre las consecuencias que la supresión del delito de sedición puede tener en la condena de malversación de fondos públicos. Si, como todo parece indicar, prospera una enmienda de ERC, se despenalizará la malversación en el caso de que no haya habido “lucro personal”. Pero el mayor beneficiado de este inesperado giro parlamentario no va a ser Junqueras y los condenados en el juicio del Procès. Una buena noticia y una grata sorpresa para José Antonio Griñán. Lo que todavía no se sabe es si el ex presidente de la Junta de Andalucía ingresará en prisión antes de que el Congreso apruebe la nueva legislación.

La Audiencia de Sevilla parece empeñada en una carrera contra el reloj para meter en la cárcel a Griñán antes de que cualquier acontecimiento, reforma legal o indulto, acabe por librar al ex presidente de entrar en prisión. Este miércoles ha citado a todos los condenados para anunciarles el inicio de la ejecución de la sentencia. Los defensores alegan que no es posible iniciar el trámite porque todavía están por resolver los recursos de nulidad presentados ante el Supremo.

Es una cuestión de ganar tiempo. Algo que no deben querer mucho, ni los jueces de la Audiencia, ni los fiscales ni las acusaciones particulares. Aún a sabiendas de que formalmente quedan trámites por resolver y, todavía lo más relevante, es que parece existir el convencimiento de que las cosas van a cambiar con la reforma del delito de sedición si se introduce la enmienda para modificar, también, el delito de malversación.

Griñán fue condenado a seis años de cárcel por malversación. El resto de la pena es por prevaricación. A Pepe Griñán le importa un carajo que haya sido inhabilitado. A sus 78 años ya no aspira a nada. Pero la cárcel es otra cosa bien diferente.

La sentencia del Supremo deja claro que a Griñán se le condena a seis años de cárcel por “haber consentido la irregularidad de las ayudas de lo Eres”. Es “malversación ideológica” ya que los jueces reconocen en que “no se llevó dinero”

"Lo que se debe evitar es que alguien sea condenado por pensar en una malversación", apunta Oriol Junqueras al anunciar la enmienda que presentará ERC a la reforma de la sedición. Por su parte, Jaume Asens, portavoz del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso se muestra favorable para diferenciar a quien se enriquece ilícitamente y a quien no.

Este argumento es el utilizado por la defensa del expresidente en su estrategia para evitar la cárcel. Si, al final el mismo se convierte en ley, al Supremo no le quedará más remedio que modificar la condena porque está claro que según la norma “el reo puede acogerse al Código Penal que más le beneficia”.

No harían falta indultos. Algo que el Gobierno ve con buenos ojos. Sería matar dos pájaros de un tiro. Primero, satisfacer las aspiraciones de los independentistas catalanes condenados, y, por otra ahorrarse el coste electoral de tener que indultar a José Antonio Griñán cuando hay encuestas en donde los entrevistados se muestran contrarios a una iniciativa de este tipo.

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