Como cada mes, en estas páginas se analizan las cifras del paro registrado a través de los datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y, una vez más, la realidad del mercado laboral en la España de Pedro Sánchez no es tan positiva como se pretende vender desde el gobierno.
El mercado de trabajo no es tan boyante como se pretende hacer creer desde Moncloa. Más bien, tras 6 años en el Ejecutivo, Pedro Sánchez está dejando un escenario en el que las clases medias y trabajadoras están viendo cómo el empleo se está precarizando y el hecho de tener un puesto de trabajo, incluso indefinido, no permite siquiera la supervivencia.
La estrategia de Moncloa es evidente. Titulares rimbombantes y mostrar a la ciudadanía sólo los datos globales, sin profundizar en lo que muestran realmente las cifras oficiales. Esto es importante. No se trata de interpretaciones, son números que están publicados por el SEPE.
Los datos globales son positivos desde un punto de vista cuantitativo. El paro ha bajado en mayo en 58.650 personas registradas como demandantes de empleo en las oficinas del SEPE, hasta los 2,6 millones de desempleados. Por otro lado, se han sumado 220.289 afiliados a la Seguridad Social. Esto es lo que pretende vender el gobierno de Pedro Sánchez. Sin embargo, esas cifras serían realmente positivas si desde el punto de vista cualitativo esos empleos tuvieran permanencia y estuvieran bien remunerados.
Respecto a 2023, la contratación se está frenando. En mayo de 2024 se firmaron 1.339.653, un 5,13% menos que el año pasado. Sin embargo, la situación sigue siendo similar. Un 43% de los contratos firmados fueron indefinidos, pero sólo un tercio lo son a jornada completa. El resto son a tiempo parcial o fijos discontinuos.
Esta contratación precaria a quien más afecta es a las mujeres. Es positivo el hecho de que, por primera vez, el empleo femenino haya superado los 10 millones de afiliadas a la Seguridad Social. No obstante, las mujeres siguen concentrando la contratación temporal.
El escenario que muestran estos datos es tan terrorífico como Mordor. Con 2,6 millones de parados, la única explicación existente para mantenerse entre los países de la UE con mayor desempleo es que los puestos de trabajo que se crean son muy volátiles. Un país que firma más de 1 millón de contratos cada mes no debería mantener el desempleo en esas cifras. Para ponerse en situación, y en base a las cifras del SEPE, en el mes de mayo se necesitaron 10 contratos indefinidos y 23 totales para sacar a una persona del paro. Este dato demuestra la ineficacia de las políticas laborales de Pedro Sánchez, medidas apoyadas por los sindicatos mayoritarios sin ningún tipo de crítica y sin ejercer presión alguna.
Por otro lado, la figura del fijo discontinuo está generando una bolsa de fraude empresarial que se percibe en los datos de la Seguridad Social. Es cierto que la afiliación se ha situado en cifras que se podrían calificar de históricas. Sin embargo, los datos demuestran que en la última semana de mes se destruyeron cerca de 200.000 empleos sólo en el último día de mayo. Además, se están incrementando exponencialmente las bajas en los viernes. Esto supone que hay empresarios que están utilizando la figura del fijo discontinuo, la que está salvando las cifras de indefinidos del gobierno Sánchez, para no pagar los fines de semana o los festivos a sus trabajadores.
Las clases medias y trabajadoras de España precisan de que el gobierno autodenominado progresista actúe como tal y legisle una verdadera reforma laboral, no la tomadura de pelo que colaron en la anterior legislatura y que tan bien utilizan en sus argumentarios propagandísticos. El mercado de trabajo en la España de Pedro Sánchez es Mordor, por más que él se quiera presentar como un Galathrim de Lothlórien.